La tromboembolia pulmonar (TEP) es una de las principales causas de morbilidad y de mortalidad en todo el mundo, con una incidencia anual en España de casi 30.000 casos al año y con una mortalidad superior a un 15% de los casos, según precisa el doctor Alejandro Rodríguez Morata, jefe del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Quirónsalud Málaga.

Desde la Fundación Española del Corazón explican que la TEP consiste en la oclusión o taponamiento de una parte del territorio arterial pulmonar provocado por un trombo o coágulo de sangre que procede de otra parte del cuerpo: “En la mayor parte de los casos (aproximadamente un 95%) el trombo se forma en las venas de los miembros inferiores y migra hasta la arteria pulmonar. Menos frecuente puede tratarse de aire (émbolo gaseoso) o de grasa (émbolo graso). Esta oclusión afecta principalmente a los pulmones y al corazón”.

Entre sus síntomas más frecuentes se encuentran la disnea o sensación de falta de aire, el dolor torácico, y el mareo o desvanecimiento

Entre sus síntomas más frecuentes dice que se encontrarían: la disnea o sensación de falta de aire, el dolor torácico, y el mareo o desvanecimiento; aunque también puede aparecer fiebre y tos con sangre, cuando se acompaña de un infarto pulmonar (una zona del pulmón se necrosa o muere como consecuencia de la falta de riego). “Cuando el trombo es muy grande y obstruye la arteria pulmonar principal puede provocar incluso la muerte”, apostilla la institución.

Además, desde Quirónsalud Málaga, el doctor Fernando Gallardo, especialista del servicio de Angiología y Cirugía Vascular, advierte de que existe “una peligrosa interacción” entre esta patología y la infección por el coronavirus SARS-CoV-2, pues se han reportado múltiples casos de enfermedad tromboembólica tras la infección grave por COVID-19, una enfermedad pro-coagulante, es decir, que favorece la aparición de coágulos y de trombos en la sangre.

Precisamente, el Hospital Quirónsalud Málaga, que está especializado en patologías vasculares complejas, ha desarrollado en los últimos años un protocolo, así como un equipo multidisciplinar que da rápida respuesta a esta patología, gracias a los equipos PERT (Pulmonary Embolism Rescue Team). 

"Ante un Código TEP se filtra el caso desde nuestros compañeros médicos de Urgencias, realizando un diagnóstico precoz y correcto apoyado en pruebas de imagen radiológicas como el AngioTAC. Al mismo tiempo, especialistas en UCI estabilizan al paciente grave; los cardiólogos evalúan la función del corazón; los neumólogos valoran la capacidad pulmonar; y en última instancia los angiólogos y cirujanos vasculares realizan la técnica de trombectomía pulmonar, con el apoyo del equipo de anestesia, para dar la mejor asistencia a los pacientes que necesitan un tratamiento rápido y efectivo", explica el jefe del servicio, el doctor Alejandro Rodríguez Morata.

El Hospital Quirónsalud Málaga ha tratado con éxito el primer caso en España de TEP mediante trombólisis dirigida por catéter y asistida por ultrasonido 

Un gran avance y sin cirugía

De hecho, el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Quirónsalud Málaga ha tratado con éxito el primer caso en España de tromboembolismo pulmonar masivo mediante trombólisis dirigida por catéter y asistida por ultrasonido (conocido como sistema EKOS, por siglas en inglés de Ekosonic Endovascular System).

Consiste en un tratamiento alternativo a la cirugía, mínimamente invasivo, que presenta mejores resultados y menores riesgos de hemorragia. Según destaca el doctor Rodríguez Morata, esta técnica supone un “gran avance” en el tratamiento de la tromboembolia pulmonar, “una enfermedad cuya mortalidad es comparable con la del infarto agudo de miocardio”, según avisa el jefe del servicio de Angiología y Cirugía Vascular de Quirónsalud Málaga.

Sostiene también que esta nueva técnica representa "un progreso” en el tratamiento ante un Código TEP (tromboembolia pulmonar), que hasta ahora se trataba con una lisis fármaco-mecánica más agresiva y con mayores efectos colaterales.

Según los expertos, en los últimos años existe evidencia de que, tanto en los casos con embolismo masivo y submasivo, la trombolisis de baja dosis dirigida por catéter y asistida por ultrasonido es un tratamiento altamente efectivo. "Podemos disolver así los trombos en las principales arterias pulmonares y mejorar la función del corazón, la estabilidad del paciente y su supervivencia", añade el cirujano vascular.

Existe “una peligrosa interacción” entre esta patología y la infección por el coronavirus SARS-CoV-2

Concretamente, esta técnica combina el uso de ultrasonidos con la aplicación de un fármaco para deshacer el trombo, mediante la introducción de un catéter con una punción venosa.

“Este catéter, bajo control radiológico, se posiciona en el interior de arteria pulmonar y su rama derecha o izquierda, y se activa un doble mecanismo que combina ondas de choque de ultrasonidos, con la perfusión de un fármaco que elimina en su totalidad el trombo que ocluye el flujo sanguíneo. La presión de las ondas de ultrasonidos fragmenta el trombo, de modo que el fármaco actúa más rápido y se necesita una menor dosis, disolviendo antes el trombo y reduciendo las complicaciones de sangrado", explica el doctor Fernando Gallardo.

Por todo ello, según el equipo de Angiología de Quirónsalud Málaga, este procedimiento está especialmente indicado cuando un paciente tiene un tromboembolismo pulmonar masivo, con riesgo muy alto de hemorragia, cuando el tratamiento anticoagulante con heparina no ha sido suficiente para mejorar la hemodinámica, o bien como una alternativa a la cirugía, dada su menor agresividad.

Estos especialistas recuerdan que hoy en día los pacientes no deben tener miedo a la hora de acudir a un centro sanitario pese a la pandemia, puesto que este tipo de instalaciones han diseñado circuitos y espacios de atención libres del virus SARS-CoV-2.