Desde el año 1992, cada 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, pues así lo declaró Naciones Unidas para promover los derechos y el bienestar de dicho colectivo, así como concienciar sobre su situación. Es cierto que en los últimos años se van dando avances en la inclusión de estas personas con capacidades diferentes en distintos ámbitos (por ejemplo, en el mercado laboral, en la educación, etc.), pero aún queda tarea por hacer.

 

En España, hace casi un año que el pleno del Congreso de los Diputados aprobó la reforma del artículo 49 de la Constitución para ampliar los derechos de las personas con discapacidad y eliminar del texto la expresión “disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos”. En concreto, se reconoció que dicho colectivo ejerce los derechos previstos en el Título I de la Constitución en condiciones de libertad e igualdad reales y efectivas. Asimismo, se estableció que los poderes públicos impulsarán políticas que garanticen la plena autonomía personal y la inclusión social de dicho colectivo.

“La discapacidad nos acompaña a todos. ¿Quién es capaz de decir que él no tiene ninguna discapacidad? Aceptar nuestras limitaciones y luchar con ellas para seguir adelante en nuestra existencia ya es una actitud que manifiesta que la esperanza anida en nuestro corazón”, señalan los obispos

Este año, la campaña de la Conferencia Episcopal con motivo del citado Día Internacional ha llevado por lema “Todos juntos regalamos esperanza” y quiere ser “un canto a la esperanza, un aliento fresco que permita descubrir que todos somos un regalo de esperanza para los demás”, y así lo canta el grupo Hakuna. Una campaña que también pretende servir para preparar la celebración del Jubileo 2025. En el mensaje de los obispos de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado, se afirma que “la discapacidad nos acompaña a todos. ¿Quién es capaz de decir que él no tiene ninguna discapacidad? Aceptar nuestras limitaciones y luchar con ellas para seguir adelante en nuestra existencia ya es una actitud que manifiesta que la esperanza anida en nuestro corazón”.

 

Naciones Unidas defiende que para lograr un mundo inclusivo, todas las personas deben tener la oportunidad de participar en el mundo laboral. Por ello, la multinacional especializada en soluciones globales de talento Synergie ha analizado la situación de las personas con discapacidad en el mercado laboral de España con datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que depende del Ministerio de Trabajo. La principal conclusión de Synergie es que tan solo el 35% de las personas discapacitadas en edad de trabajar están activas, pues la contratación ha bajado en 16.550 personas, hasta 143.436, cifra que sólo representa el 1,77% del número de contratos totales; mientras que ha aumentado el porcentaje afiliaciones, que en 2023 ha sido un 70% mayor al de 2014. Sílvia Balcells, directora general de Synergie España, ha afirmado que “pese a que en nuestro país la concienciación acerca de la importancia de incluir a personas con discapacidad ha aumentado significativamente, todavía queda mucho trabajo por hacer. Resulta fundamental que las empresas españolas comprendan que este tipo de trabajadores puede aportar grandes cualidades a su equipo de trabajo y que luchemos todos juntos por la igualdad de oportunidades”.

Solo el 35% de las personas discapacitadas en edad de trabajar están activas, pues la contratación ha bajado en 16.550 personas, hasta 143.436, cifra que sólo representa el 1,77% del número de contratos totales

 

 

 

Funcas estima el número de personas discapacitadas en edad laboral (de 16 a 64 años) en 1,58 millones, lo que supone el 37% del colectivo. Su tasa de actividad se queda por debajo de la mitad de la que tiene la población en general, la tasa de empleo apenas supera el 33% y la tasa de paro (30,2%) casi dobla la de la población total. La educación constituye uno de los medios más poderosos de integración social, no solo por su carácter crucial para el desempeño laboral, sino también porque el paso por el sistema educativo es un gran mecanismo de socialización, y de hecho, la proporción de personas discapacitadas que han completado estudios superiores (universitarios o profesionales superiores) ha crecido en los últimos 15 años, pasando del 7,2% al 10,7%, aunque aún está lejos del que hay en la población española en general. Asimismo, Funcas apunta que viven solas más de un millón de personas (el 24,5%) del citado colectivo, que en total asciende a 4,3 millones y representa el 9,7% de la población; y que la familia es la gran prestadora de cuidados.

Para una gran mayoría de la sociedad española es necesaria más sensibilización sobre las dificultades de las personas con movilidad reducida, como recoge el estudio ‘La Voz de la Accesibilidad’, elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios. “Lograr una sociedad más inclusiva y accesible es una responsabilidad compartida que nos afecta a todos”, ha señalado Cristina Pallàs, directora de la Fundación Mutua de Propietarios. Hacer deporte, realizar tareas cotidianas, hacer la compra o salir de la vivienda a la calle son algunas de las barreras que afronta en su día a día el colectivo con movilidad reducida.

La proporción de personas discapacitadas que han completado estudios superiores ha crecido en los últimos 15 años, pasando del 7,2% al 10,7%, aunque aún está lejos del que hay en la población española en general

El Sindicato Técnicos de Enfermería (SAE) ha referido que la inclusión debe ser real en todos los ámbitos para que sea efectiva y este año, bajo el lema “Nada sobre nosotros sin nosotros”, ha querido recordar que la discapacidad, ya sea física, psíquica o sensorial, no es sinónimo de incapacidad, por lo que es urgente dejar de identificar discapacidad con enfermedad para erradicar los prejuicios, el estigma, actitudes condescendientes o actuaciones de sobreprotección. Por ello, defiende la necesidad de implementar políticas y actuaciones que garanticen el acceso a las personas del colectivo al ámbito educativo, laboral, económico, social… teniendo en cuenta su voz.

Desde la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) hace más de un mes se presentó la campaña “Teletransporte contra la discriminación”, inspirada en el universo Star Trek, para exigir en 28 ciudades que se cumplan las leyes de accesibilidad en los distintos medios de transporte. “La inaccesibilidad en el transporte afecta derechos esenciales como el acceso a la salud, la educación y el empleo”, ha subrayado Anxo Queiruga, presidente de COCEMFE.

Esta Confederación y su Movimiento Asociativo también ha puesto en marcha la campaña ‘Medidas contra la discriminación’ de personas discapacitadas, que incluye 35 medidas para derribar barreras y que puedan ejercer sus derechos en igualdad de condiciones. Entre ellas, se incluyen reformas legales (como modificar la legislación básica de acceso al empleo público para elevar el cupo de reserva para todas las Administraciones Públicas del 7% vigente al 10%; o reformar la Ley de Propiedad Horizontal para que las obras de accesibilidad en edificios de viviendas sean siempre obligatorias), así como planes para impulsar el acceso a la vivienda, al empleo y a la educación o nuevos modelos para apoyar la vida independiente, la cronicidad o la financiación de productos sanitarios. “Garantizar derechos es acabar con la discriminación”, ha destacado Queiruga, por lo que insta a la Administración central y a las diferentes administraciones autonómicas y locales a asumir su responsabilidad en la adopción de las medidas propuestas por COCEMFE y su Movimiento Asociativo, y a contar para ello con ambos.

En este contexto, cabe destacar algunas apuestas e iniciativas por la integración social y laboral en distintas empresas, organizaciones y entidades, como Leroy Merlin, que ya cuenta con un 3,36% de empleados con alguna discapacidad dentro de una plantilla que asciende a 18.000 personas en España. Por tanto, supera el porcentaje exigido por ley (2%) y además, aspira a seguir avanzando y llegar al 4%.

Por su parte, CaixaBank se ha convertido en el primer banco que ha lanzado un servicio de videointerpretación en lengua de signos en sus oficinas para personas con discapacidad auditiva. A través del servicio SVisual elimina las barreras comunicativas, mejora la transparencia y evita errores. Por ahora, se ha puesto en marcha como piloto en 120 sucursales, pero se quiere ofrecer en toda la red del banco durante el primer trimestre de 2025.

Leroy Merlin ya cuenta con un 3,36% de empleados con alguna discapacidad dentro de una plantilla que asciende a 18.000 personas en España. Por tanto, supera el porcentaje exigido por ley (2%)

 

Algunos eurodiputados se han puesto en la piel de atletas ciegos y han disputado un partido de fútbol inclusivo con jugadores con discapacidad intelectual de cinco equipos de la Comunidad de Madrid que participan en la LaLiga Genuine. Un partido llamado “Unidos por la Discapacidad” que ha sido organizado por la Oficina del Parlamento Europeo, la Representación de la Comisión Europea en España, el Grupo Social ONCE y LaLiga (a través de su Fundación); y que permitió reunir no sólo a jugadores con discapacidad intelectual y eurodiputados, sino también atletas paralímpicos ciegos y exfutbolistas profesionales.

El Museo Pablo Gargallo de Zaragoza también apuesta por la inclusión, en concreto, a través del acceso al arte y la cultura a personas con discapacidad. Una muestra de ello es la sala sensorial inclusiva ‘Entre Luces’, donde está prohibido no tocar y que en su primer año ha recibido 37.392 visitas. Una sala que ha sido reconocida con el premio nacional ‘Aprendizaje-Servicio a través de las artes’, de la Red Española de Aprendizaje-Servicio y la ONG Educo, apadrinado por la Fundación Princesa de Girona y que cuenta con la colaboración del Ministerio de Educación. Recientemente, se ha estrenado un documental en el citado museo que muestra cómo se creó la sala ‘Entre luces’ a través del punto de vista de tres de los implicados en su creación: el escultor y profesor Jesús Gazol, la alumna Lucía Acerete y la profesora Cristina Ballabriga.

En la sala sensorial inclusiva ‘Entre Luces’ del Museo Pablo Gargallo está prohibido no tocar y que en su primer año ha recibido 37.392 visitas

 

 

 

La sala ‘Entre Luces’ es fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Zaragoza y el Centro San Valero, donde se pueden encontrar diez réplicas que ha realizado alumnos de dicho centro de creaciones del artista aragonés Pablo Gargallo. Cuando algún visitante se acerca a las obras, se activa un audio que le ofrece información en distintos idiomas (castellano, inglés o francés), tanto a través de un altavoz como de un bucle magnético para personas con problemas auditivos. Un código QR permite añadir subtítulos, lengua de signos o pictogramas del Centro Aragonés de Comunicación Aumentativa y Alternativa (ARASAAC, por sus siglas en inglés) a los contenidos explicativos. La sala sensorial inclusiva también cuenta con un libro táctil, tres puzles de piezas, 20 discos de materiales escultóricos y un encaminamiento podotáctil.