El problema con el que muchas personas se encuentran alguna vez es que sienten un fuerte dolor en el abdomen y dudan de qué puede ser. Y es que el dolor abdominal por gases y la apendicitis pueden tener síntomas similares al principio, por lo que aprender a distinguir cada caso es fundamental de cara a sopesar una posible emergencia (apendicitis) y tener que acudir a Urgencias.

“Tener claras las diferencias es fundamental porque la apendicitis pueden suponer un riesgo para la salud de la persona, y ser cuadros potencialmente graves y mortales si no se tratan”, asegura el doctor César Ramírez, cirujano jefe del Servicio de Cirugía Ggneral y del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Málaga.

La celiaquía o el síndrome de colon irritable también puede favorecer la aparición de gases

En primer lugar, el especialista revela que, en el caso concreto de los gases, el dolor puede sentirse en cualquier parte del abdomen. “Incluso se puede sentir dolor en el pecho”, avisa. Recuerda que nuestro sistema digestivo está lleno de gases, fruto del proceso de digestión, y en muchas ocasiones su eliminación no es del todo posible a través de las flatulencias o de los eructos, por lo que estos pueden acumularse y provocar molestia e incluso dolor en los pacientes.

 

Causas de un exceso de gases

¿Por qué podemos tener gases? El doctor Ramírez sostiene que muchas veces estos son fruto de una indigestión por lo que hemos ingerido (bebidas gaseosas, chicles, alimentos ricos en grasas o que favorezcan la proliferación de flatulencias como las legumbres), y, por supuesto, de cómo comemos. “Si comemos y bebemos rápido tendemos a tragar aire, a no masticar bien los alimentos, y a favorecer esa formación excesiva de gases en muchos casos”, advierte. Asimismo, recuerda que afecciones como la celiaquía o el síndrome de colon irritable también puede favorecer su aparición.

También se pueden generar gases en exceso o desarrollar un problema de dolor por gases si la persona es sedentaria y no se mueve, según prosigue el cirujano, de forma que facilita esa ‘obstrucción’ de gases que no tienen salida ante la falta de movimientos de la persona.

Un punto a tener en cuenta también para diferenciar un dolor por un posible ‘atragantamiento’ de gases de una apendicitis, aclara el cirujano general y del aparato digestivo, es que éste remite con la expulsión de los gases, y con la toma de medicamentos antiflatulentos; algo que obviamente no sucede con las apendicitis.

En el caso de apendicitis, el dolor aparece repentinamente y la molestia se concentra en la parte inferior derecha del abdomen

Apendicitis: un dolor repentino y aislado

Así, en la apendicitis, que se origina por una inflamación o infección del apéndice, asegura este doctor que, aunque el síntoma más común es el dolor en el estómago o en el abdomen, se puede diferenciar del dolor de los gases porque en estos casos aparece repentinamente y la molestia se concentra en la parte inferior derecha del abdomen.

Aparte, el especialista de Quirónsalud Málaga mantiene que este dolor es de intensidad creciente, es decir, puede ser leve al principio, y agravarse con el paso del tiempo, no así sucede en el caso de los gases; al mismo tiempo que el dolor puede ser peor si la persona tose, camina, salta, o hace movimientos súbitos.

La fiebre puede ser la clave

A su vez, el cirujano general y del aparato digestivo avisa de que este dolor focalizado sobre la zona donde se encuentra el apéndice, conforme van pasando las horas, unas 12-24 horas, suele estar acompañado por un incremento de la temperatura corporal. “Se debe sospechar de apendicitis si, junto a lo anterior, aparecen otros síntomas como fiebre, náuseas, y problemas gastrointestinales. Será el momento entonces en el que se debe acudir a Urgencias para verificar que se trata de una apendicitis”, remarca este especialista.

El dolor abdominal por gases y por apendicitis pueden tener síntomas similares al principio, por lo que aprender a distinguir cada caso es fundamental de cara a sopesar una posible emergencia

El dolor aumenta con la palpación

En los casos de apendicitis, por otro lado, el doctor Ramírez subraya que el dolor aumentará con la palpación, y cuando se libera la presión, este puede aumentar notablemente, lo que se conoce como el ‘dolor de rebote’.

Tras un primer examen clínico basado en la exploración física y analítica de sangre, si se mantiene una alta sospecha de apendicitis, se realiza un estudio radiológico, siendo el TAC la prueba con más calidad, con el que se confirmará el diagnóstico y se efectuará la posterior cirugía (apendicectomía). El doctor Ramírez confirma que se trata del tratamiento por excelencia en estos casos, en el que se efectúa la extirpación del apéndice que, hoy día, se realiza a través del abordaje laparoscópico acompañado de la administración vía venosa de antibióticos y líquidos a estos pacientes.