Hace poco más de un mes tenía lugar la undécima concentración en Ferraz, un día especial, ya que horas antes el PSOE registraba en el Congreso su propuesta de Ley de Amnistía. Una noche más, hacía acto de presencia Santiago Abascal, pero en esa ocasión iba acompañado.

Se trataba nada más y nada menos que del célebre periodista conservador estadounidense Tucker Carlson. Desde que fuera despedido de Fox, Carlson ha ido por libre, entrevistando de manera independiente a líderes políticos internacionales, en Buenos Aires con Javier Milei, en Estados Unidos a Donald Trump o en Hungría a Viktor Orbán. Sus entrevistas baten récords de audiencia en redes sociales: la de Trump llegó a superar los 100 millones de reproducciones. 

Carlson quiso acompañar a los españoles concentrados en Ferraz para dar visibilidad a la situación española en el resto del mundo: "El mundo no ha visto con claridad que lo que ocurre aquí estos días, es muy importante", "Espero poder cambiar eso". 

Ahora el periodista vuelve a a salir en defensa de otra causa que parece perdida en la progre Europa: “Hungría no es un lugar radical en absoluto... Es moderado. Sus voces de oposición no sólo están permitidas sino que son prominentes. Es una especie de democracia en la que uno quiere vivir”.

Así, Carlson defiende a Hungría y a su primer ministro, duramente atacado en estos días por su negativa a decer en la adhesión de Ucrania a la Unión Europea, ¡cómo se le ocurre! si Úrsula ha sido buena y le ha desbloqueado parte de sus fondos. 

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