Que lo diga yo no tiene mucha importancia. Soy lo que hace años -afortunadamente, ya no- se llamaba un católico de base, sin ninguna autoridad. Pero que lo diga el Obispo de Alicante, José Ignacio Munilla, es otra cosa y resulta más relevante. Primero, porque lo dice mejor que yo y 'a lo obispo', seres bastante más capacitados que yo. Pero que conste que decimos lo mismo, sólo que Munilla, por obispo, no puede bajar a la arena política y se queda aquí: es difícil que alguien que tenga una “recta conciencia pueda votar al PP”. Lo mismo: un católico no puede votar a Feijóo.
Hay un antes y un después en materia de aborto y en el conjunto de la política española, ojo, no desde que el Tribunal Constitucional progre, el de Conde Pumpido, esto es, el de la aberración jurídica, dictaminara que la Ley Aído era constitucional, sino desde que el líder de la derecha española, Alberto Núñez Feijóo, dictaminara que se trata de una ley muy ‘buena” y “correcta”. Ahí cayó el telón.
Entiéndase: hay muchos que llevamos diciendo, desde hace años, que la actitud del Partido Popular respecto al derecho a la vida era la propia de los aborteros de la izquierda, sólo que disimulada. Disimulaba para no parecerse demasiado al PSOE. Pero ahora, insisto, el PP se ha quitado la careta y manifiesta que ya cree en el derecho al aborto y en el aborto libre que rige en España.
Ahora bien, las palabras de Feijóo han servido para que Monseñor Munilla dictamine que el PP se sitúa en el mismo campo que el PSOE e igual de anticristiano: un católico no puede avalar con su voto, aún menos con su escaño, el abortismo del PP, ergo, un católico no puede votar al PP.
¿Se imaginan lo que pasaría si, como debiera, toda la Iglesia española dijera esto mismo que ha dicho Munilla? Pues eso, que un católico no puede votar al PP. Un católico no puede votar a un partido, sea de derechas o de izquierdas, que se ensaña con la vida del no nacido. Y en cuanto a votar a Feijóo creo que es llegado el momento de recordarle sus palabras, un día sí y otro también: una ley buena y correcta, ya lo creo.
Las palabras de Feijóo deben enmarcar el destino del voto católico. Y si no lo enmarcan, entonces el problema no serán los políticos españoles, sino nosotros, los católicos y la Iglesia… también porque sin derecho a la vida no existe derecho alguno.
Enhorabuena, monseñor Munilla: ahora sólo queda que todos los obispos españoles le imiten. La Conferencia Episcopal ha dicho algo pero no ha concluido que un católico no puede votar al PP… que es lo que ha dicho Munilla y lo que le haría daño al PP... y le obligaría a rectificar.