Observen el vídeo adjunto de Angels Barceló en la Cadena SER, en el momento en el que Sanchez anuncia elecciones generales para el 23 de julio. La emisora se ha apresurado a aseverar que es la reacción lógica de cualquier español ante la sorpresa... uno más bien diría que es la expresión de quien se dice a sí mismo: ahora sí que voy a perder el empleo.
Your browser doesn’t support HTML5 video
A las 12,00 de la noche Pedro Sánchez cae en la cuenta de la magnitud de la derrota del 28-M. 10 horas después convoca elecciones para el 23 de julio. ¿De verdad puede alguien creer que Sánchez considera que en 50 días España va a dar un vuelco? ¿En serio?
No, lo que ha ocurrido es lo siguiente: el felipismo, el viejo PSOE, mismamente José Bono, aunque no ha sido el único, se propone utilizar la primera reunión del Comité Ejecutivo del PSOE para pedirle a Pedro Sánchez que se aparte, que no le aceptan como candidato socialista y le amenazan con expulsarle del partido.
El aparato mediático de Sánchez se pone a su servicio para darle la vuelta a las cosas. Ayuso quiere La Moncloa, Feijóo se echa en manos de los ultras de Vox...y Pedro Sánchez es un audaz
Sabedor de esto, Sánchez se adelanta y convoca elecciones, que eso no depende del secretario general del PSOE sino del presidente del Gobierno. Y así, no convoca ni al partido ni al Consejo de Ministros. Lo anuncia por la tele, sin preguntas y dejando a todos boquiabiertos. Y si el partido quiere impugnar la decisión... pues el PSOE acabaría en la marginalidad.
En definitiva, o yo o el caos. Sánchez ha convocado elecciones generales para que el PSOE no le echara.
Pero lo malo no es eso, lo malo es que, como buen ególatra, a Sánchez las consecuencias de su nueva huída hacia adelante le importan poco: si pierde el 23 de julio, está dispuesto a dejar una España arruinada -eso seguro- a fuer de ingobernable.
¿La solución es Feijóo? No. Si Sánchez se va conseguiremos que el cáncer no se convierta en metástasis. No es poco pero tampoco es mucho: seguimos teniendo un tumor
Es igual: el aparato mediático del Sanchismo ha tardado un segundo en ponerse a su servicio, para darle la vuelta a las cosas. Consignas:
2.Feijóo se echa en manos de los ultras de Vox.
3.Pedro Sánchez es un audaz. Convocar elecciones generales horas después de perder las municipales y autonómicas, es un alarde de valentía política, de resiliencia, y encima es un tipo humilde, lo hace porque ha sabido asumir la derrota.
Con tanto disparate de Sánchez no me extraña que Feijóo esté contento. No es el Barça el que ha ganado: es el Madrid el que ha perdido.
Que quede claro: la solución no es Núñez Feijóo, una gelatina sin principios. No, si Pedro Sánchez se va, conseguiremos que el cáncer no se convierta en metástasis. No es poco pero tampoco es mucho: seguimos teniendo un tumor.