La jornada del jueves 9 resultó políticamente divertida Ya saben: El conjunto de España está dispuesta, vía presupuesto público, a invertir 1.700 millones de euros para convertir El Prat, en un aeropuerto internacional de primer orden.
Pedro Sánchez condiciona el dinero a la unidad a ERC y Junts mientras Yolanda Díaz arremete contra la ampliación por razones ecológicas
Y entonces surge el tinglado de la antigua farsa. Por una parte, una Moncloa dividida exige una postura única a la Generalitat. Al tiempo, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés García, imagen del independentismo, exige los 1.700 millones de euros para ampliar el aeropuerto pero sin renunciar a su ‘derecho’ a insultar a España. Suelta el dinero pero no esperes que te de las gracias. Todo lo contrario.
Pedro Sánchez ha inventado la contradicción creativa: su Gobierno anda a bofetadas entre socialistas y podemitas
Desde la otra trinchera, Pedro Sánchez condiciona el dinero -que tampoco es suyo sino de todos los españoles- a la unidad a ERC y Junts, mientras Yolanda Díaz vicepresidente podemita de Sánchez, arremete contra la ampliación por razones ecológicas.
Insistimos: el pluralismo interno no es otra cosa esquizofrenia
Pedro Sánchez ha inventado la contradicción creativa: su Gobierno anda a bofetadas entre socialistas y podemitas pero exige unidad sin fisuras al resto. Y a esto le llama pluralismo. Oiga no: el pluralismo interno no es esquizofrenia. Lo que existe es el pluralismo interno: distintos partidos políticos que representan opciones distintas ente las cuales eligen los ciudadanos, pero eso de que un partido represente dos ideologías distintas y enfrentadas… eso no es pluralismo, sino esquizofrenia. Y encima, la esquizofrenia suele ir acompañada de cierta paranoia: la que sufre Sánchez, la que sufre Podemos, la que sufre el independentismo catalán.