Tal y como recogió Hispanidad, el grupo terrorista-yihadista 'Estado Islámico del Jorasán' (una especie de franquicia del EI) ejecutó un atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall, de Moscú, el pasado viernes 22 de marzo, a resultas del cual fallecieron al menos 137 personas y se han producido 180 heridos.
Hasta el momento, Moscú ha detenido a once individuos, acusados del terrible crimen por terrorismo, lo que les podría acarrear hasta cadena perpetua.
Otro de los terroristas es capturado por las fuerzas de seguridad rusas:
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) March 23, 2024
“Vivíamos en un albergue con otros inmigrantes de Tayikistán. No pude encontrar trabajo durante mucho tiempo. Entonces alguien llamado Abdula me envió un mensaje de texto y me ofreció matar gente por… pic.twitter.com/ZyYYJJPbrl
En las últimas horas, la propaganda rusa se ha esforzado en aprovechar la circunstancia para tratar de acusar a Ucrania, al menos como instigador. Sin embargo, diversas informaciones destacan que los servicios de inteligencia de EEUU señalan directamente al Estado Islámico como autor de la masacre.
Este grupo terrorista-yihadista encarna una interpretación radical del islam suní y una implantación de la sharia (ley islámica), hasta el punto de denominar a los islamistas que no piensan como ellos como "apóstatas" o "herejes" (en especial, a la rama de los chiíes).
Torres: "Un poco más tarde, Rusia ha apoyado a Siria durante la guerra civil, y el Estado Islámico estaba en el otro bando
En declaraciones a RNE, Manuel Ricardo Torres, catedrático de ciencia política de la Universidad Pablo de Olavide y experto en terrorismo yihadista, ha explicado: "El Estado Islámico del Jorasán ha tenido una fijación con Rusia en los últimos dos años, criticando frecuentemente a [el presidente ruso, Vladímir] Putin en su propaganda".
Torres ha añadido: "Rusia es desde hace tiempo un enemigo de la comunidad yihadista en general, si uno se retrotrae, por supuesto, a la lucha en Afganistán contra la Unión Soviética. En los años noventa, probablemente el punto caliente número uno para la yihad en todo el mundo era Chechenia; y Rusia, incluso después de ganar en Chechenia, ha estado combatiendo en una contrainsurgencia de muy bajo nivel en el Cáucaso. Un poco más tarde, Rusia ha apoyado a Siria durante la guerra civil, y el Estado Islámico estaba en el otro bando".
Y más: según Torres, "Rusia tiene territorios con mayoría de población musulmana, y esto ya genera una base de partida para el reclutamiento y la radicalización más elevada que otros países sin esas características demográficas".
Al mismo tiempo, China, a quien Rusia se ha entregado, tras su ruptura con Occidente, ha aprovechado el atentado terrorista isl´mico para volver a provovar a Filipinas, por tanto a Occidente y al mundo hispano, con un neuvo acto fe prepotencia: la gaurdia costera china empleó un cañó nde agua contra un buque filipino, hiriendo a alguno de sus tripulantes, en la Mar de China Meridional, en una zona que China reclama como suya aunque el derecho internacional se lo adjudica. Hemos pasado del comunismo chino al matonismo chino.