El sol es nuestra principal fuente de energía, renovable e inagotable. Además, es abundante: si consiguiéramos recoger el 6% de la energía solar se podrían satisfacer las necesidades de energía de toda la humanidad. Por eso el crecimiento de las plantas de energía solar está siendo exponencial en todo el mundo: la capacidad instalada global se ha duplicado en los últimos tres años y ha alcanzado 1 TW en abril de 2022.
Una de las principales ventajas de la tecnología fotovoltaica es que sus instalaciones son muy adaptables. Podemos encontrar desde enormes plantas solares en el suelo hasta paneles de menor tamaño en las azoteas de las viviendas.
La modalidad más desconocida son las plantas solares flotantes, que se ubican en superficies acuáticas y aparecen como una gran alternativa para impulsar la energía solar en países con escasez de terreno disponible.
La principal ventaja de los paneles fotovoltaicos flotantes frente a los terrestres es su mayor refrigeración y, por tanto, su rendimiento
Este tipo de paneles fotovoltaicos pueden instalarse en cualquier superficie acuática, desde el mar hasta lagos, depósitos de agua potable, presas o canales de riego, pero lo ideal es que se alojen en aguas tranquilas, con escasas variaciones de nivel, a poca distancia de las orillas.
Cómo son las plantas solares flotantes
Las plantas flotantes no son exactamente igual que las terrestres, aunque tienen un sistema muy similar. La estructura suele ser de tipo fijo con una inclinación de entre 5 y 15º y la orientación puede ser sur o este-oeste para intentar capturar todo el recorrido del sol. Básicamente, se componen de cuatro partes:
Sistema flotante o pontón
Estructura que sostiene el panel solar. Está compuesto de una estructura y un flotador que mantiene suspendida la instalación sobre el agua.
Sistema de amarre
Ancla la estructura a la parte inferior y ayuda a ajustar las fluctuaciones del nivel del agua.
Sistema fotovoltaico
Son equipos de generación fotovoltaica. Los más utilizados son los cristalinos.
Sistema de cableado
Es el cableado subacuático encargado de llevar la energía generada a la subestación eléctrica.
Ventajas de las plantas solares flotantes
La primera ventaja de las plantas flotantes es que son una buena opción para generar energía solar en los lugares donde no haya disponibilidad de terrenos.
Se están creando nuevas plantas en Francia, Suiza y, ahora, en Portugal, donde hemos ganado la primera subasta solar flotante en embalses de la Península Ibérica
En estas instalaciones el ratio de hectáreas por megavatio es de 1:1. “En casos como Portugal, donde el estado licita la utilización de la superficie de agua, se elimina la necesidad de búsqueda y alquiler de terreno”, explica Miguel González, director de Desarrollo de Negocio Renovable de Enel Green Power para Portugal.
Otra de las ventajas, en comparación con los sistemas terrestres, es que los paneles fotovoltaicos flotantes se ensucian menos. Al no estar en tierra, no cogen tanto polvo. Aunque el sistema de mantenimiento es similar y siempre lo ejecuta personal especializado.
Sin embargo, “la principal ventaja de los paneles fotovoltaicos flotantes frente a los terrestres es su mayor refrigeración y, por tanto, su rendimiento”, destaca Miguel. Al estar pegados al agua, los paneles se refrigeran muy bien en comparación con los paneles fotovoltaicos terrestres, que pierden rendimiento con el calor. Cuanto más caliente está el material, menos electricidad se produce con la misma cantidad de luz.
Por otro lado, al ser paneles fijos, se produce energía durante menos horas que con un panel en tierra, que tiene posibilidad de seguimiento de la luz. Además, los sistemas flotantes y los amarres son costosos comparados con las cimentaciones en tierra.
Desde el punto de vista medioambiental se han comprobado algunos beneficios de estas instalaciones, que evitan la evaporación del agua y también la proliferación de algas y musgos.
Las plantas solares flotantes en la Península Ibérica
En la actualidad, las plantas fotovoltaicas flotantes instaladas en España se encuentran ubicadas en embalses o balsas artificiales y la mayoría se destinan al autoconsumo para alimentar sistemas de riego del sector agrícola.
Este tipo de paneles fotovoltaicos pueden instalarse en cualquier superficie acuática
Fuera de nuestras fronteras, la capacidad de las plantas fotovoltaicas flotantes se han ido incrementado en los últimos diez años. Según el Banco Mundial, en 2018 la capacidad instalada acumulada de energía solar flotante se acercaba a 1,1 GWp, el mismo hito que alcanzó la energía fotovoltaica en tierra en el año 2000.
Actualmente, la mayor parte de la capacidad instalada mundial está en Asia, que lidera la ola de energía solar flotante. Sin embargo, como afirma Miguel González, “aunque existen instalaciones a gran escala en China, Corea y Japón, recientemente se están creando nuevas plantas en Francia, Suiza y, ahora también en Portugal, donde hemos ganado la primera subasta solar flotante en embalses de la Península Ibérica”.
Nuestro proyecto de Portugal, donde logramos un derecho de conexión de 42 MVA, nos permitirá instalar una planta energía solar flotante en el embalse portugués de Alto do Rabagão.
A corto plazo queremos seguir desarrollando la energía renovable en el país vecino. Como asegura Rafael González, director general de Generación de Endesa, “tras el proyecto ganador del Concurso de Transición Justa en Pego, invertiremos en este proyecto innovador de producción renovable como es la solar flotante”. Alto do Rabagão será un espacio híbrido que combinará la generación de energía fotovoltaica y eólica.