Carlos Iturgáiz-PP (Onda Cero): “Me han pedido que tire del carro del PP, yo lo hago con toda la ilusión”

En Onda Cero, Fernando Ónega reflexionaba: “Si Casado acierta o se equivoca, lo sabremos el 5 de abril. Si Iturgáiz saca más de nueva diputados, habrá sido un acierto. Si saca menos, se habrá equivocado, y perdonen lo elemental de la conclusión. En la decisión de ayer, fulminante para Alfonso Alonso, hay un error de entrada: no se puede cambiar a un candidato a 40 días de las elecciones sin arriesgarse a un castigo en las urnas.

Y hay, al mismo tiempo, un acierto: se procedió con fulgurante rapidez para no aumentar la crisis con la incertidumbre. En los fallos de procedimiento hubo tres: primero, la alianza con Ciudadanos se hizo sin hablar de entrada del reparto de las listas, base de la tensión.

Segundo, no hubo diálogo entre Vitoria y Madrid. Y tercero, se transmite la idea de que triunfa el sector aznarista con la recuperación de Iturgáiz.

Como se sabe, Madrid nunca quiso a Alonso de candidato, y el desenlace deja la impresión de que hubo un ajuste de cuentas, derivado del conflicto entre Alonso y Cayetana.

Y sospecho que la férrea defensa de la coalición con Ciudadanos y su colocación en las listas tiene una intención de mayor alcance: engullir al partido de Arrimadas y con ella dentro.

De lo contrario no se entiende que se haya preferido ahorcar al presidente regional del PP. El País Vasco es un ensayo de una operación que aprovecha la debilidad de Ciudadanos para zamparlo. Tendrá consecuencias. En el PP, porque pierden los moderados. En Ciudadanos, porque pierde identidad”.

En Onda Cero, Carlos Alsina subrayaba: “Ha terminado pasando lo que habría sucedido si las elecciones no se hubieran anticipado. A Alonso le salvó el calendario. Con urnas en abril ya no daba tiempo (o eso se pensaba) a apearlo del liderazgo del PP vasco. Amagó Casado con hacerle la cama aprovechando la coyunda con Ciudadanos: como es una coalición, pongamos un candidato que no sea éste. Pero al final frenó la operación descabalgamiento por las prisas y porque tampoco tenía un fichaje de relumbrón que ofrecer como candidato.

Sigue sin tenerlo. Por eso ha tirado de Iturgaiz. Que no parece que vaya a despertar el fervor de los votantes pero que estaba disponible. No es del equipo de Alonso (lo que queda del equipo) pero tampoco está en guerra con lo que queda.

El PP va rumbo al naufragio vasco. Ahora que a los socios de gobierno, PNV y PSE, se les había abierto en canal un vertedero tóxico, los populares le dan oxígeno a Mendía y a Urkullu montando su propia planta de reciclaje de candidatos.

Por el camino Casado se deshace de uno de los últimos sorayistas y encabrita a dos de sus presidentes autonómicos: Juanma Moreno, que éste sí es el último sorayista en pie, y Alberto Núñez Feijóo, que no es nada sorayista pero sí era alonsista, entendiendo el alonsismo como la resistencia a que Madrid imponga coaliciones, listas y candidatos”.

En la COPE, Antonio Naranjo opinaba: “Hemos pasado dos eleciones generales en las que se ha demostrado que Pedro Sánchez con un resultado inferior al que obligó a Rajoy a repetir elecciones, parece un presidente plenipotenciario a la altura de Adolfo Suárez. Y eso ha sido así porque el voto de centroderecha, que estaba cinco puntos por encima en el CIs de mayo de 2018, de la izquierda, se había fragmentado”. “Si lo hemos comprobado en las elecciones generales recientes y ahora resulta que se da el primer paso en el peor sitio, en las peores circunstancias, de una manera probablemente torpe en las formas, para esa reunificación difícil de cara a las elecciones generales, lo último que tiene que hacer un barón -salvo que seas Feijóo y tengas una mayoría absoluta-  es entrar con cuestiones gremiales e internas para oponerse a un proyecto que le excede a él y que da por descontado que con Alonso y con Iturgaiz el resultado del PP no será bueno”. “Me parece que lo de Alonso no tiene un pase con independencia de que le vaya a ir mal al PP con Iturgáiz y con cualquiera”.

En la COPE, Pilar García de la Granja destacaba: “Hay dos planos, por un lado lo que ha pasado este fin de semana en el País vasco y por otro lado qué es lo que pueda suceder con Cs. Sobre Alonso: con la que está cayendo con el Gobierno de Sánchez y con el PSOE, el PP no podía ser el protagonista de los titulares porque un barón le echa un pulso a Casado”. “Y este ha dado un golpe encima de la mesa. Además, Casado reafirma su autoridad con un hombre que fue primero de Mayor Oreja, y después de Soraya”. “Se decía que Alonso podía reforzar al PP en el País Vasco, no lo sé, los últimos resultados de Alonso en el País Vasco han sido los peores en la historia del PP en el País vasco”.

En la SER, José María izquierdo decía: “Por supuesto que debemos huir del pánico irracional ante el coronavirus, pero es evidente que ya hay que tomárselo muy en serio, tanto por los efectos sobre los enfermos –sin duda alguna lo más preocupante- como por sus consecuencias económicas. Ojalá no lleguen nunca los primeros, pero seguro que nos afectan las segundas.

De lo universal a lo microscópico: ¿qué deriva quiere imprimir al Partido Popular el pimpollo Casado, cuando cambia, con modos de dictadorzuelo azerbayiano a un candidato de impecable currículo de servicio a su partido como Alfonso Alonso, hasta ministro fue, por un personaje tan obsoleto, olvidado en el túnel del tiempo, como el acordeonista Carlos Iturgaiz, obediente botones de Jaime Mayor Oreja? Bienvenida sea de nuevo la Edad de Piedra a la política en el País Vasco

Nada tiene que ver la unión con Ciudadanos, que son cuatro y la del tambor. Cabe una única explicación: que a esa gran derechona hay que sumar, como sea a Vox. Resultado: son Aznar y Abascal quienes deciden las listas. Y al pimpollo le ordenan: firma aquí”.

En la SER, Ángels Barceló destacaba: “El número dos del PP, Teodoro García Egea, fue incapaz de explicar, anoche, por qué Alfonso Alonso había dejado de ser un buen candidato para la presidencia de Euskadi, después de haber sido confirmado hace unos días por el líder del partido Pablo Casado. Fue incapaz también de explicar por qué Carlos Iturgaiz se había convertido, de pronto, en el candidato con más posibilidades de ganar, después de haberle relegado en las últimas elecciones europeas, motivo por el cual el propio Iturgaiz decidió apartarse de la política.

Y si Teodoro García Egea fue incapaz de explicarlo quizás es porque no tiene explicación, aunque sí se entiende dentro de la deriva hacia la derecha más radical emprendida por Pablo Casado. Iturgaiz vuelve porque vuelven al PP las tesis de José María Aznar y de Jaime Mayor Oreja, con los que el nuevo candidato tiene una sintonía evidente. Es la renuncia definitiva del PP a la centrallidad.

El proyecto constitucionalista para hacer frente al gobierno de Pedro Sánchez, a quien tanto PP como Ciudadanos han excluido del constitucionalismo, prescinde del constitucionalista Alonso. Demencial argumento para justificar el pacto con la formación de Inés Arrimadas, irrelevante en Euskadi, y que ahora va a tener candidatos en los puestos de salida, y la radicalización del proyecto del PP, amenazado por Vox.

Quizá ya haya empezado la refundación del partido que defiende Aznar, la absorción de Ciudadanos como primer paso y la neutralización de Vox usando los mismo argumentos que la ultraderecha. En cualquier caso, podemos empezar a despedir al PP moderado, con voluntad de entendimiento y como partido de gobierno, y dar la bienvenida al PP de José María Aznar”.