El secretario general de UGT, el mariscólogo Pepe Álvarez, ha convertido a UGT en un sindicato matón, y amenaza con "grandes movilizaciones" si la CEOE no se sienta a negociar. "Se quedó colgado en julio”, claro Pepe, porque tú dijiste que teníais que disfrutar del verano, "en septiembre tenemos que dejarlo listo", y concluye su advertencia: “O enfrentar un otoño, un mes de octubre, finales de septiembre, de movilizaciones generales en el país; o retornar a la mesa de negociación”. Pero a Álvarez no le vale solo con que se sienten a negociar, quiere una respuesta que él estime correcta:“si no hay una respuesta positiva, también habrá protestas”. Vamos, que poco margen le queda a la patronal para negociar...
Tal amenaza de sicario del tres al cuarto se ha visto apoyada por la Ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno de España, la fashionaria Yolanda Díaz: "Doy mi apoyo explícito a las movilizaciones sindicales frente a la patronal española en materia de reivindicaciones salariales".
Es decir, la ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno aplaude las movilizaciones contra la patronal, no el diálogo, el consenso, la escucha o el sumar, no, instiga las revueltas en la calle. Hemos llegado a normalizar tal cantidad de cosas con este Gobierno que esto puede pasar como un detalle más, pero no lo es, es algo muy grave que una ministra y vicepresidenta llame a las movilizaciones de masas contra otra parte de la sociedad.
Pero es que Yolanda no se ha quedado en dar su "apoyo explícito" a las presiones de los sindicatos, sino que ha señalado claramente al responsable de todos los males y, sorpresa sorpresa, no es Sánchez, sino Garamendi: "Le pediría a la CEOE que se comprometa con su país", ha demandado,"Creo que el señor Garamendi sabe muy bien lo que está pasando en nuestro país y bloquear la negociación de los convenios colectivos hoy no es una buena receta para un país que necesita, no solamente que los trabajadores no lo pasen mal, sino que dejen de perder poder adquisitivo". "Es bueno para la economía tener salarios dignos que permitan a las personas vivir con dignidad. Se habla mucho de los salarios y se habla muy poco de los enormes dividendos que se reparten los grandes Consejos de Administración o los salarios en los Consejos. Tienen que ser debatidos", ha concluido, parece que se le ha olvidado recalcar que poco se habla de los salarios que cobran los ministros como ella.