La integración laboral figura, por derecho propio, entre las muchas actividades que las empresas realizan en relación con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Especialmente importantes son las iniciativas para incorporar a personas con algún tipo de discapacidad al mercado de trabajo. Porque, además de las claras ventajas de realizar una actividad remunerada, está científicamente probado que contar con un empleo repercute positivamente en su salud.
Sin embargo y pese a estas ventajas, la práctica está aún muy lejos de la teoría en nuestro país. En 2014, el 44,3% de las personas con discapacidad de entre 15 y 64 años tenía un empleo, según un informe de Eurostat, publicado el pasado diciembre. Esta cifra se sitúa tres puntos por debajo de la media europea (47,3%) y además es 16,2 puntos inferior al porcentaje que tienen los no discapacitados (60,5%). Estos datos reflejan cómo a día de hoy las personas con algún tipo de discapacidad siguen teniendo muchas dificultades para conseguir un puesto de trabajo.
Consciente de esta realidad y con el objetivo de reducir la exclusión y la discriminación laboral de este colectivo, FCC ha apostado por impulsar su integración. Concretamente, el Comité de Dirección del Grupo de Servicios Ciudadanos aprobó en mayo pasado la constitución de una nueva sociedad dentro del Grupo, denominada FCC Equal Centro Especial de Empleo.
A partir de ese momento, se iniciaron los trámites burocráticos y tras lograr la calificación por parte de la Comunidad de Madrid, la nueva compañía se puso en marcha en enero de este año. Con el primer cliente ya logrado, FCC Equal se encarga de dotar de las habilidades y conocimientos relacionados con los servicios de limpieza a los primeros destinatarios: un total de 11 personas.
Desde el Grupo hay una gran disposición en que este Centro Especial de Empleo (CEE) sea "un trampolín para que puedan acceder al mercado de empleo ordinario", explica a Hispanidad, Virginia de Serranos, técnico de inserción de la nueva sociedad. De Serranos es una de las cuatro profesionales que trabajan en FCC Equal, junto a la cual están también un encargado de apoyo a producción (la persona de un mayor contacto con los discapacitados); un técnico de recursos humanos y un gerente, cargo que ocupa Jesús Alfonso Sancho.
Virginia de Serranos se involucró en este proyecto por una motivación personal, pues antes de estudiar Ciencias del Trabajo se formó en Trabajo Social. "Siempre tuve la inquietud de hacer algo por las personas que tienen más problemas", afirma. Un objetivo que coincide plenamente con el planteamiento de FCC, donde ella ya trabajaba, para esta iniciativa.
De Serranos es consciente de que el proyecto acaba de arrancar. "Estamos en pañales y buscamos todo tipo de ayudas", comenta. Pero tan importante como la ayuda es dar a conocer la actividad que realiza este CEE para concienciar a la sociedad y también para que se pueda ofrecer a otras muchas empresas. Varias han mostrado ya su interés en sumarse a esta iniciativa.
En la actualidad, FCC Equal completa la formación de las primeras 11 personas, pero no lo hace en solitario, sino que trabaja junto a la Fundación Carmen Pardo-Valcarce. Esta entidad se dedica a integrar en la sociedad a personas con discapacidad intelectual. Además, a través del programa Inserta FCC desarrolla iniciativas de inserción laboral con la Fundación ONCE.
En concreto, FCC Equal ofrece a los destinatarios, tanto formación teórica (prevención de riesgos, normas del centro de trabajo y de la empresa) como práctica. Esta última tiene lugar in situ, al tiempo que el destinatario realiza su trabajo. La duración de este proceso formativo va en función de cada persona, aunque lo normal es que la formación dure entre una y dos semanas en un centro de trabajo piloto para incorporarse finalmente a su propio centro de trabajo.
Con los conocimientos teóricos ya adquiridos, los primeros integrantes de este programa estuvieron un mes de prácticas antes de incorporarse a su centro de actividad. Actualmente hay otra persona en formación, que en breve terminará este proceso. Virginia de Serranos destaca el seguimiento individualizado que hace este CEE. Sus encargados se reúnen los viernes para evaluar la situación y el progreso de cada destinatario.
La rutina diaria es bastante sencilla, según nos cuenta el Encargado de Apoyo. Los trabajadores con discapacidad suelen llegar entre tres cuartos de hora y una hora antes del comienzo de su jornada laboral: un tiempo que aprovechan para tomarse un café, charlar, tener un rato de convivencia. "Se cambian, preparan su material y se van a la zona de limpieza asignada". En general, suelen comenzar vaciando las papeleras, después limpian mobiliario, material de oficina, etc. y pasan el aspirador los días que toca hacerlo, entre otras tareas.
Para todo el Equipo de FCC Equal, lo mejor de trabajar con estas personas con discapacidad es "su entusiasmo, ganas de aprender, sinceridad y capacidad para encajar las críticas". La única pequeña dificultad, también superada, es "amoldar los procedimientos a sus capacidades, tanto en formación como en métodos de trabajo".
FCC Equal busca con el conjunto de este programa potenciar la integración sociolaboral de las personas que por su discapacidad se encuentran en riesgo de exclusión social. Para ello, les dota una promoción socioeconómica y les proporciona un apoyo efectivo a través del empleo. Unas ventajas que se completan con una mayor independencia física y más habilidades funcionales.
Con esta iniciativa, el Grupo de Servicios Ciudadanos pretende, además, desarrollar una organización competitiva y eficiente, creadora de valor añadido para el Grupo y capaz de maximizar el retorno ofrecido como contrapartida a las ayudas recibidas. Todo ello sin olvidar el objetivo de captar clientes implicados en la contratación de servicios prestados por entidades ejemplares de la economía social como FCC Equal.
Sin embargo, este Centro Especial de Empleo no es el único proyecto del grupo de Servicios Ciudadanos encaminado a la integración de personas con discapacidad, pues Hispanidad ya contó cómo FCC colaboraba en este sentido, por ejemplo, con el Ayuntamiento de Cartagena (Murcia).
Ojalá otras muchas empresas se comprometan con este objetivo y se pongan muchos más proyectos en marcha de características similares para dar un trabajo a este colectivo.
Cristina Martín