El diagnóstico de estenosis de canal lumbar es común a medida que envejecemos. Se trata, concretamente, de una de las afecciones degenerativas más comunes en personas de 60 años. Ahora bien, no todas las personas desarrollan síntomas. Sin embargo, quienes los padecen experimentan una merma significativa en su movilidad y en su calidad de vida. Por eso, detectarlo a tiempo y optar por el mejor tratamiento son claves para el día a día de la persona.
“La estenosis de canal lumbar consiste en un estrechamiento progresivo del canal vertebral, que puede ser central, lateral, o ambos a la vez”, afirma a este respecto el doctor Francisco Villarejo, jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario La Luz de Madrid, adscrito al Grupo Quirónsalud.
Tal y como asevera, este cierre afecta tanto al paso de la médula espinal, como a los nervios que se ramifican hacia el cuerpo, y se manifiesta clínicamente en forma de claudicación neurógena, en forma de dolor lumbar incapacitante, o bien de pérdida de fuerza.
La estenosis de canal lumbar consiste en un estrechamiento progresivo del canal vertebral, que puede ser central, lateral, o ambos a la vez
Individualizar cada tratamiento
A pesar de los avances alcanzados en el tratamiento de esta patología, como han podido suponer los separadores interespinosos que ahora contaremos, el doctor Villarejo destaca que no todos los casos son iguales.
De ahí que defienda siempre que la elección del tratamiento dependerá de factores como la severidad de la estenosis, de la presencia de inestabilidad vertebral, y de las condiciones generales del paciente.
"Cada técnica tiene su indicación específica. Nuestro objetivo es personalizar el tratamiento para garantizar el mejor resultado posible en cada caso", asegura el doctor Francisco Villarejo.
Un avance significativo
Así, indica este experto del Hospital Universitario La Luz que los separadores interespinosos están marcando “un antes y un después” en la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Y es que, tal y como recuerda, su introducción ha transformado la cirugía de la estenosis del canal lumbar: “Estas estructuras se colocan entre las apófisis espinosas (se encuentran en todas las vértebras, y protegen al canal medular) para incrementar el espacio entre las vértebras, descomprimiendo los nervios, y sin necesidad de extirpar el tejido óseo de manera significativa”.
De hecho, este neurocirujano argumenta que el empleo de separadores interespinosos representa “una revolución” en este tipo de cirugía puesto que no sólo acortan la duración de la intervención a apenas 30 minutos, sino que también disminuyen las complicaciones postoperatorias a menos del 3% de los casos.
La elección del tratamiento dependerá de factores como la severidad de la estenosis, de la presencia de inestabilidad vertebral, y de las condiciones generales del paciente
Aquí recuerda que en un estudio publicado en 2011 en la revista científica Acta Neurochirurgica, el equipo liderado por el doctor Villarejo presentó los resultados de 156 pacientes operados con esta técnica: “Desde entonces, el Hospital Universitario La Luz ha realizado más de 4.500 intervenciones con separadores interespinosos, logrando una tasa de satisfacción superior al 80% entre los pacientes, y una reducción notable de los síntomas en más del 50% de los casos”.
Además de ser una cirugía “más segura y rápida”, resalta este experto que el impacto positivo en la anatomía es “innegable”. “Tras la colocación de los separadores, la anchura del saco dural aumenta de 74 mm² a 90 mm²; mientras que el tamaño del agujero intervertebral pasa de 60 mm² a 80 mm². Estos cambios son clave para aliviar la presión sobre las raíces nerviosas", detalla.
Las técnicas empleadas hasta el momento
Durante años, el tratamiento más utilizado fue la descompresión mediante laminectomía o foraminotomía, según prosigue el jefe del servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario La Luz de Madrid, una técnica que alivia la presión sobre los nervios, eliminando parte de las láminas vertebrales.
Sin embargo, defiende que en los casos más severos, o con inestabilidad vertebral, se ha optado por combinar esta descompresión con la artrodesis instrumentada (una fusión ósea), fijando las vértebras mediante tornillos transpediculares.
El Hospital Universitario La Luz ha realizado más de 4.500 intervenciones con separadores interespinosos, logrando una tasa de satisfacción superior al 80% entre los pacientes, y una reducción notable de los síntomas en más del 50% de los casos
"Ambas técnicas son efectivas, pero presentan un mayor índice de complicaciones. La fijación vertebral, aunque necesaria en algunos casos, puede llevar a desgarros durales (posible complicación de la cirugía vertebral), infecciones, o problemas en los segmentos vertebrales superiores", puntualiza el neurocirujano.
Entre los principales beneficios de los separadores interespinosos, el jefe de Neurocirugía del Hospital Universitario La Luz destaca la reducción de la carga sobre el disco intervertebral en un 40%, un aspecto que en su opinión contribuye a aliviar el dolor y a mejorar la movilidad del paciente. Asimismo, sostiene el doctor Villarejo que la menor agresividad de la técnica permite una recuperación más rápida y con menos riesgos para el paciente.
"En comparación con la fijación o la laminectomía tradicional, el índice de complicaciones es mucho menor en estos casos. Esto nos permite ofrecer a nuestros pacientes una solución más segura y efectiva para tratar la estenosis del canal lumbar", afirma este especialista.