Si uno consulta en el diccionario de la Real Academia Española el significado de la palabra artesanía sólo encontrará dos definiciones: clase social constituida por los artesanos, y arte u obra de los artesanos. Sin embargo, es mucho más que eso, pues ha resurgido desde hace unos años y se ha convertido en un valor añadido y en alza en la industria textil.

Por ello, no sólo los proyectos de artesanos tienen vida propia, sino que también se pueden producir alianzas temporales con diseñadores y con grandes marcas que buscan dar un toque especial a sus productos, así como ofrecer la mayor calidad y una experiencia única a sus clientes. Y de España se puede decir que es tierra de artesanos de todo tipo (tejedores, costureros, alfareros, joyeros, etc.), que ahora están viviendo una nueva época de crecimiento y con proyectos que, en muchos casos, ayudan al desarrollo local, y que también están comprometidos con la sostenibilidad.

En Hilando el tiempo se apuesta por productos personalizados y únicos, que se pueden usar durante toda la vida e incluso se heredan, destinados a “un público que quiere cosas con alma”

 

Entre los numerosos ejemplos está Hilando el tiempo, la firma sevillana creada en 2012 por Eva Pozuelo y Rosario Andrade con el objetivo de hacer prendas con la técnica ancestral del ganchillo (también conocido como crochet), que hasta entonces solo era una afición para ellas. Una apuesta por productos personalizados y únicos, que se pueden usar durante toda la vida e incluso se heredan, destinados a “un público que quiere cosas con alma”, lo que contrasta con el vertiginoso mundo de la moda rápida y de las tendencias que llegan y se van en un plis plas. Y lo hacen también con un compromiso con la sostenibilidad medioambiental y la procedencia ética de sus materias primas, que van desde las clásicas lanas a distintas fibras (procedentes de alga, bambú o maíz) y algodón orgánico hilado y teñido por mujeres desfavorecidas de Sudáfrica. Además, quieren extender la técnica del ganchillo del textil a la joyería, mediante hilos de oro y plata, para dar lugar a gargantillas, collares, brazaletes, pendientes, etc.

Andrea Boix también quiso rescatar la tradicional técnica del ganchillo y, con su abuela como principal inspiración, creó la firma alicantina Croixet. Una marca que elabora bolsos que son piezas únicas hechas a mano bajo pedido, ofreciendo artesanía, exclusividad y sostenibilidad local, e incluso personaliza el embalaje.

Mysulafish nació en 2012 de la mano de Paloma Riva, basándose en la moda lenta, con conciencia y delicadeza, y en la producción en talleres locales que cuidan las prendas y las confeccionan de una en una mimando los detalles

 

La firma textil Candelas y Felipa surgió en 2015 y no se olvida de su tierra, La Mancha, en una de sus colecciones, pues apuesta por valorar lo que somos a través del lugar de origen. Por su parte, la sevillana Ewigem, creada por Adriana Nieto, apuesta por creaciones hechas a mano, como hacia su abuela, y por mantener vivas las técnicas tradicionales; dando lugar a trajes de baño, camisetas, tops, faldas, vestidos, blazers, pantalones e incluso prendas deportivas. Mysulafish nació en 2012 de la mano de Paloma Riva, basándose en la moda lenta, con conciencia y delicadeza, y en la producción en talleres locales que cuidan las prendas y las confeccionan de una en una mimando los detalles, como se puede ver en sus bañadores, blusas, chalecos, jerseys, tops, vestidos e incluso complementos (pendientes y gorras). La firma gallega AL by Andrea Lourido tiene su origen en su amor a la moda desde pequeña y que se ha acabado convirtiendo en su profesión, dando lugar a prendas artesanales y complementos que se hacen a medida, cuidando los detalles e incluso ofreciendo la posibilidad de personalizarlos.

Luciana Estudio es una marca de chaquetas de mujer confeccionadas en pequeños talleres en Madrid, cuya filosofía se basa en ofrecer un producto duradero y sostenible, dar valor y conciencia a lo que se compra, y seguir con las tradiciones artesanales. Así, entre sus productos hay chaquetas pintadas a mano, con cierres especiales (por ejemplo, ojales con lazos) y de distintas texturas. Y si algunas marcas recuperan la técnica del ganchillo, otras optan por dar una segunda a otro producto muy español y artesano como es el mantón de Manila: lo hace la firma Room17 fundada por Ana Canalejo, con base en Madrid y raíces sevillanas y parisinas. Canalejo ha decidido dar una segunda vida al mantón de Manila, que ya en pocas ocasiones se luce de la manera tradicional, y lo ha convertido en falda, cansada de ver cómo en multitud de colecciones firmas internacionales se usaban elementos típicos de la cultura español, como el flamenco o el toreo, en prendas que pocas veces habían salido de un taller español.

Si algunas marcas recuperan la técnica del ganchillo, otras optan por dar una segunda a otro producto muy español y artesano como es el mantón de Manila: lo hace la firma Room17 fundada por Ana Canalejo, con base en Madrid y raíces sevillanas y parisinas

 

Por su parte, Carmen17 es un estudio de moda sostenible que tiene su origen y convive con el taller de vestuario escénico fundado por Sofía Nieto y Arancha Rodrigálvarez, se dedica a realizar ropa a medida en colaboración con artesanos locales de diferentes disciplinas a partir de unos prototipos que se pueden personalizar y modificar detalles, y a precios ajustados. Dakota Lean llegó de la mano de Patricia Gago y las ganas por crear una firma que seleccionara materiales y fabricara prendas con un proceso cuidado y artesanal en nuestro país, tanto para una ocasión especial como para la vida cotidiana: vestidos, faldas, chaquetas, blusas, pantalones, etc. en ediciones limitadas y que se envuelven en papel y “amor”. The Curiousers llegó en la pandemia, apostando por la creatividad y la curiosidad con prendas originales, sostenibles y solidarias. “Desde que mi madre me hacía la ropa en la costurera del pueblo, yo soñaba con crear, se quedó en mi retina esa tijera cortando las infinitas telas, esa tiza perfilando los patrones…”, cuenta Sandra Castiñeira y ha hecho realidad su sueño en la firma Muy Castiñeira, que ha creado desde el taller gallego artesano Creaciones Hortensia, con la ayuda de Rita, Chenta y Lina.

Pero no sólo hay una apuesta por la artesanía local en las prendas, también en los complementos. Por ejemplo, con la marca Olvido Madrid y sus bolsos de diseño hechos a mano en cordón de seda y accesorios artesanales elaborados en Madrid y Guadalajara. También con Heimat Atlántica, la marca fundada por Montserrat Álvarez, donde Celeste fabrica la base de cada bolso, el genio Mario Feijóo completa los detalles de porcelana desde su taller de Ponte Ulla, Idoia Cuesta elabora las asas y las tradicionales colareiras de O Grove se encargan de trabajar las conchas para singulares piezas de joyería (pendientes y collares). Por su parte, la firma donostiarra Box San Sebastián se centra en la marroquinería artesanal, dando lugar a bolsos eternos, sofisticados y funcionales para el uso diario, a base del mejor cuero europeo, con meticulosos detalles hechos a mano e incluso dando una segunda vida a plásticos recuperados de los océanos. Técnicas centenarias de la sombrerería y tintes vegetales del pueblo de Gata de Gorgos (Alicante) siguen vivas en la marca Zahati, extendiendo el legado familiar a la cuarta generación y dando lugar a sobreros de paja y fibras vegetales inspirados en la arquitectura, el arte, la naturaleza y la tradición. Y en Momoc se apuesta por calzado artesanal único y original, sin usar ningún material de origen animal y optando por materiales reciclados y ecológicos.

“Desde que mi madre me hacía la ropa en la costurera del pueblo, yo soñaba con crear, se quedó en mi retina esa tijera cortando las infinitas telas, esa tiza perfilando los patrones…”, cuenta Sandra Castiñeira y ha hecho realidad su sueño en la firma Muy Castiñeira

 

Y de las prendas de ropa y los complementos a los textiles y otros objetos artesanales para el hogar. Entre los numerosos ejemplos está Teixidors, empresa que surgió en 1983 en Tarrasa (Barcelona) y trabaja textiles (chales, ponchos, mantas, fundas de cojines, bufandas y guantes) con altísima calidad y 100% de origen local, mostrando su compromiso con la naturaleza y con las personas en proyectos de regeneración paisajística y economía circular, y a través de la inclusión de empleados con discapacidad intelectual. La marca barcelonesa Santa Living, fundada por César Carcaboso y Josep Vicens, trabaja textiles del hogar sostenibles que se inspiran en los paisajes de L’Empordà y son una invitación a un ritmo de vida más pausado, respetuoso y armonioso. En la firma segoviana Ábbatte crean objetos textiles de forma lenta y meticulosa en telares manuales por parte de tejedores locales y con fibras naturales de alta calidad teñidas con pigmentos extraídos de plantas e insectos.

En el proyecto alicantino dE.LENZO cortan, diseñan y cosen sus piezas de ropa de cama (colchas, sábanas) y del hogar (cojines, cortinas, manteles, servilletas, caminos, paños y toallas), así como complementos (bolsas, delantales y gorros) con lino europeo y opciones de personalización. En Alma Green fabrican ropa de cama, accesorios y prensas únicas y muy sostenibles a base de recolectar textiles antiguos y transformarlos en hilos nuevos, de la mano de Sylvie Degrange y Hélène-Marie Ceillier, poniendo atención a cada pequeño detalle. En BeKume se apuesta por ropa de cama de punto con algodón 100% peinado en bonitos colores, dando lugar a tejidos resistentes, así como cálidos en invierno y frescos en verano. Y Mantas de Grazalema tiene su origen en la fábrica de mantas, bufandas y ponchos de lana de este municipio gaditana creada por Vicente Narváez Bajón y que en 1986 dio lugar a Artesanía textil de Grazalema S.A. para mantener algunas de las técnicas tradicionales grazalemeñas que hicieron tan famosas a las mantas y paños de aquella época, combinadas con procesos más actuales.

En la firma segoviana Ábbatte crean objetos textiles de forma lenta y meticulosa en telares manuales por parte de tejedores locales y con fibras naturales de alta calidad teñidas con pigmentos extraídos de plantas e insectos

 

 

 

Por su parte, en la marca familiar barcelonesa Nani Marquina se mezcla la originalidad con la sostenibilidad y el respeto por los tejidos en alfombras contemporáneas y otros accesorios (tapices, mantas y puffs). En Tembleque (Toledo), la firma Eturel intenta recuperar el oficio de tejedor desde 2016 creando productos 100% artesanos usando como materia prima textiles resistentes, naturales y de larga tradición, como la arpillera, la alpujarra o la loneta para dar lugar a manteles, servilletas, delantales, cojines, posavasos, bolsos, pareos, capazos, pañuelos, coleteros etc. y también otras materias primas para multitud de objetos (velas, ensaladeras, fruteros, aceiteras...) . Y desde Allariz (Orense), Inés Rodríguez se inclina por fabricar mantas, bufandas y cojines con la marca Rir&Co, usando materiales naturales e inspirándose en la tradición, pero también en libros y museos o en materiales y técnicas que ella misma investiga, y buscando siempre la sostenibilidad y la eficiencia de recursos.