En la COPE, el analista económico, Marc Vidal, analiza los resultados de la EPA, destacando las claves de por qué hay que estar alerta ante la evolución del empleo en España.
"Es el peor final de año en materia de empleo desde 2015. Son datos preocupantes, a pesar de la celebración coral en los ministerios económicos del gobierno. O la aritmética tiene un punto de interpretación que desconozco, o esperan que, a base de repetirlo, un mal dato se convierta en una carroza".
El economista ha señalado varios de los 'sesgos' de la EPA que hacen que esos datos no sean tan negativos como sí podrían ser y por qué no coinciden con el número de parados registrados. "La EPA es una encuesta. Para la EPA, un parado es alguien que durante la semana en la que se hace la encuesta ha estado sin trabajo, disponible para trabajar y buscando activamente un empleo. El que no lo busque o no este disponible, no cuenta".
"Solo cuenta como búsqueda activa empleo aquel que ha estado en contacto con una oficina pública de empleo, con el fin de encontrar trabajo durante la semana en la que se hizo la encuesta. Si no has pasado por allí, tampoco cuenta".
"Para la EPA, un ocupado es aquel que ha estado trabajando, al menos, una hora". Esto, en su opinión, se traduce en que se deja a muchos parados sin sumar.
Más allá de esos 'sesgos' habituales de la EPA, Marc Vidal ha explicado que los datos son malos incluso con ese sesgo, por la propia comparación con los datos anteriores, también con ese 'defecto de fábrica'.
"Hay 81.900 personas menos ocupadas, 43.800 parados más, lo que indica que no se crea empleo. Esto se para y se para en el ámbito empleo".