En la SER, José Luis Sastre destacaba: “Que octubre iba a ser el mes de las noticias -del 'brexit' al procés- eso lo sabíamos, si parece que el año entero se hiciera sólo para este mes.
Quim Torra -que parece sorprendido aún de haber llegado donde ha llegado- retoma el llamamiento a la desobediencia por si se olvidaba que ya se comprometió a ella por escrito. Pero, justo cuando parecía que el procés se había adueñado de todas las palabras, sucedió algo.
Resultó que quien se apuntó a la desobediencia es la Iglesia. O una parte: el prior del Valle, que se quedó a vivir en 1939 y, en esa lógica, se propone desacatar al legislativo, al ejecutivo y al judicial, en su batalla particular contra la separación de poderes. Pero la exhumación sucederá y parece que será en campaña, que es el estado natural de la política española.
Octubre nos ha descubierto también un nuevo concepto del tiempo. Después de dejarlo pasar hasta la repetición de las elecciones, los candidatos se apremian ahora a quedarse sin Navidad. Peculiaridades de este mes en que el presidente del CIS, que conoce todas las preocupaciones de los españoles, no cree que una de ellas sea el prestigio de las instituciones, como el CIS, sino la libertad de expresión.
Vaya que si octubre -con estos vientos de frenazo económico- traía noticias, tantas como este canto al optimismo del presidente de la patronal. "Cuidado con el catastrofismo", dijo Antonio Garamendi, que habló de "la obligación de hablar bien de España".
Cómo debe de estar la cosa, en general, como para que Garamendi diga que tendría que ser una obligación. No parece, entonces, que cuando dice cuidado con el catastrofismo se refiera, sólo, a la economía. Cosas de octubre, y van sólo diez días".