En la COPE, Luis del Val destacaba: "Confieso que el Prófugo me ha sorprendido. Estaba convencido de que tenía casi dedicación exclusiva para arruinar a Cataluña, o para enfrentarse con el encarcelado Oriol Junqueras. Pero lo que ignoraba y me ha dejado sorprendido ha sido su profunda preocupación por Ceuta y sus habitantes. De repente, el cobarde rey de Marruecos que lanza niños semidesnudos para llevar a cabo una invasión, ha encontrado en el cobarde Prófugo -que le dijo a Junqueras, “mañana, en el despacho”, cuando ya le esperaba el coche para huir- un apoyo internacional indiscutible.
Ya se sabe que los cobardes crecen y ellos solos se juntan, y me imagino que los ceutíes agradecerán este gesto del Prófugo, que quiere que Ceuta y Melilla formen parte del reino de Marruecos, cuanto antes. Por fin, una persona de visión profunda, como Puigdemont, ha adivinado el sentir de los ceutíes que sólo el Prófugo ha captado, porque los demás estábamos convencidos de que nunca habían querido ser marroquíes. Me imagino que los ceutíes, ante esta injerencia del cobarde Prófugo le mostrarán su agradecimiento de alguna manera. En su razonamiento intelectual, ha dicho que Ceuta y Melilla son africanas, por razones geográficas.
Así que los partidos políticos representados en esas ciudades autónomas espero que corresponderán a tanto cariño de manera contundente, porque ni en Ceuta ni en Melilla, he conocido nunca a ningún cobarde. Lo podían nombrar profesor honorario de Geografía, ya que, según este gran geógrafo, Turquía es asiática y, por lo tanto, debería esta bajo jurisdicción de China. De lo que sabe poco es de Historia, porque Melilla era española antes que Granada, y Ceuta, portuguesa, en 1415, cuando a Colón casi le faltaba medio siglo para nacer.
Y cuando un ceutí se encuentre con el cobarde Prófugo, recítele este poema de Luis López Anglada: “Ceuta canta latines, cristianada con la sal del Estrecho marinera, y empina su blancura campanera al espejo del mar acicalada. Ceuta es una andaluza niñería que, si saltar pudiera, saltaría la comba del agua y sal del océano.Y allí está, entre la arena y la muralla, como una niña que bajó a la playa y se le fue a la madre de la mano”".