Gran victoria para la libertad religiosa. El Tribunal Supremo de EEUU ha anulado las restricciones a los lugares de culto en Nueva York.

Los defensores de la libertad religiosa en EEUU se han cobrado una gran victoria. El Tribunal Supremo de EEUU ha anulado las medidas del gobernador de Nueva York, el radical Andrew Cuomo, del Partido Demócrata, que limitaba el aforo en los templos religiosos a entre 10 y 25 personas, según las zonas. Dichas medidas fueron recurridas por la diócesis Católica de Brooklyn junto con dos congregaciones judías. Los recurrentes argumentaban, con acertado criterio, que las medidas del cristófobo gobernador neoyorquino suponían acabar con la libertad religiosa con la excusa del coronavirus, en el cuarto Estado más poblado del país.

El Supremo norteamericano, cuando todavía ejercía la radical de extrema izquierda Ruth Bader Ginsburg sentenció lo contrario en el caso de Nevada

Ahora, el Tribunal Supremo ha fallado a favor de los recurrentes y ha anulado la liberticida orden del ejecutivo neoyorquino. La decisión del Supremo se ha adoptado por cinco votos a favor y cuatro en contra. Para alcanzar esta decisión, ha sido decisivo el voto de la recién nombrada magistrada del Tribunal Supremo, la católica Amy Coney Barrett, quien ha votado a favor de eliminar las restricciones a la libertad religiosa. No exageramos cuando hablamos del carácter decisivo del voto de Barrett ya que, en el mes de julio, cuando el Estado de Nevada adoptó unas medidas liberticidas similares a las neoyorquinas, el Tribunal Supremo, donde todavía ejercía la radical de extrema izquierda Ruth Bader Ginsburg, a quién sustituyó Barrett tras su defunción, votó a favor de la decisión de Nevada de limitar el acceso a los centros de culto por 5 votos a 4.

La decisión del Supremo abre el marco para impedir nuevas restricciones a la libertad religiosa en la primera potencia mundial. Así, en Nevada, los grupos cristianos recurrentes han vuelto a solicitar al Tribunal Supremo que anule la orden emanada del gobernador del Estado, Steve Sisolak, también del Partido Demócrata. El precedente de Nueva York les abre la puerta. Algo que sabremos el día 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, que es cuando la Corte Suprema se reúne para votar el asunto.

Hace años que el antaño cristiano y conservador presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, se había pasado al progresismo radical: la mayoría conservadora no es de 6-3 sino de 5-4

Tal y como predijimos en Hispanidad, con la llegada de Amy Coney Barrett a la más alta instancia judicial, los conservadores ostentarían, por primera vez en décadas, una mayoría de cinco a cuatro en el Alto Tribunal. Los progresistas se rasgaban las vestiduras afirmando que el Supremo ostentaría una aplastante mayoría conservadora de 6 a 3 votos. Pero hace años que el antaño cristiano y conservador presidente del Tribunal, John Roberts, se había pasado al progresismo radical. Extremo que se ha confirmado de nuevo, dado al igual que en el caso de Nevada, ahora en el de Nueva York también se ha posicionado con los progresistas y ha votado a favor de limitar la libertad religiosa. Por tanto, si bien los conservadores ostentan actualmente la mayoría, esta es muy ajustada, solo de 5 votos a 4.

Como católico, seguro que Joe Biden estará encantado de la decisión acordada por el Alto Tribunal… ¿A qué no? No olvidemos que el plan de Biden es incrementar el número de magistrados de la Corte de 9 a 12, para poder recuperar la mayoría progresista. Algo que, además de ser un auténtico fraude, sería una amenaza para los cristianos estadounidenses.