Nueva modificación abortera para hacer la ley del aborto aun más homicida. A raíz de la polémica de Castilla y León, Más País impulsó una enmienda en el Senado desde la Comisión de Igualdad, que modifica el artículo 24 de la ley del aborto y añade un nuevo apartado para obligar a las Administraciones Públicas a "garantizar el libre ejercicio del derecho a la interrupción del embarazo" y "velar por evitar que la solicitante sea destinataria de prácticas que pretendan alterar" su decisión.
"Las intervenciones diagnósticas y terapéuticas asociadas con la decisión y la práctica de la interrupción del embarazo deberán basarse, en todo caso, en la evidencia científica", finaliza el nuevo apartado. "Evidencia científica", pero la evidencia que ellos quieran, porque el latido del corazón parece que no lo es. ¿Qué es lo que le molesta a la señora ministra y compañía? ¿que si una mujer ve qué tiene dentro, se dé cuenta de lo que está a punto de hacer, se arrepienta y no aborte? Evitando por otra parte los riesgo que conlleva un aborto y las secuelas que deja. Y es que si le ves o le oyes, no abortas y, claro, eso no es progresista.
Por esta enmienda se afirma que en ningún caso se podrá coaccionar a la mujer "ya sea para afianzar, revocar o para demorar" su decisión y solo se le permitirá contarle aquella "información clínica imprescindible y pertinente".
Algo que ya advirtió el PSOE que haría: introducir una enmienda para prohibir las "coacciones" a las mujeres que quieren abortar. Y lo han logrado con el texto aprobado en la Comisión de Igualdad del Senado, que ha dado luz verde al dictamenten de la nueva ley del aborto con 16 votos a favor, 12 en contra y 2 abstenciones, lo que hace que el proyecto se remita al Pleno del Senado. Más tarde pasará al Congreso que la aprobará de manera definitiva.
En esos votos en contra están los de los senadores del PP, que sí han firmado esta enmienda transaccional para no 'condicionar' a las mujeres, pero que han avanzado que no apoyarán la reforma de la ley del aborto. Curiosa la doble moral de los populares, que se rasgan las vestiduras porque con la nueva ley puedan abortar las menores sin consentimiento paterno, pero que ven normal, aceptable y constitucional, que una mujer pueda acabar con la vida del ser humano más inocente del mundo.