Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (05/02/2019)

En la SER, el opositor venezolano Antonio Ledezma decía: "Lo que ocurre en Venezuela es una verdadera tragedia". "Venezuela es una inmenso campo de concentración, no se le mata con gases, se le mata de hambre". "Venezuela es el país del mundo con más militares presos. Los militares están siendo hostigados". "Maduro desconfía hasta de los propios inspectores militares". "Estamos hablando de una inmensa mayoría, ya hacia el 90%, que le está pidiendo a Maduro que salga del poder".

En Onda Cero, Roberto González, Presidente del Centro Gallego de Caracas, decía: “Hasta ahora no ha habido ningún tipo de represalia contra los nacionales de los países que han reconocido a Juan Guaidó como presidente". "La precariedad en los temas de salud hace la situación muy complicada. Tenemos que traer los medicamentos de fuera y mucha gente no tiene la capacidad económica para eso".

Carmelo Encinas afirmaba, sobre la situación de Venezuela: “La inmensa mayoría de los mandos militares de Venezuela están pillados por prebendas, chanchullos o corruptelas, algunos de ellos por corruptelas muy serias”. “Una prueba de fuego es hoy, cuando empiecen a llegar las caravanas de alimentos y medicinas a los pasos fronterizos y los manos medios y la tropa les deje o no pasar”. “No sé cómo se lo habrá montado Maduro para gestionar esta situación porque es muy difícil decir a la gente que no entre comida, que no entren medicinas cuando están pasando hambre y en los hospitales no hay ni aspirinas. Eso es lo más impredecible y lo más peligroso porque el hecho de que ahora mismo haya en Venezuela 400 mercenarios rusos, que ha contratado Maduro para montar una especie de guardia pretoriana fiable. Porque aquí de lo que se trata es de cómo salir”. “Maduro está acorralado internacionalmente” pero “sigue teniendo los resortes del poder”. “Lo verdaderamente importante ahora es qué hacen los militares”.

Gloria Lomana añadía, sobre la situación de Venezuela: “Yo espero que no haya derramamiento de sangre y sobre todo porque se está ensayando a nivel internacional una experiencia absolutamente novedosa donde la diplomacia y la presión de las leyes y del derecho internacional está jugando el papel más determinante y más importante. Maduro ahora mismo está acorralado, tiene una situación muy complicada porque no solo se ha puesto en marcha la asfixia de las cuentas venezolanas por parte de EEUU, sino que ahora se abre este corredor humanitario que no va a quedar más remedio que permitirlo, es que no lo puede evitar”. “En estos momentos está en juego la vida de muchas personas”.

En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: “Habrá que encomendarse hoy a Quevedo para decirle a Pedro Sánchez que entre el clavel y la rosa, su señoría es cojo. En algún momento tendrá que elegir: entre seguir trampeando con los presupuestos de Rajoy, o aceptar que carece de la confianza del Parlamento y convocar a los ciudadanos a las urnas. Elecciones generales para poner a prueba la magnífica opinión que el gobierno tiene de sí mismo, la imperiosa necesidad que tiene España de que siga gobernando Sánchez, líder aéreo, y la pericia demoscópica de Tezanos, todo a un tiempo.

Los cordiales, leales y constructivos socios que Sánchez se buscó para descabalgar a Rajoy en julio le han dicho que con ellos no cuente para aprobar las cuentas globo (o sea, hinchadas) de la ministra María Jesús Montero. Dices: pero cuántas veces han dicho esto mismo los independentistas. Pues muchas veces. Pero como nunca se sabe si Junqueras y compañía van en serio o están en el regate corto de la táctica, pues el gobierno (éste y el de antes) siempre quiere creer que, aunque en público se pongan bravos, al final acabarán transigiendo. Es que en privado dan señales de querer pactar una salida, dicen en la Moncloa de ahora y en la de antes”.

En Onda Cero, Rubén Amón se preguntaba: “¿Puede decirse que Venezuela tiene un presidente no reconocido que ejerce y uno reconocido que no ejerce?

¿No os parece que el ultimátum de Sánchez ha sido a sí mismo? Los ocho días le han convencido de que no podía adoptarse una posición tibia ni especulativa. (…)

¿Y no agradecéis al menos el descaro, la obscenidad, con que Tardá y sus primos del PDeCAT han subordinado aprobar los Presupuestos a Sánchez a la manipulación de la Fiscalía?

¿Cómo pueden los soberanistas entonces denunciar la politización de la Justicia cuando son ellos las que exigen politizarla?”.

En la SER, Pepa Bueno decía: “No sabemos cuánto durará el Gobierno de Maduro ni hasta dónde puede Guaidó actuar como presidente encargado sin tener el control del aparato del Estado.

En España, no sabemos cuánto durará la legislatura, si Sánchez se verá abocado a convocar elecciones como muy tarde en otoño, porque ERC no va a permitir ni siquiera discutir los presupuestos, presenta enmienda a la totalidad. No sabemos si esta decisión de los republicanos, secundada después por el PDeCAT, tiene vuelta atrás o es solo tacticismo porque el calendario ha querido que el debate de las enmiendas al presupuesto se celebre justo cuando comienza el juicio por los hechos del otoño separatista catalán.

¿Qué más no sabemos? No sabemos si los taxistas de Madrid habrán perdido 16 días de trabajo sin conseguir nada a cambio. Hoy votan si seguir en huelga o desconvocarla sin que el gobierno regional se haya movido del ‘no’ a regular el margen de tiempo para pedir un Uber o un Cabify. No sabemos si el PP está ensayando en Madrid con los taxistas la mano dura, como aviso a navegantes de otros sectores”.

En la SER, José María izquierdo comentaba: “Es tan nefasto el sistema de contratación bendecido en 2012 por el gobierno ultraliberal de Guindos, que todos los eneros ocurre lo evidente, que no es otra cosa que se amontona la temporalidad de los contratos, y la precariedad nos estalla en la cara. Empaquetar teléfonos móviles, cocinar besugos o vender camisas da para lo que da en las siempre gratificantes navidades. Pero se acaban las temporadas, los meses, las semanas y los días, y el 1, o el 7 de enero, nos pilla con las miserias al descubierto.

Varias razones para que el Gobierno de Sánchez no haya hecho los deberes, pero las dos principales se las debemos a los independentistas, por un lado, y a los grandes patriotas de la derecha por otro. Dejen los primeros que fluyan unos presupuestos que pueden empezar a enterrar la austeridad culpable de tantos males, y cesen los segundos en el boicot, con su miserable actuación en las mesas del Congreso, a las medidas que intenta poner en marcha el Gobierno. Por su parte, Pedro Sánchez no tiene otra salida: déjese de complejos y haga lo que tiene que hacer vía decreto. Protestarán los políticos. Pero aplaudiremos los ciudadanos”.

En la COPE, Salvador Sostres apuntaba que PDeCAt y ERC “intentan buscar un argumento para aprobar los presupuestos, que Pedro Sánchez les dé algo. Es verdad que hay una pugna entre independentistas pero también es cierto que a los dos partidos les interesa aprobar los presupuestos, porque les interesa aprobar los de Barcelona, los de la Generalitat. Ellos, por ellos, los aprobarían sin ningún tipo de problema. Lo que pasa es que ante su público no pueden comparecer”. “Yo creo que Pedro Sánchez haría las concesiones que le piden ERC y PdeCAt pero no lo puede hacer porque sabe que una parte de su público le puede moler a palos”.