Tras el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania los errores siguen el mismo camino de los horrores de la guerra: se han sedimentado. Nadie habla ya de paz sino de victoria: la guerra se ha vuelto deseable y democrática.
Y no olviden que en el G-20, China e India, las dos mayores tiranías del planeta, se han aliado con Putin. Se han negado a condenar la invasión y que sólo los chinos han presentado un plan de paz. ¿Significa esto que China es la buena? Naturalmente que no, pero Pekín ha aprovechado para llenar el vacío que ha dejado la estupidez occidental. El Occidente cristiano está entregando a la Rusia cristiana en manos de Oriente, en medio de soflamas patrióticas vacías, como las de Joe Biden en Polonia. Un discurso muy apropiado para los centros de veteranos de guerra norteamericanos, pero no para un público global que contempla cómo la violencia crece en el mundo y para un público más sensible que contempla cómo en Ucrania se rompe el Occidente cristiano.
Mientras, Europa se muestra tan belicista como Estados Unidos, que está imponiendo su hegemonía mundial gracias a los muertos ucranianos. Biden incluso pretende ser reelegido gracias a esos muertos
También porque Europa se muestra tan belicista como Estados Unidos, que está imponiendo su hegemonía mundial gracias a los muertos ucranianos. Biden incluso pretende ser reelegido gracias a esos muertos. Es maravilloso: él vacía sus arsenales de armas que se le habían quedado obsoletas y ahora pretende probar sus nuevas máquinas de guerra. Y sin arriesgar la vida de un soldado norteamericano (sí, lo mismo hace Europa), cuyo cadáver pueda volver a casa envuelto en una funda negra... porque eso al votante norteamericano no le agrada.
En España, produce bochorno contemplar al ministro José Manuel Albares proclamando soflamas contra el pérfido Putin y asegurar que continuarán enviando tanques a Ucrania pero que "jamás", oiga, jamás de los jamases, se ha hablado de enviar un sólo soldado español a Ucrania. Le creemos, señor ministro, seguro que ni se lo han planteado. Para el político cobarde, de lejos, la guerra gana votos; de cerca, los pierde.
Zelenski lo tiene claro: no hablará con Putin y le vencerá en el campo de batalla. El engreimiento de este personaje empieza a resultar preocupante y que Occidente no haga el menor intento por atraerse a Putin, aún más
Pues si tan malo es Putin, y tan bueno y necesario defender a los ucranianos, más noble sería enviar soldados a combatir con los ucranianos contra los rusos, no tanques Leopard. Ya saben, como Sánchez que se fue a Ucrania rodeado de cámaras de TV para asegura que los 'Leopard' enviados por España podrían pasar de seis a diez. Nada menos. Total si los destruyen, quien irá dentro será un ucraniano, no un español.
Y Volodímir Zelenski lo tiene claro: no hablará con Putin y le vencerá en el campo de batalla. El engreimiento de este personaje empieza a resultar preocupante y que Occidente no haga el menor intento por atraerse a Putin, mucho más. Entiéndanme: los ucranianos no han tenido otro remedio que defenderse de la invasión rusa pero Ucrania no puede convertirse en un polígono de tiro de las armas de medio mundo.
¿Occidente debe armar a Ucrania? Sí, y también debe hablar con Putin
Entonces, ¿Occidente debe armar a Ucrania? Sí, y también debe hablar con Putin para que Ucrania y Rusia acaben integrados en Europa y en la OTAN y no entregar Moscú a Pekín y Delhi... que eso sí que resulta muy preocupante.
Y el caso es que nadie habla de paz. Bueno sí, los comunistas chinos, pero nadie se fía de ellos. ¿Por qué será?