¿Te has levantado de la cama sin poder oír? ¿Has oído a la perfección siempre y de pronto no te enteras de nada o has dejado de oír bastante de pronto? Es importante en estos casos acudir a un servicio de Urgencias porque puede tratarse de un problema banal, como un simple tapón de cera que te impide oír correctamente, pero también puede deberse a una patología más seria y que es necesario descartar o tratar cuanto antes.
El doctor Hugo Eduardo Ballivian, otorrinolaringólogo del Hospital La Luz de Madrid, explica que, en estos casos, es imprescindible acudir a un hospital porque podemos estar hablando de una urgencia médica. Aunque se trata de una enfermedad poco frecuente, ante un caso de sordera súbita no se debe dudar a la hora de acudir rápidamente al médico, porque si no es tratada a tiempo, el paciente puede perder audición para el resto de su vida.
Afecta en mayor medida a personas de entre 40 y 55 años, independientemente de su sexo, con una incidencia de entre 2 y 20 casos por cada 100.000 habitantes al año
“La sordera súbita se caracteriza porque nos levantamos un día o estamos en el trabajo y, de forma brusca, perdemos la audición; momento en el que debemos acudir a un servicio de Urgencias para que se descarten otras patologías y se confirme que se trate de algo banal, como un tapón de cera, hasta la enfermedad súbita, que es una patología que requiere un tratamiento inmediato, porque es un daño neurológico”, afirma el especialista.
De acuerdo con el Consenso sobre el diagnóstico y tratamiento de la sordera súbita idiopática de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC), esta se caracteriza por ser una pérdida auditiva de causa desconocida, que se instaura en un período inferior a 3 días y que afecta en mayor medida a personas de entre 40 y 55 años, independientemente de su sexo, con una incidencia de entre 2 y 20 casos por cada 100.000 habitantes al año. Así, en España hay unos 2.000 pacientes afectados cada año.
Posibles causas
En la mayor parte de las ocasiones las causas se desconocen, según este otorrinolaringólogo del Hospital La Luz, y cita posibles razones de índole vascular (pérdida de sangre o de riego en el oído) o bien patologías inflamatorias como artritis reumatoide o lupus, por ejemplo. Según datos de la SEORL-CCC, solo estas se encuentran en un 10% de los casos.
Entre otros factores, esta sociedad científica apunta a inflamaciones víricas de la cóclea, fruto del virus del herpes o de la gripe, por ejemplo, o bien por una rotura de las membranas laberínticas, así como por fenómenos vasculares tipo oclusiones o por autoinmunidad, siendo esta la más aceptada y se cree que en un 75% de los casos.
El especialista del Hospital La Luz señala que la sordera súbita puede ser bilateral en un 3% de los casos
Además, en esta pandemia se ha constatado que, de forma excepcional, la sordera súbita podría responder a una complicación de la COVID-19, fruto del daño que puede provocar el SARS-CoV-2 sobre el nervio auditivo.
Algunos estudios también sostienen que unos niveles bajos en folatos, una dieta pobre en vegetales, la otitis media crónica o el síndrome metabólico podrían favorecer el desarrollo de la sordera súbita.
Pero no queda ahí la cosa, porque el Dr. Ballivian alerta de que la sordera súbita idiopática también se clasifica como un factor de riesgo de infarto de miocardio o de accidente vascular cerebral posterior, por lo que acudir a Urgencias cuanto antes es clave en estos casos.
Su principal consecuencia: el deterioro auditivo
Además, el especialista del Hospital La Luz señala que la sordera súbita puede ser bilateral en un 3% de los casos, o presentarse, raramente, de forma secuencial en el oído contralateral, desconociéndose en la actualidad cuáles son los factores de riesgo en este sentido: “Estos pacientes pueden perder la audición de un oído o de ambos oídos para toda la vida, aparte de que pueden desarrollar acúfenos o ruidos, muy molestos para su día a día, o bien presentar vértigos o inestabilidad”.
En concreto, según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEOLR-CCC), esa sordera persistente puede asociarse en el 90% de los pacientes a acúfenos, y entre el 20 y el 60% a vértigos, afectando de forma muy negativa en consecuencia a la calidad de vida de los pacientes.
A juicio del Dr. Ballivian, este representaría otro motivo de urgencia por el que acudir a un centro hospitalario, de cara a descartar posibles causas neurológicas.
En esta pandemia se ha constatado que, de forma excepcional, la sordera súbita podría responder a una complicación de la COVID-19
Para su diagnóstico, el otorrinolaringólogo de Quirónsalud sostiene que es necesaria la realización de varias pruebas como una otoscopia, una audiometría tonal y verbal, así como un timpanograma o una acumetría para detectar las posibles causas de esa sordera súbita.
Además, será necesaria la realización de una analítica general del paciente y una resonancia magnética de oído interno para descartar igualmente causas neurosensoriales.
El principal tratamiento: los corticoides
Según constata este experto, el tratamiento es, básicamente, a base de corticoides orales, endovenosos o que se pueden instalar dentro del tímpano a través de una pequeña microcirugía.
Asimismo, el Consenso sobre el diagnóstico y tratamiento de la sordera súbita idiopática, de la SEORL-CCC mantiene que cuando la hipoacusia no sea suficientemente paliada con audífonos adecuados a la pérdida y, por lo tanto, la audición no sea funcional, aparte de que no haya respuesta completa a los tratamientos descritos, los especialistas deben valorar la indicación de algún implante auditivo de forma individualizada.