Decía Chesterton que, en ocasiones, el mayor patriotismo consiste en decirle a la patria lo que la patria no quiere oír. En estos momentos, hay que decirle a los españoles que no podemos abandonar a los venezolanos y hay que decirle a la antigua metrópoli hispana, la creadora de la Hispanidad, que se está comportando con una cobardía lamentable respecto a Venezuela, un país hermano que habla su mismo idioma.
Los venezolanos que han huido de Caracas se han instalado en España. Muchos de ellos, profesionales de primera, lo han perdido todo y se han metido a conductores de UBER o Cabify.
Inacción de la derecha española e inacción y silencio y connivencia con Maduro del Gobierno de Pedro Sanchez, cuyo principal valedor, el expresidente Rodríguez Zapatero, al que ahora se le ha dado orden de desaparecer pero, no se preocupen, que reaparecerá, triunfante, y con su inseparable desfachatez, en cualquier momento. ZP trabaja directamente para el régimen comunista bolivariano y ahora sólo queda preguntarse cuánto cobra por ello.
Álvaro Uribe insiste en una invasión internacional de Venezuela... "preferiblemente" bajo mandato ONU, pero si no... España debería capitanear esa invasión
Por su parte, el expresidente colombiano Álvaro Uribe insiste en una invasión internacional de Venezuela... "preferiblemente" bajo mandato ONU, pero si no... sin mandato ONU. Lo mejor sería un golpe militar desde dentro, pero, ojo, la gran labor de Hugo Chávez consistió en crear un Ejército de milicianos, que no es otra cosa que una policía política dedicada al abuso, la impunidad, el pillaje, la tortura y el homicidio, exactamente igual que lo ocurrido en España durante la II República con los milicianos anarquistas, comunistas y socialistas campando a sus anchas por las distintas ciudades españolas.
Álvaro Uribe “Pedimos una intervención internacional que desaloje a esos tiranos del poder” pic.twitter.com/IoxGJ4cSzH
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) January 11, 2025
En verdad, si a algo se parece el régimen chavista es a la II República de 1931 y todo hace pensar que acabará como ella. En este sentido, una invasión internacional, preferiblemente bajo mandato ONU, no es una mala idea. Y el Ejército español debería coordinarla y dirigirla.
Desde luego, no será con este gobierno. Su silencio ante lo que ocurre en Venezuela resulta estentóreo. Y lo cierto es que a Estados Unidos y a Europa les preocupa poco lo que les ocurra a los venezolanos. A los españoles debería preocuparnos.