María Chivite-presidenta de Navarra (SER): “Los fondos van a venir por presentación de proyectos y por tanto las comunidades tendremos que presentarlos”

En la SER, la presidenta de Navarra, María Chivite, ha afirmado: “Los fondos van a venir por presentación de proyectos y por tanto las comunidades tendremos que presentarlos. Nosotros ya tenemos esos proyectos europeos y nos tienen que explicar cómo tramitarlos". "Queremos conocer de primera mano cómo van a funcionar los fondos europeos: en qué se concreta, cómo se van a tramitar, etc".

"Tuvimos un brote que está absolutamente controlado. Comenzamos una tendencia a la baja".

"Se ha hecho una lectura parcial de un único dato: somos la comunidad que más pruebas hace. Si sales proactivamente a buscar positivos, los encuentras".

En la COPE, Ignacio Camacho destacaba: “Es que no tienen ninguna vergüenza de mentir, han despenalizado la mentira porque no tiene coste, porque la primera mentira escandaliza mucho, la segunda molesta un poco y a partir de ahí la gente normaliza la repetición, a base de frecuencia se normaliza la mentira y ya no tiene coste, como no tiene coste no les importa ya ni reconocerla”. “Porque les da igual. Es que llegaron a inventarle una personalidad a los expertos fantasma”. “El comité de expertos era Simón y su camarilla, que rima con mascarilla, mentira, la de las mascarillas que jamás hubieran permitido expertos científicos de verdad, porque se desaconsejaron las mascarillas en plena pandemia. Pero como no había expertos de verdad, Simón se podía permitir el lujo de decir que la gente no usara mascarillas porque no había y el Gobierno no era capaz de comprarlas. Cuántos contagios costó esa enorme mentira. Simón ha asumido además desde el principio un rol exclusivamente político”.

En la COPE, Ana Martín opinaba: “La mentira en sí es muy grave pero todavía más grave es la finalidad de aquella mentira, que era hacer pasar por exclusivamente técnicas decisiones que fueron en buena medida políticas y que ya entonces denunciaron los presidentes regionales. No solo Isabel Díaz Ayuso, también recuerdo a Juan Manuel Moreno o al socialista Chimo Puig cuando la comunidad valenciana se vio perjudicada. Pero esto ya lo sabían ellos. Porque en las reuniones bilaterales, videoconferencias, entre el Ministerio y las consejerías de Sanidad resulta que misteriosamente no aparecía ningún técnico, luego no había informes por escrito hasta que Ayuso un día decidió que iba a demandarlo ante el Supremo porque esto no podía seguir así. Y a partir de entonces se crearon informes”. “Es verdad que el Gobierno consultó a expertos independientes cuando redactó los planes de desescalada. A partir de ahí, todas las decisiones de cambios de fase fueron exclusivamente de gente del Ministerio de sanidad y por tanto gente sometida a la voluntad del ministro Illa que es un político”.

En Onda Cero,  Estefanía Molina señalaba: “Me da la sensación de que las ausencias de Cataluña y País Vasco en determinados foros multilaterales ya van de suyo. Normalmente es una forma de protesta que utilizan más en clave interna para sus respectivos electorados y que a lo largo de estas semanas entiendo que habían conservado el prurito porque la emergencia de la pandemia era total y ahí sí se encontraban semanalmente con la conferencia que se hacía telemáticamente con el presidente del Gobierno. Pero en esta ocasión se repite la circunstancia que ya se vivió en 2017 cuando Rajoy montó otra conferencia de presIdentes, Puigdemont también faltó y Urkullu también. Y los motivos son los mismos. De un lado, Cataluña, un desplante al Rey”. “Y por parte del País Vasco porque ellos ya tienen foros para sus negociaciones particulares, el cupo, etc. y este tipo de conferencias no le aportan porque ya tienen su propio modelo que les funciona. Y lo llamativo es que este desplante se produzca en plenas negociaciones para la investidura de Urkullu”.

Pilar Cernuda afirmaba: “Esta es una operación identitaria de dos presidentes autonómicos que siempre han ido en esa línea y que además quieren poner en valor que ellos no hablan con cualquiera, sino de tú a tú con el presidente del Gobierno, el que sea”. “Además, estoy absolutamente convencida de que Sánchez no quería que vinieran”. “Hay un dato: cuando la ministra portavoz dijo que estaño obligados a venir y tienen la obligación de ir. Yo lo escuché y pensé: ya no vienen. Tú no puedes decirle a un presidente autonómico lo que tiene que hacer, sobre todo tal y como están las cosas, y en un momento en que sabes perfectamente que no tenían ninguna gana de venir”. 

En la COPE, el economista José María Gay de Liébana lanzaba su mirada económica: “Se calcula que en el mundo hay más de 300.000 millones de euros prestos a invertir en el sector inmobiliario. Y España, si el panorama es predecible y no saltan sorpresas de cariz político y regulatorio, si se impone la seguridad jurídica y la estabilidad normativa y afloja la intervención pública sobre nuestra economía, podría ser un destino interesante para algún pellizco de esos fondos que buscan inversiones inmobiliarias. Para eso es imprescindible que se eviten tantas trabas administrativas que disuaden ánimos inversores.

Un sector, el inmobiliario, que en estos tiempos difíciles ha visto cómo se han ralentizado operaciones y las decisiones probablemente se estén postergando hasta que vuelva la calma.

El resurgimiento inmobiliario irá por activos y ahí los logísticos marcarán el paso. El comercio electrónico se va imponiendo y la logística es eje fundamental. Las inversiones inmobiliarias relacionadas con la salud ganan enteros. Y el alquiler residencial apunta fuerte. En cambio, hoy los inmuebles destinados a hoteles aflojan a causa de las circunstancias, y el comercio tradicional, el llamado retail, también. Las dudas asoman en lo relativo a los centros comerciales y la posible degradación de determinadas zonas, por lo que habrá que replantear sus usos.

Las previsiones sobre el mercado de oficinas se orientan hacia su reconversión tras la pandemia debido a la desaparición de empresas y al arraigo del teletrabajo. Y el gran reto, que está en manos de nuestros gobernantes, es el de facilitar la colaboración entre el sector público y privado para impulsar la inversión y el acceso que cubra la enorme demanda de vivienda que tiene España. Y así despedimos el mes de julio de 2020…”.

En la SER, Pedro Blanco reflexionaba: “El mejor homenaje que podemos hacer en este país a los mayores muertos es proteger a los mayores vivos, pero ni siquiera tenemos una versión oficial de lo sucedido en las residencias en la fase más dura de pandemia. Ni siquiera se han tomado la molestia de elaborar aquel informe que prometió el Gobierno sobre el impacto del virus en esos centros. Tenemos que ser los medios los que construyamos un relato de la devastación multiplicando las fuentes y haciendo las sumas de todas las muertes.

Pero, ¿es que no hemos aprendido nada? ¿Dónde está aquella conciencia agitada que exhibimos durante meses mientras nos espantaban los testimonios de las residencias infectadas hasta el tuétano? A ver si de tanto mirar a los jóvenes nos hemos vuelto ciegos con los mayores. A ver si preocupados por cerrar las puertas de las discotecas, hemos dejado abiertas las de las residencias. No podemos cometer la canallada de que la historia se vuelva a repetir”.