El ciclón Idai es el peor desastre natural de la historia del hemisferio sur, según la ONU. Antes de convertirse en ciclón, en el canal de Mozambique -que separa este país de Madagascar-, fue tormenta tropical y causó inundaciones y 56 muertos en Malaui, pero tocó tierra mozambiqueña el 14 de marzo y avanzó hacia Zimbabue, dejando una oleada de víctimas -ya van más de 800 muertos-, cientos de desaparecidos, miles de heridos, así como inundaciones y destrucción de viviendas, carreteras, escuelas, hospitales… Ahora el suministro de agua potable, el reparto de alimentos y la aplicación de vacunas son claves para que la tragedia no sea mayor.
Este desastre ha dejado más de 1,8 millones de afectados en los tres países del sureste africano citados. En Mozambique, que ha sido el más castigado, las operaciones de rescate han finalizado hace una semana, en las que 135.000 personas han sido auxiliadas por los servicios de salvamento. Además, el uso de drones ha permitido buscar a supervivientes para su rescate, así como realizar evaluación de daños.
En las operaciones de rescate se auxilió a 135.000 personas en Mozambique y el uso de drones ha permitido buscar a supervivientes y evaluar daños
Las inundaciones y la destrucción material son las causas de la contaminación del agua en algunas zonas, por tanto, falta de agua potable y también hay problemas para su suministro. Solucionar estos problemas es algo vital para combatir enfermedades como el cólera, la malaria y el tifus, evitando su expansión. De hecho, las autoridades ya están lidiando con estas enfermedades y el cólera ha provocado 1.304 casos hasta el momento, de los que 949 ya han recibido el alta y se ha registrado el primer fallecido.
Cruz Roja Española ya ha enviado equipamiento para producir agua potable a Mozambique. “Por el momento, las acciones que estamos realizando en la zona afectada por el ciclón es la distribución de agua potable a 15.000 personas, proporcionar saneamiento adecuado, mantas, kits de higiene, toldos y kits para reconstrucción de viviendas”, ha subrayado el jefe de equipo de la Unidad de Agua y Saneamiento de Cruz Roja Española, Carlos Ortega.
La prioridad ahora es combatir la propagación de enfermedades como el cólera, la malaria y el tifus
Este envío de material de la Unidad de Respuesta en Emergencias de Agua y Saneamiento (ERU, por sus siglas en inglés), que se hizo el pasado 23 de marzo, incluyó también dos vehículos todoterreno de emergencias y 300 bidones de agua. La ERU tiene capacidad para suministrar 225.000 litros de agua al día y cuenta con cinco plantas potabilizadoras, así como con el equipamiento necesario (mangueras, tuberías, depósitos de agua o grifos).
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha enviado 54 toneladas de material logístico y sanitario. Por su parte, Cáritas Internationalis ha lanzado un primer llamamiento de emergencia con el fin de organizar un plan de respuesta urgente para los damnificados en Mozambique, con un presupuesto inicial de 730.000 euros. Así, prevé garantizar ayuda básica de emergencia a 27.500 personas durante los tres próximos meses en las diócesis de Beira, Quelimane y Chimoio, mediante: el suministro de agua potable, alimentos, distribución de material de refugio y ropa de abrigo, así como garantías de unas condiciones de saneamiento e higiene básicas.
Cruz Roja, Cáritas y la AECID son algunas de las organizaciones que ya han respondido a la emergencia con sus primeros envíos de ayuda
Cáritas Española ha mantenido un intenso trabajo de cooperación con la Cáritas mozambiqueña, apoyando numerosos proyectos de desarrollo en sostenibilidad alimentaria, educación, salud, respuesta a emergencias y lucha contra el tráfico de personas, entre otros. Además, ha lanzado la campaña “Cáritas con Mozambique” para canalizar la solidaridad de los donantes privados españoles, con esta emergencia.
El número de hectáreas de terreno que han quedado anegadas bajo el agua ascienden a 700.000. El ciclón Idai ha alterado todo el ciclo productivo, pues no pudo haber llegado en peor momento, justo un mes antes de la cosecha del maíz, el principal cultivo de la región: no sólo ha impedido que se pueda recoger la cosecha, sino la pérdida de las almacenadas y la imposibilidad de sembrar nuevas a corto plazo. Los lugareños han tratado de secar las mazorcas verdes e inmaduras que han podido salvar del agua, pero comerlas en esas condiciones hace que se pongan enfermos.
El ciclón Idai ha destrozado las cosechas de maíz, el principal cultivo de la región, y no se pueden sembrar las nuevas a corto plazo
Ante este escenario, se prevé que las importaciones de maíz a Mozambique puedan doblarse este año desde las habituales 100.000 toneladas, según el economista Wandile Sihlobo, de la Asociación de negocios agrícolas de Sudáfrica. Mientras, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha entregado alimentos a unos 200.000 mozambiqueños y quiere llegar al millón en las próximas semanas. Pero esto no es suficiente, el presidente del país, Filipe Nyusi, aseguró que serían distribuidas 100.000 herramientas de agricultura y 1.000 toneladas de semillas de ciclo corto para ayudar a los granjeros a volver a ser autosuficientes.
Claro que junto al suministro de agua potable, el saneamiento, los alimentos y las vacunas, hay otro reto sanitario importante: el de la salud materno-infantil, pues se estima que unas 75.000 mujeres afectadas por el ciclón están embarazadas y darán a luz en los próximos seis meses. Asimismo, hay que llevar a cabo una importante tarea de reconstrucción, pues más de 110.000 casas, 3.300 aulas de colegios y 54 centros médicos se han visto dañados por este desastre natural.
© Las últimas tres fotografías son de la Federación Internacional de Cruz Roja (FICR).