Contábamos el pasado mes de mayo que el PSOE retiró su enmienda con la que pretendía endurecer los dos preceptos destinados a prohibir la prostitución para salvar la ley "solo sí es sí" de Irene Montero.
Ayer martes la norma se discutió en el Parlamento y, el Pleno del Congreso aprobó la toma en consideración de la Ley, impulsada por el PSOE, para abolir la prostitución y que recoge, de forma mayoritaria, la enmienda que los socialistas presentaron a la ley 'solo sí es sí'. 232 votos a favor del PP, PSOE y Podemos, menos los siete diputados de En Comú que han votado en contra al no estar de acuerdo con la forma. Asimismo, ERC, Ciudadanos y la CUP han sumado 38 votos negativos, mientras que han sido 69 las abstenciones de Bildu, PNV y Vox. Así, el proyecto sale adelante y volverá al Congreso para su aprobación definitiva.
En la norma encontramos la modificación del artículo 187 del Código Penal para que "castigue de forma general el proxenetismo, sin exigir relación de explotación". Un castigo de prisión de 3 a 6 años y multa de 18 a 24 meses a quien, empleando violencia, intimidación, o abusando de una situación desuperioridad, o de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima, determine a una persona a ejercer o mantenerse en la prostitución. Además, la propuesta recupera la tercería locativa que pena a aquellos que, con ánimo de lucro y de forma habitual, cedan bienes inmuebles o local parafavorecer el ejercicio de la prostitución, es decir, a los dueños de clubes, locales o pisos donde se ejerza la prostitución. E incluye "reproche penal" para las personas que contraten los servicios de las mujeres prostitutas, al considerarlos parte fundamental, se trata de multas de 12 a 24 meses, que se eleva a prisión de 1 a 3 años y multas de 24 a 48 meses si la persona que presta el acto sexual es menor.
Las posturas entre las formaciones políticas han sido diversas, entre los que consideran que la prostitución debe regularse y los que creen que debería ser prohibida en todas sus formas.
Cuando la enmienda se intentó incluir en la ley de Irene Montero, ERC, PNV, EH, Bildu, Ciudadanos o CUP forzaron para que se eliminara, defendiendo que era necesario tratar la explotación sexual en un debate más calmado y garantizar los derechos de aquellas mujeres que ejercen la prostitución libremente, vamos, que quieren regular, no prohibir.
Unidas Podemos ha decidido otorgar libertad de voto a sus diputados, por lo que Podemos e IU votaron a favor. Podemos se muestra favorable a la norma, aunque sigue presionando por incluir una alternativa vital para las mujeres que ejerzan la prostitución, es decir, quieren que se castigue al proxeneta, pero que si una mujer quiere ejercer la prostitución, no se lo pongan difícil:"porque apostamos por el derecho a tener derechos, también para las personas en situación de prostitución que así lo deseen". La postura de Izquierda Unida es apoyar a los socialistas, mientras los diputados de En Comú Podem mostraron su rechazo a la norma.
Por lo que el PSOE dependía del PP, que indicó que mostraba su apoyo, siempre y cuando, los socialistas se abrieran a pactar revisiones o mejores que completen la norma y otorguen la "máxima cobertura" legal a las víctimas de explotación sexual. Es decir, populares y socialistas comparten esa perspectiva abolicionista y no reguladora, que defienden las fuerzas de extrema izquierda.
En resumen, todos están de acuerdo: el proxeneta, vulgo chulo, es culpable, el cliente es culpable, la prostitución es mala... pero ¿y la prostituta? Ahí es donde discrepan. Pero la prostituta también es culpable porque los tres, cliente, proxeneta y prostituta, son verdugos.
El feminismo es presa de sus propias contradicciones: en lugar de salvar a la mujer persigue al hombre.