Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (06/09/2018)

En RNE, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha dicho que las negociaciones para sacar adelante unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 "avanzan" y son la base para contar con una "buenas" cuentas públicas el año que viene.

Añadió que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, "lidera" las negociaciones de los PGE, aunque "estamos perfectamente coordinada".

"La negociación está avanzando" y el Gobierno "está determinado a tener unos Presupuestos" nuevos en 2019 "porque es lo que necesita este país". Por ello, el Ejecutivo tiene la mejor disposición para "negociar y conseguir los mejores equilibrios" en las nuevas cuentas públicas.

Además, la titular de Economía aseguró que hay una "buena propuesta y buena base que podrían llevar a unos buenos Presupuestos" para 2019.

Calviño explicó que los PGE que quiere aprobar el Gobierno combinarán "disciplina presupuestaria" con una "ambiciosa agenda social". "Estamos decididos a poner todo de nuestra parte", defendió.

En concreto, sobre las negociaciones con Unidos Podemos para elevar el IRPF a las rentas altas, Calviño recordó que el Gobierno tiene la "clara determinación de no subir los impuestos a las clases medias y trabajadoras".

Sobre el impuesto a las transacciones financieras (la conocida por la 'tasa Tobin'), expuso que "no es algo nuevo" y que "desde que estalló la crisis" se habló de la "necesidad de impulsarlo". En todo caso, reconoció que "lo ideal es que se establezca a nivel mundial, pero si no es así hay que avanzar en el ámbito de la OCDE y europeo, y si no habrá que establecerlo en nuestro país". "No debemos excluir esta posibilidad", añadió.

Respecto a la moderación de crecimiento de la economía española, afirmó que su departamento analiza cada semana los datos macroeconómicos y reflexiona si hay que "ajustar o cambiar algo" en la previsión de PIB. "De momento, no" y se mantiene el alza del 2,7% previsto para este año, añadió.

En RNE, Arsenio Escolar comentaba las palabras de Joan Tardá: “No es lo mismo lo que quiere en estos momentos el bloque de Junts pel Catalunya, los que están en torno a Torra y a Puigdemont, los miembros del Govern, de ERC. Hay dos estrategias, dos voluntades, dos actitudes, incluso hay dos maneras de relacionarse con el Gobierno central”. “Hay dos actitudes muy diferentes entre el mundo de Torra y Puigdemont y el de ERC”. “¿Por qué asistimos a esos acelerones y frenazos de Torra?”. “El martes pasado se esperaba un acelerón de Torra y no lo hubo. Probablemente porque el socio de Gobierno que tiene, que es ERC, está pidiendo una cierta moderación”.

En la SER, José María Izquierdo afirmaba: "Aún pagamos hoy las deudas dejadas en Cataluña por aquel gobierno de incapaces que presidía Mariano Rajoy Brey. Indeleble aquel primero de octubre, todavía en la retina de millones de espectadores. Entre las muchas reacciones al inflamado y lírico pregón de Torra, quizá habría que destacar al portavoz de Esquerra Joan Tardá. "Si algún independentista estúpido" plantea imponer la independencia, ha dicho, "está equivocado". Y basa su afirmación en algo que tiene todo el sentido: "No hay solución al conflicto sin tener en cuenta al 50% de catalanes que no son independentistas y no hay solución sin tener en cuenta al 50% de catalanes que lo son". Situación empantanada que llama a gritos a un diálogo entre esas dos mitades. Pero hay quien prefiere la bronca y la pelea en el barro. Torra dice lo que dice y PP y Ciudadanos rechazan la vía del diálogo. Más leña".

En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: “Cuando esta tarde se reúnan Pablo y Pedro, Pedro y Pablo, hablarán —seguro que sí— de los Presupuestos del 19, pero sabiendo los dos que todo esto que les venimos contando esta semana —a quién le meten el rejón fiscal, cuanto le quieren sacar a los automovilistas de coche diésel, cuánto a los que cobran más, cuánto a las grandes compañías, a cuánto se atreve Sánchez con los bancos— sabiendo que todo esto son propuestas, planes, que puede que acaben viendo la luz o puede que acaben todos en nada. Porque entre ellos dos —ellos dos solos— no pueden sacar adelante nada de esto. Y porque los otros novios que le salieron a Sánchez cuando la moción de censura ni bendicen todo lo que Podemos reclama ni les basta con los impuestos y el gasto público para dar su apoyo”. (…) "Iglesias tiene que aparecer como el guardián que obliga a Sánchez a hacer política de izquierdas y Sánchez como el líder que, siendo de izquierdas sin necesidad de que Pablo le obligue, tiene presente a su electorado de centro. No parecer tibio a los de un lado y no espantar a los del otro. Contado así, parece más cálculo electoral que cálculo de presupuestos del Estado. Y así es. El presidente es el primero en admitir que todo lo que haga en estos meses ha de tener un objetivo: conseguir más escaños que la vez anterior para permanecer en la Moncloa en condiciones menos precarias. Y si puede ser, habiendo ganado unas elecciones, que tampoco estorba".

En Onda Cero, Toni Bolaño señalaba: “Yo creo que hoy Pablo Iglesias no va a ir (a la reunión con Pedro Sánchez) con la lista de la compra, sino con el listín de teléfonos. Es decir, va a ir con todo pero con un handicap encima de la mesa. Si rompe con el PSOE lo pagará y si no rompe también lo puede pagar, con lo cual la posición de Podemos es complicada". “Ya veremos si salen o no los presupuestos porque, al final, el que tiene el botón nuclear se llama Pedro Sánchez, que es el que pueda adelantar o no las elecciones, que eso todavía no empieza a rugir pero yo creo que rugirá”. “Si el Gobierno socialista no puede aprobar unos presupuestos, el discurso de Pedro Sánchez de echarla la culpa a todo perro pichichi le puede cuajar en las urnas”.

En la COPE, Salvador Sostres comentaba la situación de Andalucía: “La comedia esta… Este truco le funcionaba bien (a Rivera). En Madrid con Cifuentes cuando estaba Cifuemtes, en Andalucía con el PSOE y en el Gobierno de la nación ya veremos. Y poco a poco se le ha ido desmontando el circo. En España hay un Gobierno del PSOE únicamente porque Ciudadanos creó un caldo de cultivo para derrocar al Gobierno de Mariano Rajoy exagerando de un modo delirante una sentencia judicial para empezar a gritar que la legislatura estaba acabada. Y seguramente ahora él se siente incómodo, viendo lo que ha conseguido porque él se pensaba que habría elecciones y que las ganaría él. Él ha propiciado el Gobierno del PSOE y a él se lo debemos. Y ahora supongo que se quiere hacer perdonar”.

Fernando Jáuregui opinaba: “Creo que el enemigo a batir no es Albert Rivera, aunque a veces lo parezca”. “Yo prefiero un acuerdo con Juan Marín que con Teresa Rodríguez y Kichi. Entonces, vamos a salir de unas elecciones municipales y autonómicas -ya no hablo solo de Andalucía-  en las que el gran debate va a ser si después de 2020 vamos a tener un Gobierno de centro derecha o de centroizquierda. Y los acuerdos territoriales van a tener mucho que ver. Yo prefiero un acuerdo Ciudadanos-PSOE, por lo menos en Andalucía, que el acuerdo con IU”.

José María Fidalgo apuntaba: “Yo no pienso lo mismo que Fernando”. “Las cosas de Ciudadanos alguna vez tendrían que aclararse. Yo no les tengo ninguna simpatía”. “Y no creo que de ellos dependa que en este país haya políticas más de centroizquierda o de centroderecha”. “Yo tengo tanto miedo a Kichi como tú a otros”. “Yo a estos lo único que quiero es que desaparezcan los Ciudadanos y que se aclaren dónde están porque para tener gobernantes que lo único que hacen son postureos, para eso ya están otros”.