Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (10/01/2019)

En la COPE, el que será nuevo presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, del PP, ha dicho: “El PP se ha situado en el centro entre Cs y Vox y hemos buscado objetivos comunes”. A quienes dicen que ha sido el ‘pacto de la vergüenza’ y que ha pactado la ultraderecha, ha respondido: “Me parece una pataleta absurda y un disparate colosal solo siguiendo los pasos del presidente del Gobierno. Que eso lo diga quien ha pactado con los terroristas de Bildu, con quienes quieren romper la Constitución”, “un partido que ha pactado en ayuntamientos con la izquierda radical de Podemos no tiene ningún tipo de legitimidad para hacer ese tipo de criticas”. “Lo que está pasando en Andalucía es algo histórico, afortunadamente el sentido común, la sensatez y el pragmatismo ha triunfado". "No era sostenible que Marín fuese presidente de la Junta".

Ha explicado: “Creo que el primer acuerdo que Vox nos puso encima de la mesa no era razonable”. “Al final, han hecho también ellos un esfuerzo, porque siempre que hay una negociación hay que hacerlo”. “Y me quedo con que se ha alcanzado un acuerdo responsable, realista y sensato”.

Sobre reformas que vayan a hacer, ha apuntado: “Vamos a bajar impuestos y hacer reformas fiscales. Desplegaremos una alfombra roja para la inversión en Andalucía". "La investidura no será mas tarde del 16 de enero”.

En la SER, Pepa Bueno decía: “El acuerdo final es, en realidad, el acuerdo del principio. Gobernarán PP y Cs gracias a los 12 votos de Vox. Fin de la representación. Por el camino, los ultras han ganado protagonismo, el PP se sitúa en el centro del tridente pero con riesgo de quedar emparedado, y Cs cogobernará Andalucía sin hacerse la foto con Vox, pero aunque ellos siguen como si ese detalle fuera irrelevante, sus socios europeos, Macron sin ir más lejos, ha puesto a los de Rivera bajo vigilancia.

Los documentos que han entregado tras las negociaciones son muy genéricos. Pero está claro el giro conservador en lo económico, ahí no hay fisuras, tienen los tres partidos un programa muy similar. Y está claro también que no se cargan la ley de la violencia de género pero los populares asumen el discurso de los ultras en asuntos tan sensibles como la educación segregada, el aborto o la inmigración. Tumban, además, la ley andaluza de la memoria histórica. Con otro lenguaje al documento original de Vox, pero son cesiones que radicalizan al PP y escoran a Ciudadanos.

Toda la prensa europea se hace eco hoy de la constitución en España del primer gobierno que se apoya en la extrema derecha desde el fin de la dictadura”.

José María Izquierdo, en la SER, comentaba: “Se acabó la broma y pasó lo que tenía que pasar. La gran derecha se une para echar a los socialistas de Andalucía. Era, desde el mismo instante en el que se conocieron los resultados de las elecciones, el único final posible para una historia que no tenía otra salida. ¿Alguien con dos dedos de frente llegó a pensar en serio que iban a desperdiciar esta oportunidad? ¡Qué poco conocen a la derecha quienes así opinaban!

Se ha visto que el candidato del PP, Juanma Moreno Bonilla, futuro presidente de Andalucía merced a estos feos pactos, no iba a ganar unas elecciones en toda su vida, que a cada comparecencia ante las urnas perdía miles y miles de votos. Trescientos mil salieron huyendo de Moreno entre 2015 y 2018. Que se dice pronto. Así que ahora o nunca, se dijeron las fuerzas vivas de la derecha. ¿Con Vox? Como si hay que pactar con el mismísimo diablo. Venga el poder, nos apoye la ultraderecha o lo que haga falta.

Aplíquese Ciudadanos el cuento, que tienen las manos embadurnadas de la misma caspa. Muy centristas, pero menos. No cree este Ojo que el PP haya cedido mucho a Vox. Es, simplemente, que opinan lo mismo. El acuerdo final es, sin más, un calco de lo que piensan los pimpollos Casado y Rivera. Punto por punto. No se equivoquen”.

En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: “El programa de gobierno que defenderá el candidato Moreno Bonilla el miércoles que viene es el que pactó en diciembre con Ciudadanos. Este otro documento que firmó ayer con Vox es un añadido que le permite a Vox decir que ha negociado y que forma parte del acuerdo pero ni corrige ni contradice lo que habían acordado Bonilla y Marín. A pesar del ruido que hizo Vox anteayer, en el acuerdo final no aparecen ni los 52.000 inmigrantes a los que había que desenmascarar, ni el estribillo de la ideología de género, ni la derogación de ninguna ley, ni la toma de Granada. El señor Smith les colocó a los periodistas un mítin estupendo…dando una versión del documento recién firmado bastante irreconocible y un minuto después de habérsela envainado en casi todo. En el programa de gobierno que la semana que viene apoyará Vox no está ninguna de las demandas que con más énfasis había reclamado el señor Serrano. Por cierto, a ver si en Vox le levantan ya la mordaza a Serrano y podemos preguntarle alguna cosa. Desde que empezó esta negociación tienen al hombre silenciado. Smith no suelta el micrófono y a Serrano no le dejan ni hacer los coros”.

Santi González, en la COPE, comentaba: "Ha pasado el tiempo del postureo, del amagar y no dar y finalmente lo de Andalucía se ha resuelto como mandaban los cánones, el sentido común y como habían apuntado los resultados del día 2, en consonancia con los deseos de los votantes andaluces.

El acuerdo tiene un claro vencedor, que es Juan Manuel Moreno Bonilla, casi desahuciado como candidato, pero que va a entrar al palacio de San Telmo con los peores resultados de su partido en Andalucía, 26 escaños. En días como estos, el eterno líder andaluz, Javier Arenas Bocanegra, que había obtenido casi el doble, 50 diputados tiene que sentirse tocado por la melancolía.

Fue en las elecciones de 2012, que ganó el PP, con tres escaños de ventaja sobre el PSOE. Hay que decir que Moreno Bonilla ha tenido que hilar el pacto con paciencia, principalmente por la extravagante posición de Ciudadanos, que quiere los votos de Vox pero sin tener que rebajarse a pedírselos. ¿por quién me toma? Aceptemos incluso el asquito que le producen quienes tenían hace tres años sus mismas posiciones. Algo parecido pasó en Alemania, cuando el socialdemócrata Gerhard Schroeder se negó a pactar Gobierno con el socialdemócrata radical Oskar Lafontaine. Pero él no esperaba que Lafontaine le diera su apoyo por propia iniciativa y negoció un gobierno de coalición con Angela Merkel. Queda un poco ridícula la imagen de Moreno negociando en dos mesas con C’s y Vox y que los primeros crean que no han pactado con estos. Niñerías.

El doble acuerdo es una noticia consoladora, pero esa alianza vergonzante no augura  una coalición de Gobierno larga y estable, que sería necesaria para desmontar una obra de 36 años. En fin, carpe diem”.

En la COPE, José María Fidalgo decía: “Yo soy un anciano y como toda la gente mayor, sabe que la política y la vida son acción y reacción. Y que por lo tanto, en cualquier solución de una crisis, se está describiendo la crisis siguiente. Y me acuerdo de una frase de Habermas, cuando era más joven que ahora”, “titulado ‘Crisis de legitimidad en el capitalismo tardío’”, “dice que es un cruce funesto entre una inflación de expectativas y un déficit de recursos. Con eso me quedo”.

Nicolás Redondo afirmaba: “Unos verán con una alegría infinita lo que ha pasado allí, en Andalucía, y muchos con mucha razón, por esos 40 años; otros lo verán con una tristeza extraordinaria. Y los más listos lo verán con alegría o tristeza, pero preocupados”. “Lo que me preocupa mucho es que me parece ya inevitable que en los próximos años en la política española se va a establecer una política de bloques y muy radicalizada”. “No se puede entender a Vox fuera del ambiente que ha provocado un auge e la extrema derecha en Europa”. “Y Vox, después de este pacto, tiene un protagonismo en la vida política mayor que antes, así como respetabilidad, centralidad y eso es preocupante”. “También dije que el PSOE estaba dando respetabilidad y legitimando a Podemos”.