Radio y tele
España, que superó el pasado miércoles el millón de casos confirmados con coronavirus en medio de una segunda ola de contagios generalizada, suma 52.188 diagnósticos desde el pasado viernes.
Y PSOE y Unidas Podemos han cerrado finalmente los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 al haber llegado a un acuerdo para regular los alquileres y facilitar el acceso al Ingreso Mínimo Vital (IMV). Por su parte, las autonomías ejecutarán el 50% de los fondos europeos.
En TVE, la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, ha dicho, sobre la prórroga del estado de alarma: "Tiene que haber mucha más rendición de cuentas. El Gobierno habla mucho de unidad pero los que estamos demostrando más ganas de llegar a un acuerdo somos la oposición". “No se me caen los anillos de tenderle la mano a este Gobierno a pesar de la mala gestión". "Si el Gobierno quiere llegar a un acuerdo se tendrá que bajar del burro en alguna cosa”.
En RNE, Antonio González Terol, vicesecretario general de Política Territorial del Partido Popular, insiste en la posición de su partido, expresada ayer por Pablo Casado, de no apoyar el estado de alarma más allá de las 8 semanas. "Tendemos la mano de manera sincera para llegar a acuerdos, creemos que la medida es necesaria. Además a partir del atemperamiento de las curvas de contagio cuando se han tomado medidas de confinamiento de dos meses, sabemos que es más que suficiente para doblegar la curva y que no haya una ruina económica en Navidad".
Asegura que su partido está dispuesto a negociar un "punto de encuentro" sobre "criterios objetivos" para proponer "fechas concretas".
"Las cifras de déficit y caída del PIB pueden ser ya equivalentes a los fondos de Bruselas. Hay que concitar la salud pública y proteger la economía de las empresas".
González Terol (PP) asegura que los presupuestos "van en la dirección contraria" a la debida y "van a acabar de destrozar la economía".
En la COPE, Carlos Herrera comentaba: “Si hay señoras y señores que consideran que para vencer a un virus hay que suspender derechos fundamentales durante medio año y dejar a un Gobierno como este con las manos libres para que haga lo que quiera, yo quiero saber quiénes son. Pero quiero saber quiénes son con todos los detalles. Yo quiero saber todo y quiero saber quiénes son los que dicen a Pedro Sánchez que debe haber un estado de alarma de seis meses para que hagan lo que les dé la gana sin control parlamentario para doblegar una pandemia".
"Aquí vivimos en un punto de deriva autoritaria que se puede traducir en un secuestro de la democracia. Seis meses sin que nadie le tosa al Gobierno, porque no le apetece al señorito que manda tener que renovarlo cada dos semanas. A medidas excepcionales como esta les corresponde controles excepcionales. ¿Hace mejor a la Sanidad estar seis meses con un Gobierno que no tiene que dar explicaciones a nadie? En esta deriva autoritaria le toca ahora al Parlamento después de que este Gobierno haya colonizado la mayoría entidades parlamentarias. Ahora queremos acabar con el control parlamentario para sacar adelante todo lo que sea necesario. Quieren convertir el Poder Ejecutivo en una especie de Legislativo”.
En la COPE, el economista José María Gay de Liébana destacaba: “Tenemos sendos problemas: el sanitario y el económico. La pandemia azota. Si todavía quedaban esperanzas de reactivación económica, desaparecen. Las perspectivas apuntan mal o muy mal. La confianza de empresas y familias está por los suelos. Las inversiones y el consumo se vienen abajo ante la preocupación que cunde. Solo nos faltaba el cambio de hora, con bares, restaurantes, comercios y hoteles cerrados. El estado de alarma clava la puntilla. Lo dijimos días atrás: este último trimestre del año, de tradicional efervescencia consumista y tono optimista en el marco económico, con el colofón navideño, se viene abajo. Lo peor es que las Navidades de este fatídico año 2020 pueden ser un funeral con música de réquiem en vez de villancicos, carentes de ambientación familiar. Varios datos enfatizan el desplome de la caída de la demanda interna. Baja el gasto con tarjetas, la compra de turismos, el consumo de cemento, el tráfico de coches y la ocupación en los medios de transporte. No solo seguiremos con varios cientos de miles de personas en ERTE, sino que durante las próximas fechas los ERES y despidos se dispararán. De manera que si en el desempleo se computan todos los afectados por ERTE, más los que sobrevengan a causa de ERE y de resoluciones de contratos y concursos de acreedores, España superará el 20% de tasa de paro. Y, entonces, la cosa pinta muy mal.
Es la hora en que el Gobierno tiene que liarse la manta a la cabeza y salvar a la economía, contrarrestando una tasa de paro tan peligrosa y facilitando liquidez a nuestras empresas que desfallecen, sin rodeos de préstamos ni otras envolturas. Es la hora del gasto público eficiente, de poner en marcha inversiones públicas, por ejemplo, en construcción e infraestructuras, al son de la transformación digital y la transición ecológica. Gastar o morir…”.
En Onda Cero, Carlos Alsina opinaba: “Del contenido de los Presupuestos no nos quiso adelantar nada, ni siquiera la congelación del poder adquisitivo de los funcionarios, un 0,9 % de subida que equivale a lo que está previsto que suban los precios.
Aunque la ministra dio por hecho la presentación para hoy, Podemos se ocupó de hacer saber después que aún no habían puesto el huevo. Es decir, que aún había discrepancias sin resolver entre los dos socios de gobierno. Si no eres capaz de ponerte de acuerdo contigo mismo, a ver con qué cara vas a reprochar a la oposición que no lo haga. No puedes salir a hacer homilías sobre lo imprescindible que es la unidad cuando no la tienes en casa. Hoy veremos.
En todo caso, los presupuestos aún no se han presentado pero ya se han quedado viejos. La gravedad de la segunda ola, y las restricciones que de nuevo se están aplicando ---cada día más--- convierten en papel mojado las estimaciones de recuperación económica de este último trimestre de 2020 y del comienzo de 2021. Y obligan al gobierno (y al Parlamento) a decidir qué pasa con las medidas paliativas que se aprobaron en la primera ola: si se prorrogan hasta Semana Santa las que aún están activas y se retoman las que ya decayeron. Todo el horizonte previsto está saltando de nuevo por los aires”.
En Onda Cero, Fernando Ónega afirmaba: “¿Y quién soy yo, querido director para dudar de la sabiduría, el talento y la capacidad de adivinación de nuestro erudito e ilustrado gobierno? La ministra de Hacienda hace lo que puede entre la presión de Unidas Podemos, las peticiones de los demás ministros y el uso de los primeros 23.000 millones europeos, en los que se piensa como si fuesen 23 billones.
El acierto en la previsión no importa, que aquí hay una nueva doctrina y una nueva práctica, que es gastar lo necesario, aunque se desboque el déficit y endeudarse hasta donde lo permita el mercado, como ya se está haciendo. Y a todo esto, las autonomías pidiendo. 30.000 millones pide Cataluña. Otras andan todavía en el pago de lo que llaman deuda histórica. Y hacen falta miles de médicos. Y no sabemos cuántos parados dejará la recesión ni a cuántas empresas habrá que salvar.
En apoyo de la señora Montero diré que las previsiones son imposibles, porque de ello se encarga el virus. Los Presupuestos son ingresos y gastos. Los gastos van disparados y los ingresos, contenidos. Yo creo que el mejor presupuesto sería aquel que dijese: esto es lo que nos gustaría conseguir, veremos qué nos dejan hacer el Covid, el escudo social y los informes del sagaz equipo del doctor Simón. El primer éxito será tener las cuentas. Y dentro de un año, si se acertó, premio Nobel para el equipo de Hacienda. Y si no, lo que dijo Fernando Buesa hace 20 años en el Parlamento vasco: "No hemos tenido ni una peseta de razón”.
En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “Propongo un juego de agudeza auditiva a nuestros oyentes. También vosotros podéis participar. ¿Qué líder político dijo que era fundamental acudir al Parlamento cada 15 días para exponer el estado de alarma al consenso general, en lugar de optar por medidas de larga duración? Os dejo esta pista.
¿No os parece que el trastorno psicológico de los ciudadanos, el laberinto de medidas, las excepciones autonómicas, las hojas de ruta escritas en arameo, están provocando más daño a la salud que el propio coronavirus?
Ahora bien, ¿en qué país, sino en España podía urgirse a un toque de queda y a un estado de alarma para terminar con el botellín y con el botellón?
Casado, que ahora parece el líder de Ciudadanos, acepta el estado de alarma a condición de que se limite a ocho semanas. ¿Y si Sánchez lanzó el órdago de seis meses para garantizarse dos?
¿No dirías, por tanto, que esta escena ya os la sabéis? Procedo a evocarla.
En efecto, la Venganza de don Pedro. ¿Os he dejado con la intriga?
¿Puede darse ya por frustrada la Navidad? No quiero frivolizar con su lado negativo, pero también hay que valorar los aspectos positivos”.
En la SER, José María Izquierdo opinaba: “No se han enterado o son tan tontos o tan malvados como para creerse sus propias ocurrencias. Reportaba anoche el Ministerio de Sanidad más de 52.000 nuevos casos desde el viernes, otro récord de contagios en un fin de semana, una avalancha que las Comunidades -algunas, al menos- tratan de combatir con medidas muy serias, de las que Euskadi, Navarra o Aragón, entre otras, no excluyen el confinamiento perimetral o imponen restricciones más duras, por ejemplo, en horarios de bares y restaurantes.
Pero quiere el pimpollo Casado que la alarma sea de juguete, ocho semanitas, lo mínimo para la misa del gallo, que los contagios, las hospitalizaciones o las UVIS deben ser una broma en su mundo de fantasía.
Está bien, en cambio, que pida a Sánchez más comparecencias. Pero no es fácil esperar mucho de un partido que mantiene en la presidencia madrileña a una ignorante, además de autoritaria, que pretende inaugurar un hospital sin saber con qué médicos cuenta, que de las cosas menores -¡qué será para ella lo importante!- ya se encarga el servicio”.