Contrario al aborto y al matrimonio homosexual y defensor de la libertad religiosa, habiendo abogado por comenzar cada sesión de la Cámara orando, la intervención de McCarthy fue decisiva para bloquear los procedimientos de impeachment contra el expresidente Trump, logrando que la práctica totalidad de legisladores republicanos votaran en contra de la cacería orquestada por los demócratas. También han sido relevantes sus desencuentros con la expresidenta y líder demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, particularmente en relación a la farsa del Comité de Investigación del Asalto al Capitolio. Pero nada de esto es suficiente para que Kevin McCarthy, nuevo Presidente del Congreso de Estados Unidos, se relaje en el cargo. El Caucus de la Libertad ha puesto difícil su elección, hasta quince votaciones y muchas llamadas de Trump han sido necesarias para que McCarthy consiga los apoyos necesarios.
El Caucus de la Libertad no termina de fiarse de McCarthy, eso sí, por motivos muy distintos a los que los medios señalan. Los 20 miembros no confían en que este sea capaz de oponerse con suficiente dureza a Biden.
Y es que si McCarthy quiere despejar toda duda de lo que su papel al frente de los Republicanos en el Congreso va a suponer, tiene que dar la batalla en muchos frentes abiertos. El Partido Republicano espera mucho de él: para empezar deberá dar la talla y mantenerse firme ante la investigación de la la corrupción de la familia Biden.
Otro tema que preocupa al partido es el proyecto Omnibus de Biden, que disparará el gasto público, tema en el que McCarthy deberá mostrar su rechazo con dureza. En el ojo de la polémica, la gran cirsis migratoria de la Administración Biden y la decisión del Presidente de retirar las tropas de Afganistán en 2021. Deberá promover una investigación contra el secretario de Seguridad Nacional de Biden, Alejandro Mayorkas, por su papel en la crisis humanitaria y de inseguridad que sufre la frontera de EEUU en el que buscarán que renuncie a su cargo.
Otro objetivo para McCarthy debe ser el sector antisistema del Partido Demócrata, liderado en el Congreso por las congresistas Alexandria Ocasio Cortez e Ilhan Omar. McCarthy ya anunció que expulsaría del Comité de Asuntos Exteriores a Omar, por sus posturas antiestadounidenses y antisemitas si resultaba elegido Presidente del Congreso.
Además, sus señorías quieren que se investigue al FBI por su politización. Desde finales de agosto,cuando Mark Zuckerberg reconoció que el FBI presionó directamente a su empresa, Meta -el conglomerado que abarca Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger-, para que censurase las informaciones relacionadas con el hijo del entonces candidato y hoy presidente de EEUU, Joe Biden, la imparcialidad y el trabajo del FBI quedó en entredicho. A lo que hay que sumar el asalto que cometieron a la residencia de Donald Trump sin dar ninguna explicación.
McCarthy tiene un largo trabajo por delante.