Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (04/10/2019)

En la SER, Luis Planas, ministro en funciones de Agricultura, ha valorado la decisión de los aranceles de Trump: "Me parece que esta medida provisional adoptada es inaceptable porque afecta a sectores del sector agroalimentario, que no está en el centro del contencioso”. El Gobierno español hará “todo lo que esté en su mano” para responder a esta medida de la Administración Trump.

En cuanto a si el Gobierno va a pedir que se apliquen aranceles de vuelta, ha respondido:  "Aún no estamos ahí. Creo que hay margen para la negociación". "Si las negociaciones no llegan a buen puerto, la UE tiene que tomar las medidas correspondientes, que por eso hay una política común".

Luis Planas se reunirá el lunes con responsables de las comunidades autónomas para tratar los aranceles aprobados por Estados Unidos, y al día siguiente lo hará con los sectores afectados.

El ministro dijo que todavía hay margen para la negociación entre Bruselas y Washington, y España confía en que finalmente se imponga la vía del acuerdo. Pero, entretanto, aseguró que Madrid va a pedir a Bruselas que “mantenga una política de firmeza para defender nuestros intereses”. "Da la impresión de que Estados Unidos quisiera entrar en una guerra comercial con la UE”.

Según Planas, Estados Unidos está "en plena guerra comercial con China" y ahora “da la impresión de que quisiera entrar en guerra con Europa”. “Yo ni lo espero ni lo deseo, pero la UE tiene que ser firme y clara en la defensa de sus intereses y sus ciudadanos”, agregó.

El titular de Agricultura no quiere aventurar ahora sobre si Bruselas debería responder con la misma moneda arancelaria que Estados Unidos, porque los contactos entre las dos partes se mantienen.

“Pero si las negociaciones desgraciadamente no llegan a buen puerto, la Unión Europea debe tomar las medidas correspondientes. En el pasado hubo arbitrajes favorables a la UE que se dejaron en el cajón y no se aplicaron sanciones porque la UE siempre ha sido favorable al sistema multilateral de comercio basado en reglas, donde prima el principio de negociación. No queremos entrar en guerra, pero tendremos que defendernos con nuestras armas”, indicó Planas.

El ministro dijo que los aranceles harían un daño particular a dos sectores que están en mal momento del campo español como el olivar, que se ha resentido por una caída de precios en medio de una producción muy alta, y los cítricos, que ha tenido una última campaña muy mala.

En RNE, la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha confirmado que encabezará las listas del PP por Barcelona: "Creo que la Ley de Seguridad Nacional hay que aplicarla inmediatamente (en Cataluña) porque estamos en un escenario de amenazas y desórdenes públicos". "Es desolador e incomprensible que el PSC no apoye la moción de censura a Torra. Al constitucionalismo le falta una pata en Cataluña”.

"Sánchez hace ahora el papel de patriota, pero tiene de patriota lo que Zapatero tenía de gurú económico. Está haciendo un uso electoralista de la crisis en Cataluña".

En Onda Cero, Fernando Ónega señalaba: “Supongo que un periodista no debe alentar nunca una protesta social ni territorial. Pero hoy quiero hacerlo. Quiero hacerlo, porque esos cinco minutos de paro y concentraciones deberían ser un grito de la España Vacía o Vaciada que se oyera en toda España y en todas las instituciones.

Deberían ser un clamor de la España que reclama atención y un reproche a los políticos que prometen ocuparse de ese país que se despuebla y se queda sin capital humano; que acuden allí cuando vienen elecciones y después se olvidan como si todo hubiera sido un trámite; y un reproche a los partidos que tienen sobre su mesa los proyectos auténticamente de Estado, pero no se atienden porque los hizo otro partido distinto.

Saludo también la iniciativa de “Teruel existe” para presentarse a las elecciones y obtener al menos un diputado que lleve al Congreso el sentir de esa parte de la España vaciada.

No debiera hacer falta. No debiera ser preciso fragmentar así el mapa político, si quienes ya representan a Teruel y a las demás provincias que se desertizan se olvidasen de la disciplina y llevasen al Parlamento las necesidades reales del país.

Como no lo hicieron, han dejado un hueco vacío y lo deben llenar los ciudadanos de esta forma. Tener un diputado no garantiza nada. Pero sí abre un espacio de presencia y petición.

Y a lo mejor, quién sabe: en tiempos de difícil formación de mayorías, un escaño vale su peso en oro. Por lo menos escucharemos el nombre de Teruel".

En Onda Cero, Carlos Alsina opinaba: “En esta, y en todas las campañas, hay los debates que quiere el que ya es presidente. Y no hay los que no quiere que haya. ¿Por qué? Porque el único interés de los demás es confrontar con el que manda. Debatir entre ellos, sin Sánchez presente, no les pone nada. Sí, ya sé que se llenan todos la boca cantando las bondades de debatir; que dicen ‘yo, por mí, debato con quien sea’; cuantos más, mejor, patrañas de ésas.

Luego le dices a Pablo Iglesias que se anime a un cara a cara con Errejón y te pone cara de no me toques los… galones. Él con quien quiere debatir es con ese Sánchez, al que llevó a hombros a la Moncloa presumiendo de haber coronado a un izquierdista y ahora reniega de Podemos como si Iglesias, además de tener coleta, tuviera la peste. Con Sánchez es con quien quiere vérselas. Convencido el de Podemos de que le hará morder el polvo retratándole como lo que es: el nuevo niño bonito del Ibex, la casta, el bipartidismo, ¡el sistema! Allí le estará esperando Sánchez para agradecerle el retrato: el sistema soy yo, mensaje poco subliminal que nos está colocando el presidente cada vez que abre la boca estos días. Soy el sistema, soy la estabilidad, soy la política de siempre, señora.

La última vez que hubo campaña, Sánchez se metió él solito en un fregao maniobrando para torpedear el debate a cuatro y achicharrando en el empeño a Rosa María Mateo, que desde entonces no ha levantado cabeza. Él quería a Vox para poder declarar la alerta antifascista y cuando supo que a Vox no le dejaban ir intentó zafarse. Sólo han pasado cinco meses, pero fíjense cómo se escribe la historia: el gran morbo de aquel debate que nunca se produjo iba a ser el debut de Vox, la primera vez de Santiago Abascal, líder a caballo y reencarnación de don Pelayo. El nuevo contra los cuatro que ya estaban. Cinco meses después, y ahora que ya puede participar, el que menos interés despierta es Abascal. Ahora el que falta, vaya por dios, es Errejón”.

En la SER, José Luis Sastre destacaba: “Los viernes, resumen. Porque hay veces que si pones todas las cosas juntas te resulta increíble que hayan pasado. Tanto hablar de Cataluña cuando, por unas cosas u otras, la política que se lleva las conversaciones es la madrileña. Sea por su Alcalde con Notre Dame y el Amazonas, sea por lo que su Presidenta contesta a la extrema derecha.

La semana ha tenido, en efecto, la decisión del Supremo sobre Franco. Es verdad que el 1 de octubre -dedicado a esperar la otra sentencia, la del procés- tuvimos noticia de un fallo del Supremo, pero fue el de Pasapalabra. Con esas pequeñas metáforas hace su vida este país, por el que ayer, a las puertas de un juzgado, se montó jaleo por la procesión de una vagina llevada en andas.

Todas esas cosas también pasan mientras hablamos de las otras cosas. Nos ha rozado un huracán y en el Vaticano han empezado a investigar operaciones inmobiliarias irregulares. Investigan si el dinero que envían los fieles al Papa para obras de caridad no acaban en la caridad de unos pocos. Y el caso es que el dinero nos ha dado varias pistas esta semana.

Hemos sabido que mientras Trump hablaba del impeachment como un Golpe de Estado, crecían las donaciones a su campaña de los seguidores que creen que está siendo perseguido. Importan los donantes más de lo que parece: también los hubo en la campaña de Boris Johnson y si pagaron fue porque prometió 'brexit' sí o sí. En esas tensiones estamos.

En esta parte de Europa, elecciones. Italia se libró de tener que repetirlas -quién recuerda ahora a Salvini-, las de España serán en noviembre y el domingo en Portugal, donde gobierna la izquierda y donde los socialistas aspiran a seguir en el mando, apoyados del bloco y del partido comunista. Con esas metáforas pasan las semanas aunque está visto que cada país tiene su propio escenario”.

En la SER, José María Izquierdo apuntaba: “Es bueno para saber dónde estamos situados cada uno, escuchar una, dos o tres veces, la intervención de Isabel Díaz Ayuso en la asamblea madrileña.

Arrancó el tema de la exhumación de Franco por una intervención de la representante de Vox, Rocío Monasterio, prácticamente incorporada la vida democrática desde la sección femenina.

Es entonces cuándo surgió en su esplendor la presidenta de Madrid para decirnos, lo hemos oído todos, que se empieza a retirando el dictador y se acaba, virgen santa, quemando las parroquias de barrio como en el 36. ¿Y Ciudadanos? Aplaudía

Hay que releer su intervención porque así comprenderemos en toda su intensidad qué pasa por los adentros de estos señoritos y señoritas tan sonrientes a la par que modernos que en cuanto les rascas, les sale el franquismo que llevan en las entrañas.

Deben saber ustedes que la Presidenta llevaba escrita esa majadería en unos papelillos que escriben sus múltiples asesores. O sea que Díaz Ayuso y el equipo del PP dijeron exactamente lo que querían decir. Presume Casado de moderación ¡Pura filfa!”.

En la COPE, Carmen Gurruchaga afirmaba: “A Sánchez, la economía le puede torcer los planes que tenía para la campaña electoral, porque los españoles, generalmente, cuando vienen mal dadas, creen que la derecha gestiona mejor. Y ese electorado de centro que está intentando atrapar Sánchez suele preferir votar a la derecha porque sabe que la cuestión de los euros lo lleva mejor la derecha. Y como ya la gente sabe que la izquierda puede mentir en vísperas electorales, acordándonos todos del Solbes-Pizarro, supongo que ya no se la van a dar con queso”. “Y otro asunto fundamental va a ser la no asistencia de Sánchez a algunos debates”.

Antonio Jiménez apuntaba: “Los indicadores vienen desde hace tiempo sugiriendo que estamos en un proceso de desaceleración, de frenazo, pero que incluso ha sido más abrupto de lo que probablemente cabía esperar. De tal forma que la creación de empleo se ha frenado y eso sí que se percibe”. “No hay que ser agoreros pero es verdad que la situación no es tan agradable como hace 4 ó 5 meses. Cuando se convocan las elecciones en noviembre el interés del Gobierno era adelantarlas en la medida de lo posible, si podía hacerse en noviembre, y no llegar a gobernar para luego tener que convocarlas en marzo o abril”. “Un Gobierno de esas características (con Podemos) no iba a tener mucha continuidad”. “Que la economía va a estar muy presente de aquí al 10 de noviembre eso está acreditado”.