El verbo acoger cuenta con distintas acepciones en el diccionario de la Real Academia Española, pero en esta ocasión nos fijaremos en tres: admitir en su casa o compañía a alguien; refugiar o dar albergue; y proteger, amparar. Así, por acogida se entiende la acción de acoger, y hay distintos tipos, entre los que está la de niños y adolescentes que no pueden vivir con sus familias por diversas circunstancias, y que pueden ser acogidos de forma temporal por otra familia o por un centro. El objetivo es positivo, pero la situación preocupa en España porque el número de niños y adolescentes atendidos por el sistema público de protección ha aumentado un 6% entre 2021 y 2022, pasando de 48.357 a 51.203, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y la cifra supera la que había en 2019, el año preCovid, y que fue de 50.272.

Hay dos grandes tipos de medidas de protección. Uno es el acogimiento familiar, donde con carácter administrativo o judicial, se otorga la guarda de un niño o adolescente a una persona o núcleo familiar con la obligación de velar por este, tenerlo en su compañía, atenderlo, alimentarlo, cuidarlo y procurarle una formación integral. Puede ser de varias modalidades: temporal (máximo dos años, prorrogables por el bien del menor), urgencia (para menores de seis años con una duración no superior a seis meses hasta que se decide la medida de protección), permanente (al acabar los dos años de la temporal y no ser posible la reintegración familiar, o en casos de menores con necesidades especiales o circunstancias que lo aconsejen) o delegación de guarda para adopción (previo a que se dicte la resolución judicial de adopción). Y respecto a las familias que acogen se distingue entre familia extensa, cuando acoge algún miembro de la propia familia; y familia ajena, en acogidas de una familia con la que el menor no tiene ningún lazo familiar.

La cifra de niños y adolescentes en acogida ha pasado de 48.357 en 2021 a 51.203 en 2022, supera la cifra que había en 2019, el año preCovid, y que fue de 50.272

 

 

Otro tipo de medida de protección es el acogimiento residencial, que consiste en el cuidado y custodia del menor de edad, bien como parte de la tutela o con independencia de que ésta se haya asumido, cuando se lleva a efecto mediante el ingreso en un centro o establecimiento. Se consideran similares a los centros ,a estos efectos, los pisos tutelados, hogares funcionales, mini-residencias, etc., tanto de titularidad pública como de centros colaboradores.

Los 51.203 niños y adolescentes contabilizados en 2022 son un 6% superiores a los del año anterior y según explica Aldeas Infantiles SOS este aumento se debe al registrado en el acogimiento residencial (+5,5%) y a los casos en estudio (+12%, a 17.008). En el total, continúan predominando los acogimientos familiares (18.177, un 1,5% menos, de los que 10.812 son casos de familia extensa y 7.365 de familia ajena) sobre los residenciales (17.061), pero la citada organización sin ánimo de lucro recuerda que la Ley de Protección Jurídica del Menor establece que los menores de 3 años deberán acceder a un acogimiento familiar y que para los menores de 6 años se priorizará esa modalidad. Aldeas llama la atención porque 557 niños de 0 a 3 años y 529 de 4 a 6 “permanecieron en la modalidad de acogimiento residencial”, y porque la mitad de los acogimientos residenciales son adolescentes de entre 15 y 17 años. Además, hay 5.868 menores extranjeros no acompañados (menas) en acogida, y la mayoría en la residencial.

La Ley de Protección Jurídica del Menor establece que los menores de 3 años deberán acceder a un acogimiento familiar y que para los menores de 6 años se priorizará esa modalidad, pero Aldeas llama la atención porque 557 niños de 0 a 3 años y 529 de 4 a 6 “permanecieron en la modalidad de acogimiento residencial”

 

 

Aldeas Infantiles SOS lamenta la ausencia de datos estadísticos sobre los grupos de hermanos en acogida y sobre cuántos son separados, algo que, según la legislación, solo debería ser aceptable cuando haya razones convincentes que demuestren que mantenerlos juntos va en contra de su interés superior. Recuerda que en cualquier decisión vinculada con la pérdida del cuidado parental debe prevalecer la no separación de hermanos, un principio recogido en la Ley de Protección Jurídica del Menor, en la Convención sobre los Derechos del Niño y en las Directrices sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños. Estas últimas hacen hincapié en que la falta de capacidad o de opciones adecuadas para ubicar de hermanos en el sistema de protección no justifica su separación y advierten de que esta solo puede darse si hay razones convincentes que demuestren que mantenerlos juntos va en contra de su interés superior.

La organización sin ánimo de lucro reclama que se priorice que los hermanos en acogimiento permanezcan juntos y que se destinen mayores recursos financieros y humanos para facilitarlo. De hecho, explica que “la separación de los niños y adolescentes de sus familias impacta en el desarrollo de su identidad y en su autoestima, pudiendo provocarles una sensación de desarraigo; por ello, es fundamental que permanezcan junto a sus hermanos, lo cual supone un soporte esencial para superar el trauma de la separación, recuperar la confianza, la estabilidad emocional y favorecer su bienestar”. En 2023, Aldeas ha ofrecido un entorno familiar protector a 1.320 menores que crecían sin el cuidado de sus padres en nuestro país; también ha aumentado sus programas de fortalecimiento familiar (un trabajo preventivo) para apoyar a 24.836 niños y jóvenes, y a 2.973 familias; y ha acompañado a 1.388 jóvenes que ya son mayores de edad y han salido del sistema de protección, algo que hará hasta su plena integración en la sociedad.

En cualquier decisión vinculada con la pérdida del cuidado parental debe prevalecer la no separación de hermanos, un principio recogido en la Ley de Protección Jurídica del Menor, en la Convención sobre los Derechos del Niño y en las Directrices sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños

 

 

Aldeas Infantiles SOS valora positivamente que los acogimientos familiares sean mayoritarios porque “se cumple así lo estipulado en la Ley del Menor, que señala que, ante la retirada de la tutela de un niño de sus padres, la primera medida de cuidado alternativo recomendada es el acogimiento familiar y, si es posible, en familia extensa”. Cada 31 de mayo se celebra el día internacional de este tipo de acogida y unas semanas después, Aldeas ha presentado la iniciativa ‘Historias en juego’, que forma parte de su programa AcogES+ y cuyo objetivo es sensibilizar a las Administraciones Públicas y a la sociedad sobre la necesidad de implementar políticas que apoyen el acogimiento familiar especializado con dedicación exclusiva. Una campaña que ha recibido apoyo de miles de firmantes en Change.org y el apoyo, entre otros de: Luis Pedernera, vicepresidente del Comité de Derechos del Niño de la ONU; Carlos Franganillo, director de informativos de Telecinco; Carles López, presidente de la Plataforma de Infancia (POI); Eduardo Madina, socio de estrategia en Harmon; Pilar García de la Granja, periodista y fundadora de la Fundación Querer; Javier Urra, psicólogo y primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid; Andrea Henry, presidenta del Consejo de la Juventud de España; la Plataforma de Infancia (POI) -que agrupa a más de 70 entidades sociales y de la infancia-; el Consejo de la Juventud de España, la ONCE, la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad Pontificia Comillas. Entre las peticiones a las Administraciones se pide ofrecer formación y apoyo continuado a las familias, evitar la separación de hermanos, trabajar con las familias biológica y reconocer a las personas acogedoras como profesionales con régimen especial en la Seguridad Social. También ha que tener en cuenta que en el acogimiento familiar especializado con dedicación exclusiva se cuida a niños y adolescentes que por sus necesidades o características especiales no pueden vivir con sus familias biológicas.

‘Historias en juego’ “es más que una campaña, es una iniciativa para transformar la vida de aquellos niños que más lo necesitan. Nuestro objetivo es garantizar que crezcan en un entorno familiar seguro y con cariño”, señala Ana Alarcón, directora del proyecto AcogES+. “Las historias de éxito que ya hemos visto nos motivan a seguir adelante, pero aún queda mucho por hacer, por lo que necesitamos más recursos y visibilización para mejorar el futuro de todos estos niños”, añade, sobre un proyecto que recibe ayudas públicas y de los fondos europeos, y que surgió en 2022 en Cantabria, Galicia, Castilla-La Mancha y Madrid.

Por su parte, la ONG Mamás en Acción, fundada hace diez años para acompañar a niños que se encuentran hospitalizados solos (menores tutelados, víctimas de malos tratos o hijos de familias vulnerable) y que la lo hace en 36 hospitales de todo el país, celebró una jornada de debate en el Congreso de los Diputados para denunciar la urgencia de impulsar el acogimiento familiar y lanzó la campaña #NiUnNiñoSinFamilia. “En España tenemos 17.000 menores creciendo en centros residenciales y, aunque sabemos que las instituciones hacen lo posible porque tengan todos los cuidados necesarios, nunca será lo mismo que crecer en una familia”, afirma Majo Gimeno, presidenta y fundadora de Mamás en Acción.

 

“Estamos seguras de que con la suficiente información muchas familias españolas se convertirían en familias acogedoras, abriendo sus puertas a Anita o a Juan para darles cariño y un hogar donde crecer”, apunta Gimeno. Unas palabras en las que alude a los muñecos que lanzaron el pasado 20 de diciembre, se venden en su web y representan a los más de 51.000 niños que crecen en España bajo el sistema de protección de la infancia, 17.000 de ellos en centros residenciales. “Queríamos lanzar una campaña a favor del acogimiento familiar para que ningún menor crezca sin familia. Todos tenemos derecho a crecer en una familia. Queremos hacer un llamamiento para que la sociedad española conozca esta realidad, que muchas veces tenemos tan cerca de casa. Ellos buscan una familia de acogida”, explica Gimeno. Cuando se lanzaron los muñecos, la presidenta y fundadora de Mamás en Acción ya refirió que en nuestro país “falta una política a favor del acogimiento y el problema se agrava cada día que los menores pasan en los centros, sin la oportunidad de crecer en un hogar”.

En nuestro país “falta una política a favor del acogimiento y el problema se agrava cada día que los menores pasan en los centros, sin la oportunidad de crecer en un hogar”, señala Majo Gimeno, presidenta y fundadores de Mamás en Acción

La Asociación de Familias de Acogida de España (FADES) se creó en 2013, tiene como lema “por el derecho a crecer en familia” y surgió como la unión de familias de toda España para apoyar y difundir el acogimiento familiar, así como promover los cambios necesarios para que todo niño susceptible de ser acogido pueda vivir en familia”. Las personas fundadoras descubrieron la dificultad de encontrar información antes, durante y después de finalizar el acogimiento familiar; así como la necesidad de apoyo y formación ante las dificultades que surgen en la convivencia familiar una vez ya iniciada; y la falta de acompañamiento sentida por las familias de acogida. Entre sus objetivos está promover y defender los derechos de las familias acogedoras y de los menores en acogida, aun cuando estos hubieran alcanzado la mayoría de edad; fomentar la unión y colaboración entre las familias acogedoras, compartiendo experiencias, problemas e ilusiones comunes, tendentes a la mejora del acogimiento; e impulsar el contacto, el intercambio de ideas y los conocimientos con otras entidades que tengan una finalidad análoga.

Al haber del acogimiento en nuestro país, cabe destacar que entre las bajas, el porcentaje de las que se deben a la reintegración de los niños con sus familias biológicas es muy bajo (del 11% en la acogida familiar y del 15% en la acogida residencial). El resto se deben a que los menores cumplen la mayoría de edad o pasan a otras modalidades de acogimiento.

Un mayor esfuerzo preventivo reduciría el número de niños bajo la tutela de las Administraciones Públicas, disminuiría el gasto público y evitaría a los niños el trauma de la separación familiar”, subraya Aldeas Infantiles SOS

Ante el aumento de niños y adolescentes en el sistema de protección, las organizaciones sin ánimo de lucro reclaman más ayudas y entre ellas, Aldeas demanda también más inversión en políticas preventivas para apoyar y fortalecer a las familias vulnerables, evitando así la separación de padres e hijos. “Es esencial implementar medidas que nos permitan intervenir a tiempo y prevenir que las situaciones de riesgo se conviertan en casos de desamparo. Un mayor esfuerzo preventivo reduciría el número de niños bajo la tutela de las Administraciones Públicas, disminuiría el gasto público y evitaría a los niños el trauma de la separación familiar”, subrayan desde Aldeas.