A diferencia de los equipos de aire acondicionado, los ventiladores no absorben aire y lo enfrían para devolverlo a la habitación. En lugar de ello, estos aparatos mueven el aire para crear corrientes. De esta manera, los flujos de aire generan una sensación térmica entre 5 y 8ºC por debajo de la real, siempre que la temperatura ambiente no supere los 32 grados centígrados. Y además, la ciencia avala su eficacia: este dato fue confirmado en 2015 por un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association.

Al no enfriar el aire, la sensación es más natural y el gasto energético se reduce. Te invitamos a descubrir los mejores ventiladores domésticos que existen y cuál elegir para refrescar tu hogar este verano.

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