Ignacio Camacho (COPE), sobre los rebrotes del covid-19: “Hay una inhibición escandalosa, flagrante, del Gobierno, empezando por su presidente, falta coordinación con las autonomías, que se apañan cada una como puede"

En la COPE, Ignacio Camacho señalaba: “Se está cometiendo el mismo error de marzo. Entonces se trataba de un motivo ideológico  -salvar como fuera la manifestación feminista- y ahora parece que es salvar la temporada de verano, que es un objetivo menos ideológico y más de interés nacional. Pero es que ya vamos tarde. Esto de vamos a aguantar para salvar la temporada turística hotelera, el gasto de vacaciones, es que ya vamos tarde, ya no hay tiempo que perder porque las cifras han crecido de una manera exponencial y no se aguanta quince días más porque lo que puede ocurrir es que todo eso va a repercutir sobre la vuelta al curso de una manera catastrófica. Hay una inhibición escandalosa, flagrante, del Gobierno, empezando por su presidente, falta coordinación con las autonomías, que se apañan cada una como puede. El curso va a ser un descalzaperros. El curso hay que plantearlo con realismo, sin voluntarismo, es probable que no se pueda empezar, que haya que empezar un trimestre presencial, pero nadie quiere verlo. Y los médicos están dando aldabonazos diciendo que esto va otra vez al mismo ritmo. Parece mentira que no nos hayamos dado cuenta. Y luego, efectivamente, la falta de responsabilidad de algunos sectores de la población respecto a ciertas manifestaciones de ocio. Estamos cometiendo los mismos errores”.

En la COPE, el juez José Antonio Vázquez Taín decía: “Yo lo veo negro por tres motivos”. “Vamos por el mismo camino pero fallamos en tres cosas. La primera de todas: hoy se reúne el ministro con los responsables de las comunidades autónomas. Qué ridiculez. Por qué no existe un organismo estable, de control, que además dirija la coordinación de toda la actuación médica de todas las CCAA. Ayer escuchábamos la entrevista a la responsable de Sanidad de Aragón, que decía que pese a ser limítrofes no encontraba ninguna coordinación, ni ninguna colaboración por parte de las autoridades sanitarias de Cataluña para implementar campañas uniformes en zonas de trabajadores temporeros”. “En segundo lugar: el Gobierno debería emplear expertos independientes que le aconsejen, expedís matemáticos, estadísticos, que establezcan una progresión, que nos expliquen qué es lo que va a pasar tal como vamos”. “Y eso nos llevaría a la concienciación de la sociedad. Si la sociedad no colabora, volvemos a a pandemia. Y creo que falta concienciación porque se nos están ocultando datos, se nos está tratando como a niños pequeños y tratando de poner siempre la mejor cara de la pandemia y es al revés, se nos tiene que poner desde el Gobierno la peor cara de la pandemia para que la sociedad se conciencie y estos jóvenes que están jugando a la ruleta rusa se den cuenta de que estamos ante un tema muy serio”.

Salvador Sostres opinaba: “Pienso que cualquier alarmismo es negativo, que tenemos que aprender a vivir con la enfermedad”. “Un poco de calma. Vamos a atender a las cuestiones de vivir, de convivir, de la disciplina personal y vamos a intentar crear la mínima alarma posible porque si no, al final, lo que menos nos va a matar va a ser el virus, lo que más nos va a matar va a ser la ausencia de vida, la ausencia de comercio, la ausencia de turistas y la ausencia de todo”. “Tranquilidad”. “A mí los sanitarios y los médicos me parecen muy bien, pero no son Dios. No son la única autoridad que hay en el mundo ni el único vector que hay en el mundo. Lo que digo es que hay que vivir, hay que ganar dinero, trabajar, aprender a llevarlo. Y lo que no podemos hacer es hacer pruebas y luego quejarnos de que suben los contagios, no me parece razonable”.   

Nicolás Redondo comentaba: “No es incompatible lo que han dicho los médicos con ver con un cierto recelo la exageración a la hora de comunicar. Creo que hemos pasado de dulcificar la tragedia por parte de las instituciones durante aquellos terribles dos meses a un discurso muy agresivo”. “Mi impresión sobre la consejera de Sanidad del País Vasco es que es una mujer que se ha empezado a gustar en el catastrofismo y que además no influye lo que dice en la sociedad vasca”. “Eso no quiere decir que no tengan razón los médicos o Lambán, cuando pide coordinación”, “o que no tengan razón los que se preocupan por el comienzo de curso escolar”. “Esos son problemas gravísimos que tenemos que enfrentar pero hay que hacerlo con la eficacia del equilibrio entre dulcificar la tragedia y el catastrofismo. Es un punto medio de moderación que es la mejor forma de hacer pedagogía”.

En Onda Cero, John Müller apuntaba: “Me sorprende que todo el mundo esté pidiendo coordinación cuando nadie la pidió para ponerse de acuerdo en lo que deben decir los textos escolares de ca comunidad, solo por puntualizar este pequeño aguijón hacia las CCAA que de pronto a veces prefieren pedir perdón antes que pedir permiso y en esta ocasión, en cambio, se ven remilgadas, pidiendo que alguien las coordine, etc. Si quieren ser coordinadas me parece bien, pídanlo al Gobierno central, a ver si cumple con su función. Me da la impresión de que hay una cartilla del centro europeo de prevención de enfermedades que está circulando desde el 6 de agosto con recomendaciones concretas para volver al colegio, hay una presión importante por parte del mundo científico que considera que estar sin clases presenciales esta produciendo un daño incalculable a toda una generación de estudiantes. Tenemos que poner las dos cosas en la balanza y pensar en que a lo mejor tenemos que asumir un riesgo mayor para intentar minimizar ese daño que se está produciendo sobre todo entre las personas más desfavorecidas”.

En Onda Cero, Francisco Marhuenda subrayaba: “Tengo mis dudas de que sea realmente útil el papel del Estado, teniendo en cuenta la ministra, sus características y su caótica gestión, todo lo que la gente ha podido ver. Y un Gobierno socialcomunista, intervencionista, desordenado y también caótico, tampoco creo que sea el mejor aval. Las administraciones que están sobre el terreno son las administraciones autonómicas. Y son dos cosas distintas: una cosa es lo que podamos sentir hacia el independentismo catalán, el nacionalismo vasco, o en Navarra, pueden generar preocupación, pero el resto son CCAA que no tienen esa deriva política, en unas gobierna la izquierda, en otras la derecha, etc. Por tanto, son las administraciones que mejor conocen. Lo que no se puede hacer es un confinamiento otra vez global. Cada comunidad tendrá que ver sobre el terreno las necesidades que tiene, las capacidades". "Hay otra cuestión fundamental, que es el principio de ascensor social, de  igualdad. El elemento que consigue la igualdad es una muy buena educación. Y no es lo mismo la educación si eres de familia acomodada y tienes un piso de cierto tamaño a si vives en una situación más desfavorecida". "Por lo tanto es un tema muy complicado y habrá que intentar resolverlo". "Está bien que las comunidades se unan pero no me parece que sea necesario".