La semana pasada se conocía la detención del analista ucraniano Igor Danchenko, en el marco de la investigación de la injerencia rusa. Danchenko trabajaba como analista en la Brookings Institution, el principal think tank y centro de análisis de política internacional, vinculado al Partido Demócrata y era la principal fuente del denominado “Dosier Steele”.
Este informe fue elaborado por el exespía británico Christopher Steele, y en el mismo se “acreditaban” las “supuestas conexiones” entre el Kremlim y la campaña presidencial de Donald Trump. Dicho texto fue utilizado por los medios de comunicación como fundamento para acreditar la existencia de la injerencia rusa y para atacar al presidente Trump durante su presidencia por sus supuestos vínculos con los rusos, a quienes se llegó a acusar de manipular los resultados de las elecciones presidenciales de 2016, en las que Trump venció a Hillary Clinton.
El Fiscal especial para el Departamento de Justicia, John Durham, ha procesado a Danchenko por cinco cargos por haber mentido al FBI. Además de la falsedad de la información provista a la agencia federal de investigación, Durham ha acusado también a Dachenko, de ocultar en sus entrevistas con el FBI, su relación con altos cargos del Partido Demócrata. A la acusación a Dachenko se une también la de Michael Sussman, abogado de la campaña presidencial de Hillary Clinton, que ocultó al FBI su vinculación con los demócratas, cuando presentó supuestas pruebas de que los servidores de la campaña de Trump mantenían “comunicaciones inusuales” con el banco ruso Alfa.
La manipulación del FBI no se limita a la difusión de la farsa de la trama rusa, también se extiende a la protección al movimiento marxista Black Lives Matter (BLM) y al grupo anarquista Antifa
Dada la gravedad de los hechos, el presidente del Comité de Inteligencia del Congreso, el congresista demócrata por California, Adam Schiff, ha sido preguntado por la detención de Igor Danchenko en una entrevista en el programa “The View” de la cadena ABC. Así, la tertuliana Morgan Ortangus preguntó a Schiff si se sentía responsable por haber promovido el informe Steele y por haber propagado la mentira de la trama rusa durante años. Schiff respondió que “la responsabilidad de Trump no disminuye por mucho que alguien mintiera a Christopher Steele”, a lo cual Ortangus contestó que “lo único que queda afectado es su credibilidad congresista”. Y tanto, dado que Schiff como responsable de Inteligencia de la Cámara, presentó el informe Steele como prueba irrefutable de la existencia de la trama rusa.
No obstante, la manipulación del FBI no se limita a la difusión de la farsa de la trama rusa, también se extiende a la protección al movimiento marxista Black Lives Matter (BLM) y al grupo anarquista Antifa. Dos formaciones de extrema izquierda que llevan protagonizando episodios de extrema violencia desde el verano de 2020. Así, durante la presentación en el Congreso del programa de la Administración Biden para “confrontar el supremacismo blanco”, que corrió a cargo del Director Adjunto de Contraterrorismo del FBI, Timothy Langan, el agente fue preguntado por la congresista republicana Nancy Mace si el FBI incluía a Antifa y a BLM dentro de la categoría grupos antigubernamentales o grupos terroristas domésticos, y que cuántos actos de violencia o terrorismo doméstico habían cometido Antifa o BLM en los últimos dos años, a lo que el responsable del FBI respondió que no computan información de estos grupos, dado que no los califican como movimientos.
Cada vez resulta más claro que la trama rusa fue una invención de los demócratas y que el FBI trabaja a las órdenes y deseos de los demócratas ¿Dimitirá alguien? Por supuesto que no, la esencia del progresismo es la impunidad.