En Venezuela, la dictadura de Nicolás Maduro ha detenido a Rocío San Miguel, una abogada venezolana que es también presidenta de la ONG defensa de los Derechos Humanos 'Control Ciudadano'. También detuvieron a su expareja,  Alejandro José González Canales. 

La excusa que puso el régimen para detenerla fue que está “presuntamente vinculada” con un intento de asesinato del dictador Maduro. En palabras del fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, por “presunta comisión de los delitos de traición a la patria, conspiración, terrorismo y asociación”.

Tras su detención, Rocío San Miguel fue enviada al 'Helicoide' (Caracas), la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), con fama de ser la cárcel más sanguinaria del régimen, donde se ejecutan torturas y todo tipo de crímenes contra los derechos humanos más básicos.

El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha mostrado su preocupación: "Tenemos conocimiento de que Rocío San Miguel y creo que un par de miembros de su familia han sido detenidos. Estamos profundamente preocupados por eso". Además, ha exigido a Maduro que cumpla sus compromisos con la oposición firmados en Barbados, cuyo incumplimiento ya ha acarreado para Venezuela la vuelta de algunas sanciones por parte de EEUU. 

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Asimismo, miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (que agrupa a 27 exjefes de Estado y de Gobierno de España e Hispanoamérica) denunciaron: “Enterados de que el régimen dictatorial de Nicolás Maduro arremete con saña mediante la práctica de desapariciones forzadas, (...) condenamos tales hechos y alertamos a la opinión pública y la comunidad internacional”.