(Oído en radio, visto en TV) Carlos Herrera (COPE): "Nadie puede dudar de la venganza de Puigdemont utilizando los siete diputados del Congreso"

En la COPE, Carlos Herrera opinaba: "Esto puede quedar alterado por el imprevisible retorno de Puigdemont, ¿está ya en Cataluña? ¿Cómo va a entrar al Parlamento? ¿Va a utilizar un pasadizo? La humillación a Puigdemont en Cataluña tendrá respuesta en el Congreso, de eso no cabe duda.

Hay varias preguntas que convendría hacerse. ¿Qué pasa si vuelve Puigdemont y no pasa nada? Su principal enemigo es ERC, que está temiendo una voladura de la investidura por su presencia en el parlamento. ¿Y si no es detenido y solo es retenido? Habrá tenido unos instantes de gloria y poco más. ¿Y si sí? Si se le detiene se altera claramente la investidura".

En la SER, José Luis Sastre afirmaba: "Esta vez dice que va en serio y los mossos han llegado a plantearle un arresto acordado con él que evite que llegue a escondidas, huyendo de un sitio a otro hasta presentarse en el parlament. Evitar el número, en definitiva. Pero Puigdemont prefiere el número. Lo prefiere porque su objetivo mártir no es tanto señalar la debilidad parlamentaria del gobierno, que necesita a Junts en el Congreso y que acepta un concierto que hasta ahora negaba. Su objetivo es hundir a Esquerra: señalarla como los catalanes que pactan con un españolista. Decir, como ha dicho, que si lo detienen será por culpa de Esquerra. Lo dice Puigdemont, el hombre que cuando proclamó su independencia de pocos segundos ya tenía un plan para largarse y abandonar aquí -sin decírselo- a Junqueras y a los miembros de su gobierno. Esos que fueron detenidos y condenados y a los que ahora culpa de lo que le pueda pasar. Con un acuerdo complejo y polémico, del que faltan explicaciones y debates, lo cierto es que el procés parece estar llegando al final. Pero él necesita mantener viva su llama. Porque la causa real de Puigdemont es Puigdemont".

En RNE, Meritxell Planella decía: "El temor a una recesión en EE.UU. y los efectos de la subida de tipos en Japón ha provocado un efecto dominó que ha ido arrastrando a las bolsas en todo el mundo".