Aitor Esteban-PNV (TVE), sobre la gobernabilidad en el País Vasco: "Ha funcionado razonablemente el pacto de gobierno, sería lógico que continuara”

En TVE, Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso, ha dicho, sobre la epidemia del coronavirus: “Es preocupante, hay que estar encima, pero no es momento para lanzar una alarma de que esto es un caos, es más bien al contrario. Me parece que las medidas que se han tomado desde todas las instituciones desde un primer momento han sido las adecuadas, en estos momentos el número de afectados es controlado y relativamente reducido en una población tan grande como es la española. Es verdad que hay un grupo mayor de gente en observación, pero por precaución y para asegurarnos de que puede haber un control. Las noticias que se hicieron desde el Ministerio de Trabajo, me parece que quien tiene que comunicar es el Gobierno”. “Si se lanzan mensajes institucionales, lo mejor es que sean un poquito más coordinados”.

Sobre la gobernabilidad en el País Vasco: “Desde el PNV pensamos que ha funcionado razonablemente el pacto de gobierno, sería lógico que continuara. Ahora, también te encuentras con que la candidata de Podemos anuncia que, al día siguiente, si sumara junto con Bildu y junto con el PSOE intentaría hacer un Gobierno alternativo al PNV, etc”. “Se le debe olvidar que tiene un vicepresidente y unos cuantos ministros porque el PNV voto que ‘sí'".

También ha discrepado de que la gestión del gobierno vasco en el derrumbe del vertedero de Zaldíbar haya sido "un desastre". “Entiendo el dolor de la familia y no solo por haber perdido a un ser querido sino porque todavía se continúa en la búsqueda, una búsqueda difícil pero que no se abandona”. “Discrepo de que se diga que ha sido un desastre de gestión. Ha sido un problema importante, al que ha tenido que responderse de manera inesperada, coordinadamente, y creo que las cosas se han ido haciendo dentro de las dificultades”. “Asegurando la seguridad de los trabajadores”. “el problema está encauzado”.

El Gobierno lanza una guía para las empresas que establece que deberán parar su actividad si hay riesgo de contagio. En la SER, Pepe Álvarez, secretario general UGT, ha dicho: "Es una guía a la que le falta diálogo". "Lo razonable sería que pudiéramos hablar con los ministerios de Trabajo y de Sanidad". "Quien tenga que estar en casa en cuarentena, debería ser una baja que tenga consideración de accidente de trabajo". "La fase en la que estamos preocupa que hay empresas que empiezan a tener falta de material y que van a tener que parar la producción".

En RNE, Cuca Gamarra, vicesecretaria de Política Social del PP, ha explicado: “Nosotros no vamos a ser como el PSOE que culpó a Rajoy del Ébola. Hemos trasladado nuestro apoyo al Gobierno desde el primer momento. Solo pedimos transparencia"

Y acerca del 8-M, día de la mujer, ha afirmado: “Son muchas las mujeres que el 8M deciden salir a la calle sea cual sea su ideología. No es positivo que se politice ni que se plantee una lucha de mujeres contra mujeres o de mujeres contra hombres”. "Nos preocupa que lo único que importe sea tener un titular. Queremos leyes rigurosas que protejan de verdad a mujeres y hombres víctimas de delitos contra la libertad sexual”.

Gamarra ha criticado "la frivolidad, la inconsistencia y la irresponsabilidad" de la ministra de Igualdad, Irene Montero, por anteproyecto de ley de libertad sexual, ya que cree que "le importa más el show y el titular" que el contenido de una normativa que cree que tiene "tantos defectos y fallos" e incluso "errores graves".

Y ha expresado el "respeto" del partido por la decisión de su portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, de no acudir en las manifestaciones del 8M. Ha asegurado que esta postura se acepta "con normalidad y naturalidad" porque dentro de PP cada uno es "libre" para adoptar la decisión que considere y el respeto es una de la bases de su partido.

En la COPE, Pilar García de la Granja apuntaba: “A mí en realidad los escraches no me gustan, me parece tremendo. Pablo Iglesias es ahora mismo vicepresidente del Gobierno y hay que tratarle con respeto. A mí lo que me pareció más curioso de ayer es que es la propia ultraizquierda la que está en contra de él porque se ha convertido en algo que él decía que nunca iba a pasar. Y eso es lo que sucedió ayer. Aquí hablábamos hace unos días del extraordinario cinismo de Podemos y a mí me parece que su gran problema es haber traicionado todo aquello que dijo que iba a luchar contra ello”.

En Onda Cero, Carlos Alsina opinaba: “Pablo Iglesias tiene el mismo derecho a hablar en libertad que cualquier persona a la que la universidad invite a exponer allí lo que piensa. Por ejemplo, Rosa Díez hace diez años. Y el hecho de que Iglesias, en aquellos tiempos (no tan lejanos) de profesor universitario alentara los escraches, los sabotajes y los gritos, no justifica que se le sabotee a él, se le escrachee y se le grite. No es excusa que se le esté dando a beber su propia medicina. El tiempo, se dice, pone a cada uno en su sitio. Pero la universidad, a pesar de los vocingleros y a pesar a algunos profesores que crían cuervos, está para aprender y para intercambiar, no para vetar.

Acudió el vicepresidente, antiguo activista, a predicar en la facultad donde hizo carrera y se encontró con un grupito que se cree portavoz de la clase obrera y dueño de la facultad cuando no es ni una cosa ni la otra. Iglesias se definió ante los alborotadores como modesto reformista y les trató de compañeros.

Y otra vez la matraca del fuera vendeobreros de la universidad. La tesis del conferenciante es ésta: él no ha dejado de ser lo que fue, sólo utiliza los medios de que va disponiendo para hacer cambios radicales en la sociedad.

Es comprensible que Iglesias se quiera ver a sí mismo ---o seguir viendo--- como un revolucionario pero hasta hoy lo que ha conseguido es estar en el gobierno (pisar moqueta) y subir el salario mínimo. Nada que pueda llamarse, en verdad, revolucionario porque todos los gobiernos antes del suyo lo subieron”.

El juez Vázquez Taín se refería a la ley de Libertad sexual: “Lo que ha ocurrido es que la ley no se ha consensuado. Lo normal en una ley en donde tienen que intervenir diferentes departamentos  -aquí depende de Justicia porque hacía referencia al código penal-, depende de vicepresidencia porque hace referencia a una serie de presupuestos, eso se tendí que haber consensuado”. “Se trató de sacar un texto de forma rápida, solo por un departamento y las demás han dado su opinión. Ahí tenemos la primera muestra del nivel democrático que tiene este Gobierno: si me tocas una ley, surge un conflicto. Lo que está demostrando el Gobierno con esta reacción es que hay ministros que no están preparados para gobernar en coalición y hay otros que sí”. “Pretendía ser una ley y era un  manifiesto político”.

En la COPE, el economista Gay de Liébana destacaba: “Hubo un tiempo en que la deslocalización - en términos más sofisticados, relocalización - supuso un arma decisiva para abaratar estructuras empresariales y poder trabajar con precios competitivos. Esa deslocalización de industrias europeas y norteamericanas, buscando, en economías emergentes y países en desarrollo, costes laborales e industriales más bajos y productividades más elevadas, actuó de panacea para cuadrar cuentas de resultados. Ahora, Don Carlos, las cosas cambian como consecuencia del encarecimiento de las importaciones y también por golpes como el virus. Las subidas arancelarias disuaden de fabricar en determinados países cuyo grado de desarrollo económico avanza y, con ello, los salarios, como en China, suben y las regulaciones son más exigentes. Luego está el impacto sobre el cambio climático a causa del transporte, factor que va ganando peso a la hora de decidir.

Estamos en fase de repatriar la producción, de vuelta a relocalizar y a fabricar en casa, aunque el sentido común nos dice que sin tanta mano de obra humana como antaño y, eso sí, con puestos de trabajo de mayor cualificación, porque llega la hora de los robots, la de la 4ª revolución industrial, la de la inteligencia artificial. Las multinacionales, Don Carlos, vuelven a casa, aunque no sea Navidad…”.

En Onda Cero, Fernando Ónega opinaba: “Las ministras de Podemos vuelan demasiado por su cuenta. Pero ojo no es por indisciplina. Es porque son hiperactivas. Sus antenas detectan tema y se lanzan desbocadas porque son gobierno y el gobierno está para actuar. Si hay incendio, allí están ellas.

Hoy no hablaré de Irene Montero, que bastante tiene en el gobierno feminista con machistas frustrados y machotes camuflados. Hoy, la hiperactividad la representa Yolanda Díaz, titular de Trabajo. Si protesta el campo, ahí está ella, que los campesinos son trabajadores. Y si llega el coronavirus y puede afectar al trabajador, ahí está ella también, porque es su ministra.

Señores empresarios, piensen en parar la actividad. La eficientísima señora Díaz podía acudir al comité de crisis, creado para responder a esas emergencias. Podía pedirle al menos asesoría. Podía consultar a la ministra de Economía. Podía coordinarse con el ministerio de Sanidad, que algo tiene que ver en cuestiones de salud, pública o privada. Pero ella es la autoridad laboral. Ella, y solo ella, cuida de la salud de los trabajadores.

Encuentra al ministro Illa demasiado tranquilo. Encuentra al portavoz Fernando Simón con una lentitud que fuera de Podemos llaman sentido común. Y entonces interviene. Manual de emergencias y autoprotección. Bienvenida, señora Díaz, al grupo que nos hace pensar que aquí no hay un gobierno, sino dos. O varios más, que pueden llegar a cinco, depende de la oportunidad”.

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “Entendemos que cada país combata a su manera la guerra contra el coronavirus, ¿pero no podría haber más armonía y criterio común entre las comunidades españolas, por mucho que tengan transferidas las competencias de Sanidad?

¿Cómo debe sentirse Matteo Salvini ante los brotes de xenofobia que está suscitando la epidemia de los italianos? Lo difícil que debe resultarle a Berlusconi, añado, mantener un metro de distancia con las mujeres

Irán libera 54.000 presos para evitar una epidemia carcelaria. ¿Qué os parece la solución que proponía ayer Alsina en su extrapolación a las cárceles catalanas?

¿Puede decirse ya que el coronavirus le va a hacer mucho más daño a la economía que a la salud?

Si solo hay tres casos infantiles entre 200. Y ninguno de ellos reviste gravedad, ¿por qué debe suscitarse el alarmismo en las escuelas?

Iglesias denunciaba a los machistas encubiertos del Gobierno -él mismo, acaso- por los obstáculos de la ley Montero. ¿Qué piensa Adriana Lastra al respecto?

Montero quiere sacar el anteproyecto de la ley de libertad sexual como sea para conmemorar el 8M. ¿No es más sensato lanzarla cuándo se haya madurado y cuando los delitos que la recogen no sean tan subjetivos e interpretables?

En la SER, Angels Barceló comentaba: “No sé a quién llamó machista el vicepresidente Pablo Iglesias, porque dice que no se lo llamó al ministro de Justicia, pero sí se lo llamó a los que hicieron retoques a la Ley de Libertad Sexual; retoques en los que hay algunos ministerios implicados, y entre ellos algunos comandados por mujeres con trayectoria feminista contrastada. Porque no va a querer decir Pablo Iglesias que las mujeres socialistas no son feministas o que siguen de manera disciplinada las órdenes de los hombres del Gobierno.

(...)

Los miembros más inexpertos del gobierno tienen que aprender a aceptar la crítica, y dejar de sacar el comodín del machismo cuando algunas de sus actuaciones se cuestionan. No va ni de machismo ni de competición sobre quién es más feminista, va de su responsabilidad para hacer bien su trabajo y por nuestra parte va de nuestra responsabilidad para hacer bien nuestro trabajo. Y en este caso nuestro trabajo era contarles que la Ley de Libertad Sexual elaborada por el ministerio de Irene Montero recibió objeciones y precisó de retoques de otros ministerios. Y esto es información, no es machismo”.