Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay 1.200 millones de personas con problemas de sobrepeso u obesidad, prácticamente el mismo número de individuos con desnutrición. En España casi el 30 por ciento de la población entre los dos y los diecisiete años tiene este problema y en la edad adulta, la obesidad afecta a un 17 por ciento.
Este problema está provocado por un incremento de la grasa corporal que se refleja en un aumento importante de peso, y se puede considerar una enfermedad crónica que acentúa otras patologías, como la esteatohepatitis, diabetes o la hipertensión. Suele comenzar en la infancia o la adolescencia, de ahí la importancia de mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico desde muy temprana edad.
Cuando las dietas no dan los resultados esperados, se debe acudir a otras alternativas médicas que ofrezcan soluciones estables a largo plazo
Normalmente, un niño con sobrepeso será un adulto obeso, y aunque los cambios en el estilo de vida son muy importantes, a veces no son suficientes y hay que recurrir a otros tratamientos para controlar este problema.
Para saber si se tiene un peso ideal los especialistas utilizan el Índice de Masa Corporal, IMC. Si éste índice está entre 25 y 29,9 una persona tiene sobrepeso. Si el IMC se sitúa entre 30 y 34,9 se considera obesidad, grave entre 35 y 39,9 y obesidad mórbida si supera el 40.
Es muy importante tener bajo control el peso corporal, y si se está dentro de esos parámetros, hay que conseguir perder peso, pero sin cambios bruscos y siempre bajo control médico, para evitar enfermedades asociadas con este problema, sobre todo cardiovasculares.
Cuando las dietas no dan los resultados esperados, se debe acudir a otras alternativas médicas que ofrezcan soluciones estables a largo plazo. El Servicio de Medicina del Aparato Digestivo del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, dirigido por el doctor Sarbelio Rodríguez Muñoz, ha puesto en marcha una nueva Unidad de Endoscopia Digestiva, para tratar el sobrepeso y la obesidad, con técnicas mínimamente invasivas.
En España casi el 30 por ciento de la población entre los dos y los diecisiete años tiene este problema y en la edad adulta, la obesidad afecta a un 17 por ciento.
Una de estas técnicas es el balón gástrico Spatz, un procedimiento ambulatorio que, “a diferencia de otros balones gástricos, se coloca durante un año y se va ajustando a lo largo del tratamiento”, explica este experto. Además, si después de retirarlo el paciente vuelve a ganar peso, se puede repetir el procedimiento. Con este método se logra perder, en los doce meses, una media de 24,5 kilos y un 50,6 por ciento del exceso de peso.
“Este balón ajustable produce una sensación de saciedad y ralentiza el vaciado del estómago. Está recomendado para personas con un IMC entre 27 y 40 o para aquellas que rechazan, por cualquier circunstancia, el tratamiento quirúrgico”, y para aquellas que necesitan un primer paso para disminuir su riesgo anestésico antes de una cirugía, según Rodríguez Muñoz.
Saciados con apenas comer
Otra técnica que se lleva a cabo en la nueva Unidad de Endoscopia Digestiva del Ruber Juan Bravo es el Método POSE (Primary Obesity Surgery Endolumenal). Consiste en una reducción de estómago sin incisiones, a través de endoscopia. Este sistemam, además, produce una sensación de saciedad constante y así, el paciente se siente satisfecho tomando poca cantidad de alimento.
El método POSE no es invasivo y la mayoría de los pacientes pueden realizar sus actividades cotidianas a los 2 o 3 días de la intervención. Aunque es una técnica relativamente nueva, quien se somete a ella consigue perder una media de 21 kilos al cabo del año de realizarla, lo que “equivale al 56 por ciento del exceso de peso”, apunta este experto. Está indicado para personas con un sobrepeso entre 15 y 35 kilos o para aquellas con un IMC entre 29 y 40.
El Método POSE (Primary Obesity Surgery Endolumenal) consiste en una reducción de estómago sin incisiones, a través de endoscopia
A pesar de que el incremento de grasa corporal y el aumento de peso también pueden ser por factores genéticos, si se siguen unas mínimas pautas alimenticias desde muy pequeños, se pueden evitar estos trastornos y sus consecuencias en la salud. “Algo tan simple como no abusar de los alimentos grasos y azucarados, hacer al menos, media hora diaria de ejercicio y comer saludablemente, son algunos consejos que, todos conocemos, pero a veces no llevamos a la práctica”, sentencia el Dr. Rodríguez Muñoz.