(Oído en radio, visto en TV) Santiago Abascal-Vox (Tele 5): "El PP está absolutamente acogotado por los casos de corrupción y quiere volver a repartirse los jueces con el PSOE para poder protegerse"

En Tele 5, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha dicho: "El otro día el señor Casado decidió dejar de ser una alternativa en España, decidió romper puentes con el único partido con el que podía constituir una alternativa para buscar los aplausos de La Sexta, del señor Rufián, del señor Iglesias, del señor Sánchez y de la señora Lastra", "ante la perplejidad de muchos de sus votantes". "El PP esta preocupado ante las bajas que se estañan produciendo en este momento aunque saldrán inmediatamente a negarlas, pero lo sabemos porque recibimos las llamadas de muchos que se acaban de dar de baja en el PP y se han afiliado a Vox".

"Contesté con mucha claridad a las agresiones del señor Casado, a las agresiones políticas -porque se sumó a la demonización y a la estigmatización de Vox y de su mensaje y por tanto de millones de españoles, algunos de los cuales le votaban también a él- y por otro lado la agresión personal. Pero los murcianos, los andaluces y los madrileños pueden estar muy tranquilos". "Vamos a seguir negociando ley a ley y presupuesto a presupuesto". "No venimos a la política para la venganza". "Yo ya dije que estaba absolutamente dolido en lo personal por los ataques infames y miserables del señor Casado".

"La agresión la protagonizó el señor Casado y yo no la esperaba. Lo que sí ha cambiado para siempre fue mi confianza en el señor Casado, que ya no puede ofrecer confianza a partir de ahora, al menos al señor Abascal. Y creo que a muchos españoles. El señor Casado no es una persona de fiar en estos momentos". "El enfado personal que yo pueda tener no tiene ninguna importancia desde el punto de vista político". "Voy a seguir teniendo capacidad de diálogo, no necesito ser amigo ni admirar a una persona para poder haber con ella". "A partir de ahora, ya no vamos a llamarles derechita, les llamaremos solo cobarde". "El señor Casado ha querido romper, no sabemos exactamente cuáles son los motivos, intuimos que tiene mucho que ver la situación procesal del PP, con las investigaciones de la corrupción policial, el caso Kitchen y otras tantas. Es decir, necesitan pactar los jueces con el PSOE y para eso han tenido que volar los puentes de la alternativa". "Yo he recibido una agresión personal pero no voy a responder con otra, sino representando a las personas que han confiado en mí".

Sobre esto, luego ha añadido: "El PP ya no es la oposición. El PP solo quiere salvarse a sí mismo y probablemente hizo lo que hizo el otro día únicamente porque está absolutamente acogotado por los casos de corrupción y porque quiere volver a repartirse los jueces con el PSOE para poder protegerse".

"Votaremos en contra del estado de alarma cuando sea llevado al Congreso y además lo volveremos a recurrir al TC porque entendemos que el toque de queda aplicado es ilegal y que no puede aplicarse con el estado de alarma". "Proponemos controles en aeropuertos, PCRs masivos a toda la población, aislar a los enfermos y proteger a los vulnerables. España no puede detenerse".

En Onda Cero, la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, ha dicho que "la herramienta más eficaz dada la evolución de la pandemia sigue siendo el estado de alarma".

Por ello, explica que "ante la petición de 10 gobiernos autonómicos", el Gobierno de España ha decidido aplicar el estado de alarma porque es el "paraguas jurídico" necesario antes las restricciones que se tenían que tomar para frenar la pandemia.

Asimismo, insiste en que "el detonante ha sido la propia evolución en las últimas semanas" del coronavirus y confirma que es la misma la que "va a ir marcando la pauta".

Por otro lado, sobre la subida de sueldo a los funcionarios, la ministra de Política Territorial y Función Pública, emplaza esperar a la conferencia de presidentes. "Los timing son los que son y mañana será la presentación del proyecto de Presupuestos".

En la COPE, Carlos Herrera opinaba: “A Pedro Sánchez le gusta confinar, eso de que nos movamos mucho no va con él. Aquí hemos llegado con la colaboración particular de millones de españoles y con la colaboración especial de este Gobierno que han hecho las cosas mal. Gracias a la ineptitud de los que mandan. Hasta el nueve de mayo confinamiento nocturnos y que cada uno haga de su capa un sayo".

"Pedro Sánchez se fue a la playa y con él se fue todo el Gobierno diciendo que habíamos ganado al virus, y ahora quiere implantar un estado de alarma de medio año. Este debe ser entendido como un instrumento que apoye de forma jurídica a las comunidades autónomas. Tiene que servir solo de paraguas jurídicos a las CCAA para que no venga un juez que levanten las medidas".

"Un estado de alarma de seis meses, en manos de Pedro Sánchez, es demasiado peligro. El estado de alarma por definición debe ejecutarse de forma breve y cada dos semanas el Gobierno tiene que dar el permiso. Ahora tiene el apoyo de la Cámara, pero veremos dentro de unas semanas. Un estado de alarma de medio año no puede ser, con Sánchez, Iglesias y sus socios gobernando a sus anchas. Un total ejemplo de impunidad sanchista".

"Quiere devolver a Pablo Casado al redil de Vox, donde le ha situado desde el principio, ya que al día siguiente del discurso en la moción de censura el líder del Partido Popular se convirtió en protagonista incluso en la prensa más sanchista. Si Pedro Sánchez quiere seis meses que los apruebe con sus socios, pero debemos saber a qué nos atenemos”.  

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “¿Estáis haciendo planes ya para el 10 de mayo? Lo digo porque el estado de alarma va a prolongarse hasta el 9. Cae en lunes.

¿Y cómo estáis de moral de victoria? Lo pregunto porque Sánchez no hizo otra cosa que mencionarla. Casi tantas veces como los expertos. O como el verbo doblegar.

¿Y por qué el estado de alarma se prolonga seis meses? Me parece a mí un criterio arbitrario. Y una manera de evitarse el control periódico del Parlamento.

¿O no os preocupan los plenos poderes que el estado de alarma le confieren a Sánchez desde ayer hasta el 9 de mayo?

¿Tenéis ya claro si Pedro Sánchez visitó el Vaticano o estuvo más bien en Mordor? La tétrica iconografía, la lluvia y la acidez del Papa desdibujaron el éxtasis de Pedro en San Pedro.

¿Le sorprendió al presidente encontrarse con un Papa gruñón? La etiqueta de progre que absurdamente se atribuye a este pontífice parece haber hecho olvidar ciertas diferencias como la eutanasia, la reforma del aborto, el acoso a la educación concertada, la presión fiscal a la Iglesia y la reforma educativa que proscribe la hora de religión.

Ábalos declara que la reforma del delito de sedición y los indultos favorecen la convivencia. ¿Y no favorecen todavía más la aprobación de los Presupuestos?”. 

En Onda Cero, Fernando Ónega señalaba: “Pues aquí ha pasado lo que todo el mundo sabe: que no se hizo nada. Las reformas legales eran reclamadas por el Partido Popular, y del adversario ni el consejo. Pasaron los meses de junio y julio, llegaron las vacaciones de agosto y del gobierno no hubo ni noticias. Y así llegamos a septiembre, apareció la segunda ola, llegó octubre con sus datos horripilantes, entramos en el caos de la cogobernanza, los tribunales ejercieron de supergobiernos regionales, el desorden legislativo, las autonomías pidiendo el auxilio de la mano dura y la casa sin barrer.

Y termina octubre en un estado de alarma que no lo es, pero se llama así para tener un paraguas legal y las autonomías corran con lo más impopular, que son el ocio nocturno, los confinamientos y el palo a la hostelería. ¿Necesario? Sin duda: algo hay que hacer para contener el virus y el pánico que ya galopa sobre la sociedad. Reproche fundamental: que podemos ir a seis meses de alarma sin control parlamentario, porque es muy incómodo y cansino pedir el voto cada quince días. ¿Resolverá algo? Hombre, eso esperamos.

Pero se sigue atajando un problema nuevo con viejas leyes y viejos procedimientos. Y dejar los confinamientos a merced de cada autonomía es seguir en la confusión. Tendremos que circular con un GPS con una aplicación que nos diga dónde se puede entrar y donde no, porque en Madrid, por ejemplo, hay 32 zonas sanitarias confinadas y ni la presidenta Ayuso ni el alcalde pueden saber de memoria cuáles son”.

En Onda Cero, Carlos Alsina decía: “Imagino que a usted también le ha pasado. Escuchar al presidente Sánchez anunciar que ha decretado el estado de alarma y regresar emocionalmente al mes de marzo. Seguro que usted también se ha dicho a sí mismo, lamentándose: 'otra vez'.

Se cuente esta historia como se cuente, regresar al confinamiento (aunque sea confinamiento por horas) equivale a constatar que hemos fracasado. Ya puede el presidente repetir en cada frase sus nuevos y viejos salmos, 'unidos venceremos', 'cogobernanza', 'disciplina', 'moral de victoria', que estamos entrando justo en el escenario contrario a una victoria. El toque de queda es el último cartucho antes del confinamiento total… de nuevo. Un cartucho inesperado que se le ocurrió a Macron hace diez días y al que se confían ahora los gobernantes en España para no tener que recluirnos del todo.

En junio –-eso nos contaron-- se trataba de aprender de lo que nos había sucedido, de nuestras carencias, nuestros errores y poner los recursos necesarios (planes, medidas, reformas legales) para evitar que recayéramos. Si llegaba la segunda ola nos encontraría preparados para no tener que recurrir a las medidas excepcionales que se tomaron en marzo. Rápido ejercicio de memoria: éste es Sánchez, el 20 de junio (hace cuatro meses). Cuando celebraba que habíamos ganado”.

En la SER, Ángels Barceló destacaba: “El toque de queda llegó acompañado de nuevas recomendaciones y peticiones a la población para que pongan de su parte, para que sigan poniendo de su parte, porque la gran mayoría no ha dejado de hacerlo. De nuevo, se exigen nuevos sacrificios a la gente, de hecho nunca se ha dejado de hacerlo, pero ahora con la economía más resentida todavía, una nueva vuelta de tuerca. Pero la gente tiene que ver que esto es recíproco, que los gestores de las distintas administraciones también ponen de su parte y empiezan a cumplir con su parte del pacto que deberían haber cumplido tras la primera ola, y eso es, sobre todo, el refuerzo de la sanidad”.

En la COPE, el economista José María Gay de Liébana subrayaba: “En este caso, las de la Seguridad Social. Para que las cuentas cuadren hay que conseguir el empate entre ingresos y gastos, logrando el anhelado propósito del déficit cero. Ingresos igual a gastos y todos felices. E infelices si los gastos suman más que los ingresos porque las cuentas son insostenibles. Las cuentas de la Seguridad Social preocupan por más que nos digan que no hay problema. Esta semana veremos si las propuestas para la reforma de las pensiones encuentran luz verde. Hoy la deuda de la Seguridad Social ya es de 72.605 millones de euros – en 2015 apenas eran 17.188 millones – y en la hucha de las pensiones solo quedan 1.543 millones testimoniales, cuando en 2011 había 66.815 millones. Desde Bruselas y Washington, año sí, año también, insisten en ajustar el gasto en pensiones, en retrasar la edad de jubilación haciendo coincidir la jubilación efectiva con la legal. Creo que tales exhortaciones de la CE y del FMI nos las seguiremos pasando por el forro.

Y que las cuentas de la Seguridad Social se cuadrarán no por el flanco de los gastos sino por el frente de los ingresos. Más impuestos a las empresas en función de la productividad que se obtenga por avances tecnológicos, más cuotas de los autónomos y destopar las bases máximas de asalariados con rentas altas, que es sinónimo de incrementar cotizaciones, para recaudar más y nutrir el sistema financiero de la Seguridad Social. Porque a pesar de la compleja tesitura del empleo para 2021, la previsión de recaudación de cotizaciones sociales, según el Gobierno, es de 159.000 millones de euros. Y de reajuste de gasto, poco o casi nada, Don Carlos, salvo el de canalizar otras prestaciones que no se consideran exactamente pensiones a que se financien con impuestos. ¿Será factible cuadrar las cuentas de la Seguridad Social tal y como se atisban las perspectivas económicas?”.