Hace casi cinco meses que la invasión rusa de Ucrania provocó el inicio de una guerra que sorprendió a casi todo Occidente. Ahora con miles de muertos, heridos, edificios destruidos y ciudades arrasadas, aún no se vislumbra una paz cercana, pero sigue habiendo muestras de solidaridad y entre ellas, un pequeño rayo de esperanza y vida, gracias a estudiantes españoles.
Se están produciendo partos prematuros en aquel país y muchos recién nacidos prematuros están saliendo adelante en las cunas climatizadas que han fabricado cerca de 200 alumnos de Formación Profesional (FP) de ocho centros salesianos de seis autonomías (Navarra, Asturias, Castilla y León, La Rioja, Madrid y País Vasco). Estas cunas han sido diseñadas por la ONG Medicina Abierta al Mundo, y se están mandando a distintos hospitales ucranianos. De hecho, cuatro ya se están usando en hospitales de Kiev y Mykolav, y se sumarán otras, hasta un total de diez este mes, que también llegarán a hospitales de Zaporiyia y Lykolaiv; y hay otras 50 unidades solicitadas. Todo ello a través del convoy humanitario del Clúster SOS Ucrania de Navarra, con la ayuda de la Asociación “Alas de Ucrania” y la solidaridad de varias entidades (el club deportivo Mulier, Farmacéuticos Sin Fronteras y el grupo de asistencia sanitaria privada IMQ de Asturias).
Los médicos ucranianos ya están usando estas cunas climatizadas y entre sus características, han valorado especialmente que pueden ser fácilmente transportables y también que permiten la fototerapia, un tratamiento con luz para los bebés que tienen ictericia (exceso de bilirrubina)
Los médicos ucranianos ya están usando estas cunas climatizadas y entre sus características, han valorado especialmente que pueden ser fácilmente transportables. Pero también el hecho de que permiten la fototerapia, un tratamiento con luz para los bebés que tienen ictericia, es decir, exceso de bilirrubina -una sustancia amarilla que se encuentra en los glóbulos rojos de la sangre-. Por su parte, LiLy Shyshkovska, representante de la Asociación “Alas de Ucrania”, ha dado las gracias a “todas las personas que estáis formando parte de este proyecto. Sois increíbles. Con tanta maldad que hay en este mundo, gracias a vosotros vuelve la fe en la bondad del ser humano”.
Estas cunas climatizadas o incubadoras de bajo coste para bebés prematuros están diseñadas por la ONG Medicina Abierta al Mundo y alumnos de los ciclos de Grado Superior de Mecanizado y de Electricidad y Electrónica de ocho centros de FP salesianos son los encargados de construirlas. Forman parte del proyecto ‘Cunas que salvan vidas’ que se inició el curso pasado con la colaboración establecida entre el colegio Salesianos Pamplona y las ONGs Medicina Abierta al Mundo y Ayuda Contenedores, y a la que después se sumaron otros siete centros salesianos. Ucrania no ha sido el único destino de estas cunas, antes de iniciarse la guerra ya se habían enviado unas 20 a países de África (Cabo Verde, Camerún, Senegal, Mozambique, Uganda y República Democrática del Congo, Mali y República del Congo), América (Bolivia y Guatemala) y Asia (Siria y Nepal), y dado que la demanda es grande desde diferentes lugares se seguirán construyendo durante el próximo curso, ha señalado Pablo Sánchez, un joven ingeniero que ha participado en su diseño.
Las cunas climatizadas o incubadoras de bajo coste para bebés prematuros están diseñadas por la ONG Medicina Abierta al Mundo y alumnos de los ciclos de Grado Superior de Mecanizado y de Electricidad y Electrónica de ocho centros de FP salesianos son los encargados de construirlas
En el otoño de 2021, Alfonso Gordillo, jefe del Departamento de Mecánica de Salesianos Pamplona, centro en el que se fabricaron las primeras 15 cunas en el curso 2020-2021, empezó a presentar el proyecto a los otros siete centros participantes. En Salesianos Los Boscos de Logroño, ante alumnos y profesores que se encargarán de fabricar cunas, Alfonso presentó el trabajo ya se ha realizado y los resultados, y al mostrar en un vídeo dos hermanos que han usado las primeras cunas afirmó: “Esto es verdad, cada vez que lo veo se me ponen los pelos de punta”. En otra ocasión, Gordillo destacó que “los alumnos se han implicado muchísimo en el proyecto. Al principio costó un poco porque parecía mucho trabajo por hacer. Nosotros recibimos unos planos, había que hacer todos los programas de control numérico, eso implicó que todos los alumnos se pusieran manos a la obra con los profesores. Y la satisfacción ha sido total”.
“Para nosotros es una satisfacción trabajar en la construcción de estas cunas para los bebés prematuros. Aprendemos a trabajar con nuevos materiales y nos sentimos útiles”, han señalado algunos de los jóvenes alumnos que participan en el proyecto. Hasta el pasado abril, en el curso 2021-20221, se habían fabricado ya 26 cunas en los centros salesianos de Pamplona, Burgos, Bilbao, Aranjuez (Madrid) y León.
“Para nosotros es una satisfacción trabajar en la construcción de estas cunas para los bebés prematuros. Aprendemos a trabajar con nuevos materiales y nos sentimos útiles”, han señalado algunos de los jóvenes alumnos que participan en el proyecto ‘Cunas que salvan vidas’
La ONG Medicina Abierta al Mundo creó la idea de las cunas climatizadas, diseñó el prototipo e hizo las primeras, pero destaca que “los centros salesianos se han convertido en el músculo del proyecto”. Este cuenta con el apoyo y la financiación de la Obra Social la Caixa a través del programa FP Dualiza para fabricar 50 cunas hasta el próximo 31 de octubre. Otras empresas también han querido poner su granito de arena, como MTorres, que aporta pequeñas piezas hechas con impresión 3D; Moshy dona las fundas de los pequeños colchones que llevan las cunas. Además, otras entidades colaboran en el envío de las cunas que salvan vidas, como: Ambala, Hope&Progress, Siervas de María, África Feliz, Kelenensa, Solidaridad Médica, Yoire, Amigos Danabugula, Fundación Amigos de Mufunga y Fundación Iñaki Ochoa de Olza.