Un porcentaje altísimo de población sufre vértigo o pérdida de equilibrio alguna vez en su vida. Esto es al menos lo que sostiene la Sociedad Española de Otorrinolaringología, que estima que el 80% de la población ha sufrido algún episodio. Afecta por igual a hombres y a mujeres y puede darse en cualquier edad, aunque la incidencia es más significativa en las personas mayores.
“Para entender el vértigo hay que entender, en primer lugar, que el ser humano se mantiene en equilibrio mediante un sistema complejo de actos reflejos que tienen la finalidad de permitir mantener la posición erecta y evitar la caída”, afirma el Dr. Daniel Dinarés Jaumeandreu, consultor senior del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona.
La enfermedad de Menière, dentro del vértigo periférico, es una patología del oído interno en la que se producen, a lo largo de los años, crisis recurrentes de vértigo rotatorio
El vértigo es la percepción de que el entorno o uno mismo se mueven de manera ilusoria, de forma que el equilibrio se pierde. Pero el vértigo no es por sí mismo una enfermedad, sino un síntoma que puede tener distintas causas.
Tres sistemas coordinados
Según explica el Dr. Dinarés, el equilibrio está organizado por tres sistemas: el sistema vestibular del oído interno, el sistema visual y el sistema propioceptivo, es decir, la sensibilidad de tendones y ligamentos de distintos grupos musculares.
El sistema vestibular, cuando detecta distintos movimientos de la cabeza y del cuerpo, activa diferentes grupos musculares que permiten mantener el control de la postura y el de la mirada a través del reflejo vestíbulo-oculomotor.
Por su parte, la alteración del reflejo vestíbulo-ocular genera una alteración en el movimiento de los ojos, que se llama nistagmo, y evita la correcta fijación de la mirada en el entorno. Precisamente, el nistagmo es el responsable de que el paciente con vértigo perciba que él o su entorno se mueven.
Por otro lado, la alteración del reflejo vestíbulo-espinal a través del sistema propioceptivo es la que facilita la caída.
Es esencial diagnosticar la causa del vértigo mediante un interrogatorio preciso del paciente y una exploración clínica vestibular además de otras pruebas complementarias
Vértigo periférico o central
El vértigo puede ser “vértigo periférico”, cuando la lesión está localizada en el oído interno, o “vértigo central”, por lesión en el cerebelo o en el sistema nervioso.
La causa más común de vértigo periférico es el denominado “vértigo posicional paroxístico benigno”, conocido médicamente por sus siglas VPPB. Según explica el especialista del Hospital Universitari General de Catalunya, “el paciente nota un vértigo rotatorio, una sensación de que todo le da vueltas cuando se tumba o se gira en la cama o al levantar la cabeza. Está producido por los otolitos, pequeños cristales de carbonato de calcio depositados en el oído interno, que se han desprendido del utrículo hacia dentro de los canales semicirculares”.
El tratamiento más adecuado para la curación del vértigo periférico consiste en producir movimientos de cabeza que, ayudándose de la gravedad, permitan sacar los otolitos del canal semicircular y devolverlos al utrículo.
También es causa de vértigo periférico la neuritis vestibular, que “consiste en una inflamación del nervio vestibular que sale del oído interno hasta el sistema nervioso central y que conlleva el cese de la función del nervio dañado. El paciente sufre una crisis de vértigo rotatorio que se alarga durante varias horas o varios días”, aclara el Dr. Dinarés.
Debe también mencionarse, dentro del vértigo periférico, la enfermedad de Menière, una patología del oído interno en la que se producen, a lo largo de los años, crisis recurrentes de vértigo rotatorio, que se acompañan, durante las crisis, de pérdida de la audición y acúfenos o ruidos, que se recuperan total o parcialmente después de la crisis.
“La repetición de estas crisis comporta una progresiva pérdida auditiva que, con el tiempo, puede llegar a ser completa”, advierte el especialista.
En concreto, la enfermedad de Menière y sus consiguientes crisis de vértigo invalidante se están abordando con tratamientos intratimpánicos, que, según indica este experto, han permitido mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Solo la consulta a un especialista permitirá al paciente discernir las verdaderas causas de su malestar.
Otras causas de vértigo periférico por trastorno del oído interno son la laberintitis o infección de oído interno, y el neurinoma del acústico, un tumor benigno del nervio vestibular.
En cuanto a los trastornos producidos por el sistema nervioso central, los que más comúnmente generan vértigo son el vértigo asociado a la migraña o migraña vestibular y las patologías de origen vascular.
Cómo diagnosticar el vértigo
“Es esencial diagnosticar la causa del vértigo mediante un interrogatorio preciso del paciente y una exploración clínica vestibular, así como mediante otras pruebas complementarias basadas en el estudio del reflejo vestíbulo-oculomotor y de los movimientos de los ojos”, asegura el consultor senior del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitari Sagrat Cor.
Y es que, si bien admite que el vértigo vestibular es causa de frecuentes consultas, “con todo, hay que diferenciarlo de otras enfermedades como la acrofobia o el vértigo de altura, el mareo o sensación de vacío y malestar en la cabeza, del desequilibrio o dificultad en el mantenimiento de la posición o durante la marcha de causa neurológica, o de la cinetosis, que es el trastorno que se produce en ocasiones por aceleraciones y desaceleraciones continuadas”.
Por esta razón, lógicamente, solo la consulta a un especialista permitirá al paciente discernir las verdaderas causas de su malestar.