Como saben, Cáritas es una organización sin ánimo de lucro, centrada en la caridad y la ayuda humanitaria hacia los más necesitados, que pertenece a la Iglesia católica. Dicha confederación está formada por 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social y está presente en más de 200 países, entre ellos, en Camboya, donde Cáritas está muy involucrada en la salud y el desarrollo de las comunidades rurales, mejorando así la calidad de vida de sus habitantes. En este país del sudeste asiático, Cáritas ha implementado desde el año 2008 seis proyectos en cuatro provincias camboyanas, concretamente en: Kampong Thom, Preah Vihear, Siem Reap y Battambang. Estos proyectos son: organización comunitaria y participación; mejora de la productividad, los ingresos y la producción; fortalecimiento del sistema público de salud; fortalecimiento de la red de apoyo sanitaria en las comunidades; fortalecimiento de la medicina preventiva y mejora del estado nutricional. Pero en esta tarea, Cáritas no está sola, sino que cuenta con la ayuda de Inditex, entre otras empresas. En concreto, la compañía ha invertido 2.064.125 euros entre los años 2008 y 2014. Hasta el momento, 155 aldeas y 21.954 personas se han beneficiado de los programas relacionados con la salud comunitaria. Mientras, 44 aldeas y 3.428 familias, cada una con un promedio de cinco miembros, han sido alcanzadas por los proye ctos de desarrollo. Eso sí, conviene subrayar que algunos destinatarios forman parte de ambos, pero si hubiera que sacar una cifra total de beneficiados, sería de unos 22.600. ¿Cuál era el panorama en 2008, cuando Cáritas inició su plan? En cuanto a desarrollo, la organización comunitaria era inexistente, además había un alto nivel de analfabetismo, un difícil acceso a crédito, un alto nivel de endeudamiento y bajos ingresos en las familias y la interacción con las autoridades locales por parte de las comunidades rurales era escasa. Por su parte, la productividad agrícola era bastante baja (de media, 1-1,5 toneladas de arroz al año); el desarrollo de cultivos estacionales, escaso y los sistemas de irrigación insuficientes. Aunque uno de los principales riesgos para la agricultura estaba en la alta vulnerabilidad ante los desastres naturales. Además había un alto nivel de inseguridad alimentaria y la nutrición de la población era más bien desequilibrada y deficiente. Asimismo, en 2008 había problemas relacionados con el agua, pues el acceso a fuentes seguras era bastante bajo. También existía un alto nivel de desconocimiento en salud básica y materno-infantil, así como en higiene. Por dar algunas cifras, sólo el 22% de las mujeres accedía a cuidados prenatales y casi el 90% era asistida por matronas tradicionales. Por su parte, la mortalidad neonatal era de 95/1.000 bebés; la infantil, de 111/1.000 menores de 5 años y la materna, de 473/100.000. Además, la mitad de los niños no eran vacunados ni desparasitados y no todos los hogares usaban redes anti-mosquito para prevenir la malaria. Sin embargo, afortunadamente, y gracias a la gran labor de Cáritas el escenario es ahora bastante distinto en las cuatro provincias camboyanas citadas y dicha entidad ha alcanzado importantes logros tras sus diversas acciones. Citemos algunos ejemplos. Tras poner en marcha diversas Asociaciones de Desarrollo Comunitario (ADCs), Cáritas inició clases de alfabetización, promovió sistemas de ahorro y crédito, y creó dos cooperativas agrícolas. También se encargó de construir infraestructuras viales y sistemas de agua, proveer de equipamiento agrícola básico, capacitar a granjeros y veterinarios y poner en marcha planes ante desastres. Así, por ejemplo, la productividad agrícola aumentó hasta una media de 3-3,5 toneladas de arroz al año y se han construido 47 bancos de arroz para prestar dicho cereal en periodos de escasez, por lo que la inseguridad alimentaria ya no es de 4 y 6 meses, sino de entre 0 y 2 meses. Cáritas ha promocionado los huertos caseros de vegetales y la cría de pollos y peces, mejorando así la nutrición de los habitantes de las comunidades rurales, gracias al aumento de las verduras y de las proteínas de origen animal. Es de destacar la formación en higiene doméstica básica (fuentes de agua segura, uso de letrinas higiénicas, aseo personal, vacunación y desparasitación). En cuanto al fortalecimiento del sistema sanitario, Cáritas, con la colaboración del primer grupo textil del mundo, ha capacitado a voluntarios en salud, ha mejorado centros de salud y ha promocionado los cuidados pre y postnatales, además ha formado a matronas tradicionales. Gracias a todo esto, el 65% de los camboyanos de las provincias de Kampong Thom, Preah Vihear, Siem Reap y Battambang pueden acceder a cuidados prenatales. Además, ahora el 70% de los partos tiene lugar en los centros de salud, la mortalidad materno-infantil se ha reducido a cero y el 70% de las madres opta por la lactancia materna. También se han dado importantes pasos en prevención sanitaria. Estos se deben, sobre todo, a la extensión de la vacunación, así como a la mejora del acceso a agua potable, las medidas para prevenir la malaria y el dengue y las campañas de detección de tuberculosis y VIH. Sin embargo, en Camboya aún queda tarea por hacer. En concreto, ahora Cáritas está inmersa en un proyecto que abarca desde 2014 a 2016. El objetivo sigue siendo el mismo: mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales mediante dos vías: el desarrollo comunitario y la salud comunitaria básica. Y los beneficiarios: familias e individuos más vulnerables, en extrema pobreza, mujeres cabezas de hogar, viudas, niños, enfermos de VIH/SIDA y personas con discapacidad. Respecto a la propuesta de 2015, el objetivo de desarrollo era mejorar los recursos y los medios de vida de 1.494 familias (7.470 individuos), de 44 aldeas de las provincias de Kampong Thom, Preah Vihear y Siem Reap. Mientras tanto, también preve mejorar la situación sanitaria de 21.400 participantes de 91 aldeas remotas de las provincias de Siem Reap, Battambang y Preah Vihear. Entre las diversas líneas de actuación de este año que está a punto de acabar, está la mejora del rendimiento productivo o del acceso a agua y saneamiento. También la consolidación de las estructuras asociativas comunitarias y la preparación ante desastres. Además, continúa promocionándose la salud, sobre todo, la materno-infantil y la sensibilización sobre enfermedades contagiosas o crónicas, así como reduciéndose la malnutrición infantil y formando al personal sanitario de los centros de salud. Y también hay retos. Los principales en desarrollo son la productividad, la consolidación de las ADCs y la creación de tres nuevas cooperativas, además de fortalecer las dos que ya existen. Por su parte, en salud, destacan la reducción de la malnutrición infantil y los cuidados pre y postnatales. Por lo tanto, Cáritas, junto a su socia Inditex, aún tiene una gran labor por hacer para mejorar la vida de miles de camboyanos en las comunidades rurales. Pero no hay duda de que está en el buen camino y ya ha logrado muchas cosas. Imágenes: © Cáritas Española, cedidas por Fatima Zaidan. Cristina Martín cristina@hispanidad.com