Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (03/07/2018)

Carlos Alsina comentaba: "La pregunta, que sólo es posible plantearse en términos teóricos, es qué habría hecho hoy Sánchez si en su mano estuviera no sólo el traslado sino la excarcelación. O planteado de otro modo, cuál es la posición del presidente respecto del procedimiento penal que está vivo en el Tribunal Supremo. A qué se refería cuando dijo aquello de que hay que reescribir el delito de rebelión para adaptarlo a estos tiempos nuestros. (...) No hay irregularidad alguna en el traslado de los reclusos y no tiene por qué considerarse una concesión. Pero es inevitable que el asunto se analice como lo que es: una decisión política. Tomada por el presidente del gobierno. Con intención de que tenga algún efecto".

En Onda Cero, Paco Marhuenda decía: “Exigen que se les pida perdón. Es verdad que es una competencia que tiene el Gobierno y puede decidirlo. Pero lo ha decidido con una celeridad que a nadie se le escapa la proximidad del encuentro” con Torra, “la marioneta de Puigdemont”. “Yo los hubiera dejado unos días más tranquilamente. Pero el presidente Sánchez ha de tener muy claro que nunca se consigue aplacar al independentismo con cesiones”. “El director de prisiones de Cataluña es un talibán que va todo el día con el lazo amarillo”. “Este acercamiento me parece un despropósito".

Rubén Amón destacaba: “Hay que diferenciar la razón de la oportunidad. La razón asiste al Gobierno y a la decisión de Pedro Sánchez. Es verdad que es perfectamente legal hacerlo, pero también es perfectamente legal no hacerlo. Por eso lo relevante es la oportunidad, que es la apertura de un proceso de negociación en el que el Gobierno tiene muchas mas expectativas de las que realidades hay”. “El deshielo puede contribuir a mejorar las cosas respecto a donde estaban pero no a tranquilizar las expectativas y exigencias del soberanismo”.

Víctor Lapuente explicaba: “A diferencia de lo que comenta mucha gente, el acercamiento no creo que sea un gesto a los partidos soberanista o que forme parte del pacto secreto de la investidura de Sánchez, ni tampoco que sea una concesión de cara a la reunión que va a mantener con Torra. Ni tampoco creo que esto sea simplemente cumplir la ley. Esto es un gesto a determinados votantes de centro en la cuestión territorial en Cataluña, los votantes de los Comunes. Sánchez quiere aplicar a los Comunes la misma doctrina que está aplicando a Podemos, que es abrazar muchas de sus propuestas para eliminar su apoyo electoral”. “Lo que le importa a Sánchez son los votos de esos votantes”.

En la COPE, Jorge Bustos explicaba: “Se está instalando la teoría de que esto es para pagar la mochila, la hipoteca que contrajo en la moción de censura Sánchez, puede ser cierto eso, pero sobre todo es para pagar su alquiler futuro, para que él pueda seguir de presidente hasta 2020, que es su objetivo, contra lo que había prometido, necesita el apoyo constante de los partidos que le auparon al poder. Sánchez cree en su ingenuidad, como todos los presidentes desde hace cien años, que al independentismo se le apacigua dándole cesiones. Sin embargo, muy pronto comprobará como en su reunión con Torra el acercamiento de los políticos procesados catalanes no solo no apacigua a Torra sino que le envalentona. Porque Torra va con dos puntos en el orden el día: uno, la liberación total -ignorando la separación de poderes-“; “y dos, el referéndum pactado. Es que no hay otra alternativa a eso”.

Carmelo Encinas comentaba: “No creo que se pueda apaciguar con nada a quien no quiere apaciguarse. A Torra no le interesa más que la tensión, que es lo que le interesa a su mentor, que es el señor Puigdemont. Viven de la tensión y en ese sector del independentismo da igual lo que hagas. Pero en el tema de presos, me parece que tan justificado estaba el hecho de que los presos catalanes estuvieran en Madrid mientras se estaba instruyendo el tema como que ahora sean trasladados a Cataluña porque la norma penitenciaria así lo dice. Creo que el Gobierno español no tiene que cometer en ese sentido ningún error. Tiene que legitimarse en todo momento el estado de derecho frente a donde entienden que el estado de derecho no sirve para nada”.

Jorge Vilches añadía: “Todo esto deja al descubierto la estrategia del Gobierno de Pedro Sánchez, que consiste en ir dulcificando el discurso, eliminando lo que él piensa que ha sido la confrontación dialéctica entre dos partes y por otro lado llevar a cabo gestos de acercamiento, cesiones preventivas a la hora de formar una comisión, que se formará este mes de julio y sentarse a negociar. Él quería llegar a la reunión con Torra este lunes habiendo hecho un gesto simbólico, como es el acercamiento de los golpistas presos a Cataluña, para luego sentarse a negociar. Y no nos olvidemos que lo que quieren negociar los independentistas es justamente eso, el derecho de autodeterminación”.

En la SER, José María Izquierdo opinaba: “Tenemos hoy el Ojo estrábico pendientes como estamos de traslado de los políticos catalanes presos a cárceles más cercanas a sus lugares de residencia, al tiempo que debemos dedicar atención y esfuerzo a Andrés Manuel López Obrador, el líder de la izquierda que -con el 53% de los votos- ha alcanzado en las elecciones mexicanas el mayor apoyo con el que ha contado un presidente en toda su historia. Gesto importante de Sánchez el primero, espasmo revolucionario el segundo, que sin duda agitará toda América. Tiempo habrá para Junqueras y sus compañeros antes de la entrevista Sánchez-Torra, así que enfoquemos mejor hacia México: 132 millones de habitantes y miles de problemas encima de la mesa del nuevo presidente. Citemos uno solo para no agobiarnos, ¿qué tal si les recordamos que en 2017 hubo en aquel país 26.000 muertos de forma violenta, unos 70 asesinatos por día? ¿podrá gobernar López Obrador con los narcos desatados en esa terrible fiesta de sangre y muerte?".