Una de cada tres personas sufre de manera ocasional o persistente el conocido como ‘síndrome del ojo seco’, un malestar en los ojos que puede percibirse como ardor, picazón o sensación de arenilla, que se acrecienta con el uso de lentes de contacto.

Son síntomas que, por lo general, se perciben como inofensivos y que sin embargo están indicando la presencia de una afección que puede convertirse en un problema.

 

El Dr. Nabil Ragaei Kamel, coordinador de la Unidad de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Toledo, del Hospital Quirónsalud Marbella, del Hospital del Campo de Gibraltar y del San José de Madrid, se muestra tajante con este problema: “Se trata de una patología que no debe tomarse a la ligera, ya que, si no se trata a tiempo y se agrava, puede tener consecuencias graves para la salud”.

La importancia de las lágrimas

La lágrima es un líquido producido por el cuerpo cuyo objetivo es proteger el ojo, oxigenarlo y mantenerlo hidratado. Cuando el sistema lagrimal no es capaz de producir el líquido de forma natural, o produce poco o de mala calidad, el ojo no se lubrica adecuadamente y se alcanza la situación del ojo seco.

Una de cada tres personas sufre de manera ocasional o persistente el conocido como ‘síndrome del ojo seco’, un malestar en los ojos que puede percibirse como ardor, picazón o sensación de arenilla, que se acrecienta con el uso de lentes de contacto

Hay varias causas que pueden provocar este desajuste, pero la principal, y la más frecuente, viene causada por una disfunción de las glándulas de Meibonio. Estas pequeñas estructuras situadas en los párpados tienen la función de producir una fina capa de grasa que protege la película lagrimal, evitando su evaporación.

Cuando las glándulas de Meibomio no funcionan correctamente, la lágrima se evapora más rápido de lo normal, lo que provoca irritación ocular, molestias persistentes y una película lagrimal inestable que puede afectar gravemente la salud de los ojos.

Y es que mantener el ojo sin lubricar adecuadamente puede llegar a provocar situaciones graves, tales como infecciones diversas, inflamación de la córnea, conjuntivitis, úlceras corneales o pérdida de visión. Y, por supuesto, de esa situación derivan síntomas como visión borrosa, ojos irritados de manera recurrente o la incómoda sensación de raspamiento o picor.

Hay varias causas que pueden provocar este desajuste, pero la principal, y la más frecuente, viene provocada por una disfunción de las glándulas de Meibonio

Ignorar estas señales puede agravar la afección y llevar a complicaciones más severas.

Tratamientos innovadores

El síndrome del ojo seco se ha abordado habitualmente con soluciones del tipo de lágrimas artificiales, colirios o medicamentos similares.

Actualmente, uno de los tratamientos más innovadores y eficaces para combatir esta patología es el uso de luz pulsada intensa (IPL, por sus siglas en inglés). Este procedimiento no invasivo emplea calor para estimular las glándulas de Meibomio, mejorando la secreción de la grasa y, en consecuencia, la calidad de la lágrima. Con tan solo tres sesiones de aproximadamente dos minutos cada una se pueden observar mejoras notables. Además, este tratamiento es seguro y no presenta efectos secundarios, ya que la luz pulsada se aplica en la piel alrededor del ojo, sin entrar en contacto directo con el globo ocular.

ActActualmente, uno de los tratamientos más innovadores y eficaces para combatir esta patología es el uso de luz pulsada intensa (IPL, por sus siglas en inglés)

El Dr. Ragaei, referente a nivel nacional en cirugía refractiva y en el tratamiento de ojo seco, señala: “La IPL, además de aliviar los síntomas, permite prevenir el deterioro ocular a largo plazo, favoreciendo una mejor calidad de vida”.

No hay que olvidar que el síndrome de ojo seco no es simplemente una molestia pasajera; se trata de una afección que puede convertirse en crónica si no se aborda adecuadamente, con consecuencias prácticas graves para la vida cotidiana, puesto que afecta a actividades cotidianas, como leer, trabajar frente a pantallas o conducir.

Avances como la luz pulsada intensa están revolucionando el modo de afrontar este problema, ofreciendo una solución efectiva y sin complicaciones para quienes lo padecen.