La discapacidad visual es la disminución total o parcial de la visión, una circunstancia que afecta a cerca de un millón de personas en España, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística.
A pesar de su prevalencia, todavía son numerosas las barreras a las que este colectivo debe enfrentarse en su día a día. Esto es algo que sabe muy bien Jordi, con discapacidad visual desde que nació.
Jordi se ha enfrentado a muchas barreras a lo largo de su vida en el acceso a la información, uno de los principales obstáculos para las personas ciegas. “Sin un formato braille, una persona de apoyo o un sistema de audio se hace muy difícil interactuar, lo que puede suponer en muchas ocasiones que te frustres y, por ende, te aísles”, comenta.
Además, la evolución tan rápida de la tecnología e internet, lo que supone un avance para la sociedad, puede dejar a las personas ciegas al margen en cuestiones tan básicas y del día a día como las financieras.
A la hora de sacar dinero en un cajero, las personas ciegas necesitan que este sea accesible y cuente con un sistema por voz que vaya dando instrucciones sobre cómo operar
A la hora, por ejemplo, de manejar su dinero, Jordi comenta que “es fundamental tener autonomía”. Y recuerda cómo en el pasado necesitaba ayuda de otra persona para sacar dinero o hacer compras por internet, barreras que gracias a la apuesta de las entidades financieras por la accesibilidad se han ido superando.
La accesibilidad, un punto clave para la inclusión financiera
A la hora de sacar dinero en un cajero, “las personas ciegas necesitamos que este sea accesible y cuente con un sistema por voz que nos vaya dando instrucciones sobre cómo operar”, explica Jordi. “Lo mismo ocurre en el pago con tarjeta en los comercios, donde nos encontramos en muchas ocasiones con TPV que no dicen en voz alta el importe a cobrar o no tienen teclas, por lo que necesitamos facilitarle nuestras claves a otra persona para que nos introduzca el PIN”, añade.
Otro ejemplo sería la compra a través de internet. Además de que los comercios o aplicaciones donde se realicen las compras sean accesibles a las personas con discapacidad visual, es preciso contar con una buena memoria o disponer de una persona de confianza para leer los números de la tarjeta, la fecha de caducidad y el CVV.
Por este y otros motivos, Jordi valora los avances en accesibilidad de las entidades financieras y de su banco en particular. “En concreto, mi banco siempre ha tenido mucho cuidado con el tema de la accesibilidad, sobre todo con los cajeros, que los llevo utilizando desde que soy cliente y ya en su día eran accesibles. Comparados con los de ahora, eran muy rudimentarios a base de sonidos, pero lo importante es que ya incluían a las personas ciegas en su operativa”, destaca Jordi.
“A raíz de ahí han seguido avanzando en accesibilidad, los cajeros ya locutan la operativa, la app tiene un modo accesible muy bueno para nosotros y la tarjeta tiene los números escritos en braille, lo que nos facilita las compras por internet; de hecho, ahora compro mucho más que antes”, cuenta.
CaixaBank, una entidad comprometida con la accesibilidad
Por personas como Jordi, CaixaBank sigue avanzando día a día en su compromiso con la accesibilidad para conseguir que sus servicios y herramientas no impliquen una barrera para aquellas personas con limitaciones visuales o de cualquier otro tipo originadas por causas físicas, tecnológicas o estructurales.
El 100% de la red de cajeros de la entidad están adaptados a personas con discapacidad
Así, en pro de la inclusión y, de la mano de la ONCE, CaixaBank ha desarrollado una nueva funcionalidad para facilitar que las personas con discapacidad visual puedan realizar compras de forma más segura en comercios que dispongan de TPV táctiles.
Esta solución pasa por actualizar todos los TPV Android de CaixaBank (los dispositivos táctiles, sin botones) de forma automática y así evitar un riesgo en la seguridad de los medios de pago de las personas con visión reducida.
La nueva funcionalidad consiste en aplicar en el TPV el ‘Modo Accesible’, de modo que se locuta de viva voz el importe a abonar y las instrucciones para pagar con la tarjeta. En el caso de que la operación requiera código PIN, se activará una pantalla especial en la que se locutarán las instrucciones para poder introducir la clave personal. Gracias a este sistema, se ayuda a evitar la dependencia de terceras personas para hacer pagos en comercios y se favorece la confidencialidad.
Esta nueva funcionalidad en los TPV táctiles supone un paso más en el capítulo de accesibilidad, en el que CaixaBank actúa tanto en oficinas como en cajeros e Internet.
En el caso de las personas con discapacidad visual, la entidad cuenta desde el año pasado con el Pack Braille. Se trata de un servicio lanzado por la entidad financiera y CaixaBank Payments & Consumer -también en colaboración con ONCE- que permite que cualquier persona con discapacidad visual pueda disponer de todos los tipos de tarjeta emitidos con código de lectoescritura braille.
Concretamente, ofrece una tarjeta bancaria con pago contactless para realizar pagos en comercios físicos y utilizarla en cajeros que dispone del número (PAN) en sistema braille, y la tarjeta e-commerce, que recoge todos los datos necesarios para una transacción online (PAN, fecha de caducidad y CVV) en braille.
De la mano de la ONCE, CaixaBank ha desarrollado una nueva funcionalidad para facilitar que las personas con discapacidad visual puedan realizar compras de forma más segura en comercios que dispongan de TPV táctiles.
CaixaBank trabaja para convertirse en una entidad inclusiva que sea accesible a todas las personas, incluyendo las que tengan una discapacidad física, sensorial o cognitiva y entiende la accesibilidad de una manera amplia, lo que implica no únicamente ofrecer a los clientes el mayor número de canales de acceso a sus productos y servicios, sino trabajar para que estos canales puedan ser empleados por el mayor número posible de personas.
Accesibilidad en espacios físicos y en canales digitales
Algunos datos que avalan la labor de CaixaBank en materia de accesibilidad son el hecho que el 88% de la red de oficinas aplica el concepto ‘cota cero’, según las cifras a cierre de 2022. Esto significa, en la práctica, que carecen de desniveles entre las aceras y el interior de las oficinas o que, en su defecto, disponen de rampas o elevadores.
Además, el 100% de la red de cajeros de la entidad están adaptados a personas con discapacidad, lo que implica la posibilidad de que las personas con discapacidad visual puedan utilizar el teclado en braille y la navegación guiada a través de voz. Más de 8.000 cajeros disponen de vídeos de ayuda en el lenguaje de signos.
Por otro lado, la accesibilidad que ofrece CaixaBank no se limita exclusivamente a los recursos físicos, sino que también abarca los canales digitales. Un ejemplo es la app móvil CaixaBankNow, que muestra contraste de colores y tamaño de fuentes adecuados para personas con baja visión, además de la posibilidad de navegación por voz, y la accesibilidad web, que presenta un visionado adaptado para personas afectadas de la vista.
En paralelo, con el objetivo y vocación de mejora continua en el capítulo de accesibilidad, CaixaBank colabora con entidades especializadas para el análisis de los servicios y auditorías periódicas para detectar posibles errores o puntos de mejora.
En este sentido, CaixaBank ha firmado un convenio con la ONCE en virtud del cual se establece un marco general de colaboración entre ambas para promover la inclusión financiera y social de las personas con discapacidad en los próximos tres años.
El Pack Braille permite que cualquier persona con discapacidad visual pueda disponer de todos los tipos de tarjeta emitidos con código de lectoescritura braille
A través de este acuerdo, asumen el compromiso de impulsar acciones conjuntas en áreas como la inclusión social, la formación y el empleo, la accesibilidad o la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa.
El convenio incluye el desarrollo de actividades conjuntas de difusión, sensibilización y orientación para fomentar la inclusión social y la promoción de los derechos de las personas con discapacidad y sus familias. También contempla la realización de actividades de formación.