Hace unos días, les hablábamos de la nueva filtración-cortina de humo del Gobierno de Sánchez: el regreso de Villarejo, esta vez con Cospedal de estrella invitada. Durante los últimos meses hemos recibido encuestas que muestran cómo Sánchez va perdiendo apoyos, vaticinios de que las elecciones están al caer, y una muestra tras otra de la guerra interna de podemitas y socialistas en el Gobierno. Pero la realidad es otra, a Sánchez no le echan de Moncloa ni con agua caliente. Va a acabar la legislatura y lo hará con el apoyo de sus socios, porque si el sanchismo está en horas bajas, la extrema izquierda y los independentismos, aún más, y si no están en el Gobierno, ¿a dónde van a ir?
Y es que, cuando parece que todo está perdido para el guapo de Sánchez, la maquinaria de Moncloa saca algo que desvía la atención de los españoles durante unos días, y grita: ¡Mira, un burro volando! Pues bien, parece que en Moncloa están nerviosos, y en este mes de mayo, próximo a las elecciones andaluzas, han sacado al burro mayor, las medidas de Irene Montero.
Si ayer martes se daba luz verde en el Consejo de Ministros a su homicida, mentirosa, majadera y ordinaria ley del aborto, hoy miércoles 18 de mayo, doña Irene vuelve a la carga con su otro gran éxito: la ley solo sí es sí. Parece que mayo ha sido el resurgir de la ministra de Igualdad.
Así, hemos pasado el día escuchando que la Ley de Garantías de la Libertad Sexual, conocida como Ley de 'solo sí es sí', estaba en peligro, que la ministra estaba preocupada y que hablaría con sus socios socialistas para sacarla adelante, porque "el movimiento feminista se lo merece". Desde igualdad estaban dispuestas incluso a sacar de esta ley los artículos que tienen que ver con la prostitución para lograr un "acuerdo amplio".
Un nuevo baile de distracción entre socialistas y podemitas que ha concluido: el PSOE retira la enmienda sobre la prostitución por la falta de apoyos en la ley del sí es sí. Dicha enmienda pretendía endurecer los delitos de proxenetismo.
Algo que ha hecho que la gente no esté pendiente de la cuestión clave: Sólo el sí es sí. Es decir, que cualquier relación sexual puede acabar en que la parte femenina del acto asegure que, como ella no dio el sí, ha sido víctima de una agresión sexual. Y eso significa la interposición de una denuncia por violación, que puede ser castigada con penas de años de cárcel. Porque otro punto clave de esta ley es que 'las víctimas' "ya no tendrán que acreditar que se han resistido o que ha habido violencia". Esto significa que "todo acto sexual sin consentimiento será agresión" por lo que se "eliminan" los abusos sexuales del Código Penal.