En la actualidad, las empresas ya no se limitan a realizar su labor profesional, sino que también se involucran con la sociedad en la que operan y esto aporta un
valor añadido a su marca. Lo hacen a través de distintas actividades, las cuales se enmarcan en lo que se denomina
responsabilidad social corporativa (RSC). Entre las acciones de dicha área hay una gran variedad: integración laboral, educación, ayuda humanitaria,
respeto al medio ambiente, etc. Esta vez nos centraremos en este último tipo a través de una iniciativa denominada
Bangladesh Water Pact, relacionada con la
industria textil.
Se trata de una alianza, que tiene el gran compromiso de lograr un cambio ambiental positivo para el sector, sus trabajadores, las comunidades circundantes y asimismo, contribuye a ganar eficiencia y competitividad. En concreto, dicho cambio ambiental se traduce en una
producción más limpia y en apostar por un
uso sostenible del agua.
Bangladesh Water Pact, como su propio nombre indica, se desarrolla en Bangladesh. Este país asiático se sitúa en el sur del citado continente, entre India y Myanmar, y el sector textil es uno de los pilares de su economía. Un dato que ilustra muy bien esto es que
Bangladesh es el segundo exportador textil del mundo, después de China: por ejemplo, en 2012 registró unos ingresos de 21,5 millones de dólares (unos 19,88 millones de euros), que supusieron
casi el 80% de los ingresos por exportación; se prevé que la cifra se triplique en el año 2020.
Sin embargo, este sector tan beneficioso para la economía bangladesí, no lo es tanto para otras cuestiones. Es uno de los principales responsables de la
escasez de agua, debido a que sobreexplota las aguas subterráneas, pues
consume cerca de 1.500 millones de litros de éstas al año, y de la
contaminación de las aguas superficiales, por un inadecuado tratamiento de los efluentes -líquidos que proceden de una planta industrial-, los cuales son vertidos con poco control. Además la
ausencia de un canon/tarifa sobre el consumo de agua facilita que determinadas prácticas no sostenibles continúen.
Algunas fábricas textiles de procesamiento húmedo utilizan
entre 250 y 300 litros de agua por kilo de tejido, unas cifras que se encuentran bastante lejos de lo que se considera la mejor práctica mundial (50 litros/kilo de tejido o menos). Para disponer de recursos hídricos, al no tener que pagar por su consumo, utilizan el dinero para invertir en construcción de molinos, sistemas de bombeo, perforación de pozos, etc.
Pero dichas prácticas han dejado la situación de las aguas subterráneas de la capital de Bangladesh, Dhaka, en estado crítico. Conviene recordar que
más del 80% de la ciudad se basa en ellas para el consumo doméstico y los usos industriales, por lo que una caída significativa en sus niveles también afecta a la economía en su conjunto.
Bangladesh es el segundo exportador textil del mundo y sus fábricas consumen cerca de 1.500 millones de litros de agua al año
Bangladesh Water Pact se basa en la experiencia desarrollada por el programa de
Producción Más Limpia del Fondo de Desarrollo de Empresas Asia Meridional (
SEDF), financiado por Reino Unido y Noruega. Este Pacto reúne a compradores, fábricas, sociedad civil y especialistas técnicos. Su objetivo es que
200 fábricas textiles de procesamiento húmedo realicen una producción más limpia y además reduzcan el consumo de aguas subterráneas y la contaminación de las superficiales, es decir, un uso sostenible de los recursos hídricos.
Los encargados de implementar el Bangladesh Water Pact son International Finance Corporation (
IFC) y
Solidaridad, en cooperación con la asociación líder de la industria textil del país, Fabricantes y Exportadores de Ropa de Bangladesh (
BGMEA). El patrocinador ancla es la
embajada del Reino de los Países Bajos en Dhaka; los patrocinadores principales son famosas multinacionales textiles (
C&A,
H&M e
Inditex) y también hay asociados (G-Star, KappAhl, Lindex, Primark y Tesco), además los especialistas técnicos de TNO y Water Footprint ayudan en la ejecución.
Bangladesh Water Pact se pone en marcha, además de los objetivos mencionados, por una importante razón: el país es el segundo exportador textil del mundo, por lo que la producción es de elevadas cantidades y no es factible que las marcas cambien su producción a otros países. Esto además perjudicaría mucho a la economía bangladesí, pues del sector dependen
cuatro millones de personas, principalmente mujeres. Por todo ello, el Pacto ofrece a las marcas la oportunidad de participar de forma constructiva con las fábricas locales, el gobierno y las comunidades para mejorar el comportamiento ambiental del sector.
Sin embargo, Bangladesh Water Pact no es la única iniciativa de este tipo. IFC está implementando también un programa de producción más limpia similar en China y otro en Vietnam, que adopta tecnologías para ahorrar agua dulce y evitar gases de efecto invernadero. Por su parte, en China, Solidaridad lanzó la Iniciativa Molino Mejor en septiembre de 2013 para mejorar la sostenibilidad de 75 molinos. Se debe destacar que el Pacto no aborda directamente
cuestiones laborales, pero sí hace recomendaciones sobre mejores condiciones de trabajo: relacionadas con la gestión de productos químicos; la salud y seguridad en el trabajo; agua, saneamiento e higiene.
Veamos más en detalle los actores implicados en Bangladesh Water Pact. La
IFC es miembro del Banco Mundial; trabaja con más de 100 empresas usando su capital, experiencia e influencia para ayudar a eliminar la pobreza extrema.
Syed Nayeem Emram, director del Pacto, lo resume así: "es un programa de transformación que demostrará que el crecimiento industrial, tan importante para Bangladesh, se puede hacer no a expensas del medio ambiente".
Solidaridad trabaja para mejorar las condiciones laborales y reducir la contaminación ambiental de las
fábricas de teñido. El director de su programa internacional,
Janet Mensink, afirma que están muy "contentos de que las marcas asuman la responsabilidad y adopten este enfoque".
Como ya se ha mencionado el patrocinador ancla de Bangladesh Water Pact es la
Embajada del Reino de los Países Bajos en Dhaka, que se comprometió a aportar 5,6 millones de dólares (5,14 millones de euros). Su implicación está muy vinculada con las prioridades del Gobierno holandés, que incluyen el agua como un sector estratégico.
Los patrocinadores principales son tres importantes multinacionales textiles: la holandesa C&A, la sueca H&M y la española Inditex -líder del sector a nivel mundial-.
Philip Chamberlain, jefe de Negocios de Desarrollo Sostenible de
C&A, comenta que el Pacto les "permite ayudar a nuestros proveedores en Bangladesh para reducir sus costes operativos y su impacto ambiental". Por su parte,
Felix Ockborn, del Programa de Sostenibilidad Ambiental de
H&M, subraya el objetivo de "mejorar la gestión del agua" y que están "contentos de ser parte de esta iniciativa para dar pasos importantes hacia el futuro".
Inditex destaca el "gran potencial que el uso limpio y eficiente de agua y energía tiene en el
crecimiento de las comunidades". Su participación en Bangladesh Water Pact está en línea con su Estrategia de Agua y de Energía, implantada en toda la cadena de suministro del Grupo, ya que "somos conscientes de que los procesos de tintado y acabado consumen grandes cantidades de agua".
Gracias al trabajo de los implicados en el Pacto, se han ahorrado ya más de 6,3 millones de metros cúbicos de agua
El Pacto también cuenta con diversos patrocinadores asociados:
G-Star;
KappAhl, que destaca el gran impacto de sus proyectos similares en India y quiere repetir su éxito en Bangladesh;
Lindex;
Primark y
Tesco. También hay diversos socios en la ejecución del Pacto, como el BGMEA, la organización independiente de investigación
TNO innovation for life y
Water Footprint Network, que promueve un uso sostenible, justo y eficiente de los recursos de agua dulce en todo el mundo. Además, se debe destacar que para la ejecución se pone en marcha la plataforma
Tecnología Textil Centro de Negocios (TTBC).
Como resultado del trabajo de todos los implicados en el Pacto,
se han ahorrado ya más 6,3 millones de metros cúbicos de agua y se ha
evitado la emisión de 3.000 toneladas de gases de efecto invernadero. Además en 2014, más de 50.000.000 de prendas que se pusieron en el mercado fueron fabricadas por proveedores con un uso eficiente de los recursos. Todas estas cifras reflejan que se está en el buen camino para conseguir un sector textil sostenible, eficiente y competitivo, así como para mejorar la situación de Bangladesh.
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Créditos de algunas fotografías: la primera que aparece en este artículo es de Monirul Islam y la tercera, de Ishtiaque Ahmed y Sadat Shakil Kasem (Unitrend Ltd.).
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com