Como dice el refrán, la unión hace la fuerza. Un buen ejemplo de esto lo vemos en las alianzas que forman empresas y sindicatos con el fin de cumplir su compromiso con la mejora de las condiciones laborales, especialmente en el sector textil. Y es que con el trabajo conjunto, es más fácil lograr objetivos y avanzar en pro del empleo digno. Estas alianzas forman se enmarcan dentro de las políticas sociales y medioambientales de las compañías y entre ellas, encontramos las alcanzadas con la Federación de Sindicatos IndustriALL Global Union. Esta entidad representa a un total de 50 millones de trabajadores de distintos sectores industriales (textil, aeroespacial, automotriz, metales, químico, energía,…) en 140 países. Su principal objetivo es promover la estabilidad laboral y para ello se decanta por la defensa de los derechos fundamentales de los empleados y la negociación colectiva para la mejora de sus condiciones salariales y laborales. En lo que respecta al sector textil, destaca la protección de dichos derechos, así como su promoción práctica, a lo largo de toda la cadena de suministro, por tanto, desde la obtención de la materia prima hasta el punto de venta. En el año 2002, Inditex empezó a colaborar con IndustriALL y en el 2007, se convirtió en la primera compañía textil que firmó un acuerdo con dicha federación sindical, marcando el camino a seguir a otras marcas. Por ejemplo, la textil sueca H&M o la compañía británica de comercio electrónico Asos también han llegado a acuerdos con IndustriALL y próximamente lo hará otra española, Mango.

Los ejes centrales del Acuerdo Marco Global son libertad de asociación y negociación colectiva, adaptándose a la realidad de cada país

Este pionero Acuerdo Marco Global acaba de cumplir su décimo aniversario hace unas semanas, demostrando ser una de las mejores herramientas para asegurar y fomentar los derechos laborales entre los proveedores de la industria textil. Sus ejes centrales son la libertad de asociación y la negociación colectiva, adaptándose a la realidad de cada país. Además, ha provocado que los proveedores sean transparentes, facilitando que los conflictos laborales puedan resolverse de forma satisfactoria, y da mayor participación a los sindicatos en los países productores. En esta tarea, han contado con representantes de Comisiones Obreras (CCOO) y de la Unión General de Trabajadores (UGT), que han ayudado a impulsar internacionalmente el desarrollo del acuerdo. Así, han contribuido a proteger a 1,5 millones de trabajadores de la cadena de suministro, formada por más de 1.800 proveedores y 7.000 fábricas. A lo largo de esta década, destaca el hito logrado en el año 2012, cuando se nombró un coordinador general del acuerdo y se firmó un protocolo. Este último permitía el acceso de sindicatos locales a la cadena de suministro, aumentando la transparencia y la capacitación de los empleados locales para su propia negociación colectiva. Una línea de acción que se reforzó con la renovación del Acuerdo Marco Global, en 2014. Dos años después, dicho pacto se amplió dando un paso más en el trabajo conjunto y la transparencia de la cadena de suministro: se incorporaron expertos sindicales en 12 clústers de proveedores, creando espacios de colaboración e interlocución eficaces para proteger a los empleados. Además, también se trabaja con otras instituciones, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Ethical Trading Initiative (ETI), la Sustanaible Apparel Coalition (SAC) o el Global Compact de Naciones Unidas buscando el bien de los trabajadores y dando valor a las relaciones industriales. Mariano Tomás mariano@hispanidad.com