El medio ambiente empezó a preocupar a nivel institucional en la cumbre de la ONU que hubo en Estocolmo (Suecia) en el año 1972, pero esto se disparó de verdad al llegar el nuevo milenio en el 2000 y sigue en auge por todo el tema del cambio climático. Esa inquietud se ha traducido en que la sostenibilidad forma parte ya de todos los ámbitos e incluso de los criterios de las empresas. Y dentro de este contexto van surgiendo iniciativas interesantes, como plantar árboles, que supone la mejor transición ecológica que se puede hacer, además es fácil y está al alcance de todos.

En todo el mundo hay alrededor de 3 billones de árboles, según la revista Nature, y se estima que cada año se talan 15.000 millones por actividades humanas. Hace unos meses, un estudio de la revista One Earth alertó de un aumento de la deforestación en el planeta en los últimos 20 años: un 41% de la superficie forestal por las talas de árboles, un 29% por los incendios forestales, un 15% por las talas y quemas de cultivos itinerantes, y un 10% por usos agrícolas permanentes.

En España, se contabilizaron más de 7.500 millones de árboles. Ha crecido la desertificación, pero también la superficie forestal: los bosques protegen el suelo, revitalizan la biodiversidad, generan trabajo y arraigo, alimentan los sistemas hídricos y absorben el 24% de las emisiones

 

Sólo en España, se contabilizaron más de 7.500 millones de árboles en el tercer Inventario Forestal Nacional (IFN3) y, aunque también ha aumentado la desertificación, nuestra superficie forestal ha crecido un 34% entre 1990 y 2019. No hay que olvidar que los bosques protegen el suelo, revitalizan la biodiversidad, generan trabajo y arraigo, alimentan los sistemas hídricos y absorben el 24% de las emisiones, según la Sociedad Española de Ciencias Forestales. Además, más de un experto considera que los árboles funcionan como sumidores naturales de dióxido de carbono (CO2), por lo que ayudan con todo el tema de las emisiones y en el camino hacia el objetivo de cero emisiones netas de carbono para 2050.

La plantación de árboles y la reforestación se plantea a nivel mundial y en nuestro país, así como dentro de la Unión Europea. En mayo de 2020, mientras se atravesaba el Covid-19, la Comisión Europea publicó la Estrategia de la UE sobre biodiversidad a 2030, que incluía la propuesta de plantar 3.000 millones de árboles en el conjunto de sus 27 Estados miembros, y el año pasado se duplicó el objetivo en 3.000 millones adicionales. Como herramienta de ayuda, Tracasa Global (empresa pública del Gobierno de Navarra) creó para la Comisión Europea una aplicación web denominada MapMyTree, que se puso en marcha en noviembre de 2022, con la que cualquier persona o entidad puede reportar y registrar los árboles que planta, y que permite contar todos los que se plantan en la UE: actualmente ya van más de 13 millones.

La Estrategia de la UE sobre biodiversidad a 2030 incluye plantar 6.000 millones de árboles, y para ayudar, Tracasa Global creó la aplicación web MapMyTree, con la que cualquier persona o entidad puede reportar y registrar los que planta, y que permite contar todos: ya van más de 13 millones

 

Entre las organizaciones sin ánimo de lucro que se han unido a la reforestación está WWF. Se trata de la mayor organización internacional independiente dedicada a la defensa de la naturaleza y el medio ambiente, que se fundó en en 1961, hoy trabaja en más de 100 país y tiene el apoyo de casi cinco millones de miembros. En su origen en España tuvo a Félix Rodríguez de la Fuente como vicepresidente, quien decía que “el hombre se acabará cuando se acabe el equilibrio vital del planeta que lo soporta. El hombre debe amar y respetar la Tierra como ama y respeta a su propia madre”.

Esta ONG cuenta con diversos proyectos en nuestro país y entre ellos figuran algunos ligados a la reforestación, como la actividad ‘Plantación en red’ que realiza cada año desde 2011con sus grupos locales y voluntarios, y con financiación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El objetivo es realizar una gran plantación simultánea por todo el país y se realiza en lugares donde WWF trabaja durante todo el año dentro de su labor para recuperar los bosques autóctonos a través de la actuación en zonas degradadas y la plantación de especies ibéricas de árbol y matorral (encina, coscoja, romero, tomillo, espino negro, retama, cornicabra, olivilla, almendro, higuera, aliaga, sabina, enebro, taray, serval, olmo y quejigo, entre ellas), con la vista puesta en ayudar a hacer unos bosques más resilientes al cambio climático y el fuego y que estén adaptados a nuestro clima y características naturales. La última edición de ‘Plantación en red’ se celebró el pasado 26 de noviembre y ya van 12.

Con ‘Plantación en red’, WWF hace una gran plantación simultánea en lugares donde trabaja durante todo el año para recuperar los bosques autóctonos a través de la actuación en zonas degradadas y la plantación de especies ibéricas de árbol y matorral

 

Junto a los ciudadanos anónimos y las entidades, también hay muchas empresas que se han lanzado a iniciativas de plantación de árboles en todo el mundo. Un ejemplo de esto es el desarrollador de videojuegos Sony Interactive Entertainment (SIE), que es una filial de la multinacional japonesa Sony, ya ha plantado más de 600.000 árboles en todo el mundo con el proyecto Bosque de Aloy. Este último surgió en febrero de 2022, a raíz del lanzamiento del videojuego Horizon Forbidden West para PlayStation, y sirvió para reflejar su compromiso con la Alianza de Jugando por el Planeta, la cual se lanzó en 2019 en la Cumbre del Clima celebrada en la sede de Naciones Unidas en Nueva York (EEUU) y que tiene el objetivo de plantar 1 millón de árboles con la industria del videojuego y crear conciencia sobre la biodiversidad.

El pasado junio, cuando Alexandre de Palmas aún estaba al frente de Carrefour España (en septiembre pasó a ser el responsable de la cadena de distribución francesa), había 18 empresas que habían respondido al llamamiento a favor de los bosques de nuestro país lanzado junto a Forest Stewardship Council (FSC), una organización internacional sin ánimo de lucro con 29 años de historia que se dedica a promover una gestión ambientalmente apropiada, socialmente beneficiosa y económicamente viable de los bosques de todo el mundo. Entre esas 18 compañías comprometidas a reforestar con 570.000 árboles de especies autóctonas 210 hectáreas de terrenos afectados por incendios, están: Mahou San Miguel, Pernod Ricard, L’Oréal, Sphere, El Encinar, Diageo, Valldan, Affinity, Samsung, Cune, Bel, Conservas Arlequín, Valor, Mondélez, Calzados Aguirre, Phillips, Bergner y Conservas Dani. Asimismo, a finales de junio, Carrefour, FSC y Mahou San Miguel unieron fuerzas en la segunda edición del proyecto ‘Comprometidos con nuestros bosques’ para recuperar casi 35 hectáreas de terreno en Andalucía y Asturias, después de que en la primera edición lanzada en 2022 contribuyeran a recuperar 22 hectáreas con la plantación de más de 12.000 árboles en montes de Gran Canaria, Valladolid y Pontevedra; y de nuevo con Odile Rodríguez de la Fuente (bióloga, divulgadora científica y medioambiental, e hija de Félix Rodríguez de la Fuente) como embajadora.

“Sabemos que el cacao es una fuente de ingresos y una forma de vida para muchas comunidades. Pero también sabemos que la deforestación y el cambio climático amenazan con socavarlo”, subraya Marco Gonçalves, director de Compras de Grupo Ferrero

 

Por su parte, Grupo Ferrero es uno de los fundadores de la Iniciativa Cacao y Forestas (CFI), que nace en 2018 de una colaboración entre 36 empresas líderes de cacao y chocolate -responsables del 85% del uso mundial de cacao- y los gobiernos de Costa de Marfil y Ghana para buscar la producción sostenible de cacao y la conservación de los bosques. En el cuarto informe anual sobre la CFI, Ferrero señala que entre 2018 y 2022 ha evaluado 421.000 hectáreas de tierra por riesgo de deforestación, ha distribuido 5,4 millones de árboles no procedentes del cacao para plantarse dentro y fuera de las explotaciones. “Sabemos que el cacao es una fuente de ingresos y una forma de vida para muchas comunidades. Pero también sabemos que la deforestación y el cambio climático amenazan con socavarlo”, subrayó Marco Gonçalves, director de Compras de Grupo Ferrero.

Otro ejemplo se puede ver en Naturgy, que culminó la celebración del 30 aniversario de su fundación creando el Bosque Fundación Naturgy junto al Grupo Sylvestris en la localidad de Cadalso de los Vidrios (Madrid). De esta forma regenerará una zona de siete hectáreas con la plantación de 7.000 árboles de distintas especies autóctonas que contribuirán a absorber 2.220 toneladas de CO2 equivalente durante los próximos 50 años y le generarán créditos de carbono certificados para compensar la huella de carbono de la energética y de sus clientes.

La empresa sueco-suiza ABB y una ONG trabajan en la Amazonía peruana para combatir la deforestación de más de 20.000 hectáreas: un robot autónomo instalado en la selva permite plantar hasta 600 árboles en una mañana, lo que equivale a la superficie dos estadios de fútbol

 

Poco antes de Navidad, Suntory Beverage & Food Spain (SBFS), filial del grupo japonés de refrescos Suntory -que tiene entre los productos que fabrica, vende y distribuye los de las marcas Schweppes, La Casera, TriNa y Sunny Delight-, reunió a 80 empleados durante tres jornadas de voluntariado en los alrededores del embalse del Guajaráz, uno de los tres que provee de agua a su fábrica de Toledo. Como parte del proyecto ‘Guardianes del Tajo’, que busca mejorar la calidad y la cantidad de las aguas del propio embalse, así como la biodiversidad de su cuenca, mediante diversas acciones. Entre ellas, la reforestación que hicieron parte de sus empleados en 2.600 metros cuadrados con 1.110 plantaciones de árboles y plantas de matorral mediterráneo, en una zona que tenía una cobertura forestal inferior al 10% y donde SBFS seguirá realizando actuaciones porque se ha comprometido a que en 30 años dicha cobertura forestal aumente hasta el 80%. “En SBFS, fieles a uno de nuestros valores, Giving Back to Society, nos comprometemos a devolver a la naturaleza lo que esta nos presta para que podamos existir, y para ello desarrollamos proyectos y acciones para cumplir con este objetivo”, subrayó Carmen Guembe, directora de Sostenibilidad, Comunicación Externa y Asuntos Públicos de SBFS.

Y entre las múltiples iniciativas de reforestación, también tiene protagonismo la tecnología, como se puede ver en el Amazonas, que en 2022 llegó a su máximo de deforestación con la pérdida de 4.000 kilómetros cuadrados de selva en seis meses. La empresa sueco-suiza ABB y una ONG trabajan en la Amazonía peruana con la ayuda de la robótica y la computación en la nube para combatir la deforestación de más de 20.000 hectáreas de jungla: un robot autónomo instalado en la selva que usa energía solar y tiene dos brazos con los que abre un saco biodegradable con tierra, toma una semilla, la introduce y luego tapa y compacta la tierra; después cada saco se planta en zonas deforestadas. Dicho robot permite plantar hasta 600 árboles en una mañana, lo que equivale a la superficie dos estadios de fútbol, y sus resultados los evalúa un equipo de ingenieros desde Suecia que puede afinar su funcionamiento y hacer modificaciones. Asimismo, hay varias empresas que utilizan drones para plantar en semillas, por ejemplo, una en Australia combina drones e inteligencia artificial y puede llegar a plantar hasta 40.000 semillas al día; y otra en EEUU usa enjambres de drones con una carga de hasta 25 kilogramos para plantar un gran número de árboles y pueden comenzar sus labores de reforestación apenas transcurrido un mes desde un incendio, así como alcanzar zonas agrestes y escarpadas complicadas para labores manuales.